Realidad Nacional

La realidad que se vive en diversas comunidades de la zona oriental fue plasmada por estudiantes de análisis de cine de la carrera de Comunicaciones de la Universidad Andrés Bello de San Miguel, mediante documentales que fueron elaborados por ellos mismos durante un período de cinco meses. Al final de la materia, los estudiantes exhibieron los documentales en un evento especial en el Teatro Francisco Gavidia de la ciudad de San Miguel.

Marvin Aguilar explicó que es el cuarto año consecutivo que se presenta el trabajo de los estudiantes al público en general y al mismo tiempo se escogen los mejores trabajos, que posteriormente son enviados a concursar al Festival Ícaro de cine y audiovisuales donde han obtenido menciones honoríficas.

En esta ocasión, los estudiantes escogieron temas que tocan problemáticas, tales como la trata de personas, la insuficiencia renal, la situación de los pobladores de los ex bolsones, el cambio de identidad, el sexo oral, los milagros y la danza de los emplumados.

Carmen Fuentes formó parte del grupo de cinco estudiantes que realizaron el documental llamado “Gritos en el silencio”, el cual es dedicado a la trata de personas. La alumna explica que para tejer la historia realizaron entrevistas con fiscales, representantes de organizaciones no gubernamentales, policías y otras personas que conocen de cerca a las víctimas de la prostitución. “Quisimos contar la problemática social que está sucediendo, pero que nos tapamos los ojos y no queremos ver. Existe una ley en contra de la trata de personas y no se hace respetar”, manifestó Fuentes.

Otro de los trabajos que cobró más relevancia es el dedicado a un salvadoreño residente en Estados Unidos que se practicó una operación de cambio de sexo y llevó a cabo un juicio de identidad para que en sus documentos apareciera su nuevo nombre de mujer.

En este caso, el objetivo de los alumnos fue plasmar la discriminación a la que son sometidos los transexuales en el interior del país, sobre todo en aquellas comunidades que son consideradas más tradicionalistas. Según la estudiante Verónica González, lo más difícil a lo que se enfrentaron al momento de realizar el documental fue conseguir la entrevista de la persona que decidió realizar los trámites legales para que se le reconociera el derecho de poseer un nombre femenino.

“La historia es contada por terceras personas que conocieron a la protagonista y se trató de abordar el tema desde el punto de vista legal y moral, tal como es percibido por representantes de la sociedad salvadoreña”, declaró González. Mientras que el tema de la insuficiencia renal también fue tratado por un grupo de estudiantes que grabó

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