Reflexión de la practica reflexiva

1. Reflexión sobre la práctica.

John Dewey Consideró a los maestros como profesionales reflexivos con la capacidad de desempeñar papeles muy activos en el desarrollo de las actividades y propuestas dentro de cada centro educativo. Este autor menciona que el proceso reflexivo empieza para los maestros cuando se enfrentan con alguna dificultad, algún incidente problemático o una experiencia que no se puede resolver de inmediato.

Dewey definía la acción reflexiva como la acción que supone una consideración activa, persistente y cuidadosa de toda creencia o práctica a la luz de los fundamentos que la sostienen y de las consecuencias a las que conduce. Según Dewey, la reflexión no consiste en un conjunto de pasos o procedimientos específicos que hayan de seguir los profesores. Es, en cambio, una forma de afrontar y responder a los problemas, una manera de ser como maestro. La acción reflexiva constituye también un proceso más amplio que el de solución lógica y racional de problemas.

También el autor nos menciona tres actitudes básicas para esta acción.

1. Mente abierta: implica tener un deseo activo de escuchar varios puntos de vista, para prestar atención a las alternativas y reconocer la posibilidad de estar equivocado incluso en nuestras creencias más arraigadas. Los maestros que tienen mente abierta constantemente examinan las razones que fundamentan lo que se toma como natural y correcto y se ocupan de buscar elementos que demuestran lo contrario.
2. Responsabilidad: implica considerar con mucha atención las consecuencias de cada acción. Esta actitud responsable requiere que se consideren al menos tres diferentes tipos de consecuencias de la enseñanza de un maestro: a) personales: los efectos de su enseñanza de un maestro; b) académicas: los efectos de su enseñanza sobre el desarrollo intelectual del estudiante, y c) sociales y políticas: los efectos proyectados de su enseñanza en las oportunidades para varios alumnos.
3. Honestidad: se refiere a que la mente abierta y la responsabilidad deben ser los componentes centrales de la vida profesional del maestro reflexivo. Los maestros honestos examinan sus propias suposiciones y creencias de forma periódica y evalúan los resultados de sus acciones mientras conservan la actitud de que pueden aprender algo nuevo de cualquier situación.

La práctica reflexiva consiste entonces en situar la formación inicial, continua y final dentro de un  proceso estructural al que contribuimos constantemente al aportar estrategias o soluciones ante los problemas diarios dentro del salón de clases o centro educativo.

Mi reflexión sobre la práctica la dividiré en tres aspectos en primer lugar mi intervención docente, en segundo lugar la aplicación de las actividades y  en último lugar los recursos empleados. Comenzare entonces por mi intervención la cual es su mayor parte fue la del dialogo y recuperar aprendizajes previos, la ayuda personalizada y el juego.

El dialogo con los niños y la recuperación se sus aprendizajes previos es una de las actividades que considero de mayor relevancia porque de esta manera me pude percatar de lo que los niños ya sabían y lo que les faltaba por conocer sobre un tema así como de los elementos que resultaban de importancia o interés para ellos; dicha actividad no la lleve a cabo de la manera debida o amenos no cuando contaba  con un grupo numeroso porque si no lo hubiese hecho las actividades central y final iban a contar con poco tiempo para su realización. Para poder saber los intereses e inquietudes de los alumnos escuchaba a algunos alumnos un día y  los días siguientes elegí a los que no habían participado con anterioridad. Después opte por escuchar a los alumnos que  no contaban con suficientes conocimientos porque de esta manera el dialogo podría ser entre los alumnos y así ellos se explicaban lo que no entendían y yo me limitaba a resolver las dudas que ellos no podían.

Lo anterior va ligado con la segunda forma de intervención que fue la ayuda personalizada en la cual me acercaba a los alumnos que tenían más problemas para resolver alguna de las actividades o que no habían entendido la explicación de lo que tenían que hacer, así como a los que niños que iban más atrasados en comparación del resto de los alumnos, de esta forma pude hacer que sus conocimientos se ampliaran un poco más y no hubiese tanto rezago entre el inicio y el final del año escolar. Al principio tuve dificultades con los alumnos que terminaban rápido de hacer sus trabajos porque descontrolaban al grupo, se ponían a jugar, hablar o correr dentro del salón aun cuando les pedía que me apoyaran al ayudar a alguno de sus compañeros que no terminaban. Una de las medidas que implemente fue la de ponerlos a trabajar en el libro de apoyo para que se mantuvieran trabajando pero conforme avanzó el ciclo escolar mostraron más disposición al ayudar a sus compañeros.

El juego lo emplee no solo en actividades y como una de las formas de intervención, también lo utilice como estrategia para poder abordar mi problemática porque esta actividad es por mucho la favorita de los alumnos, su favoritismo, inclusión y cooperación para con el juego es lo que la hizo la mejor opción para llevarla a cabo con los niños, la mayoría de las actividades gustaron a los alumnos; el haber relacionado el trabajo con dicha actividad es lo que facilito la apropiación de saberes de una manera amena y divertida. Los alumnos respondieron favorablemente y la dificultad que tuve en este aspecto fue el de adecuar algunos juegos para que resultaran retadores y se abordaran y repasaran los conocimientos que creía necesitaban los educandos buscando que fuese justo para todos como los que iban avanzados como para los que necesitaban ayuda, por ello en algunos casos también los alumnos apoyaron a sus compañeros

En cuanto a la aplicación de las actividades existen algunas preguntas que me plantee para saber si abordaba los contenidos requeridos las cuales fueron: ¿Las actividades son adecuadas?, ¿Qué puedo mejorar? y ¿De qué manera favorecí las competencias y los aprendizajes esperados?

 Cuando diseñe las actividades creí que era las adecuadas porque no sólo busque aportar los conocimientos que quería sino  también promover en los niños una conducta adecuada y que la aplicaran tanto dentro como fuera de la institución, en cuanto a las actividades creí que eran favorecedoras pero cuando ya se encontraban trabajando les resultaban difíciles, no las entendían se extendían en el tiempo o las terminaban rápido, por lo que considero que puedo mejorar la adecuación de las mismas para que la obtención de conocimientos sea de mayor provecho; además debía de ajustarlas a un tiempo determinado a veces la planeación cambia y el tiempo se va ajustando por determinadas actividades que se realizan dentro del Jardín de niños o por las clases que a veces tenían y otras no, considere siempre llevar actividades extra por experiencias vividas con anterioridad pero cuando se presentaba el caso de tener clases con los maestros de apoyo me sobraban actividades que ya no realizaba.

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