Riesgo De Auditoria
rociogestion30 de Noviembre de 2013
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INDICE
INTRODUCCIÓN 3
RIESGO DE AUDITORÍA: CONCEPTO Y COMPONENTES 5
Riesgo Inherente 5
Riesgo de Control 6
Riesgo de Detección 6
LOS EFECTOS DEL RIESGO DE AUDITORÍA SOBRE EL TRABAJO DEL AUDITOR INDEPENDIENTE 8
CASO PRÁCTICO 10
CONCLUSIONES 16
BIBLIOGRAFÍA 17
INTRODUCCIÓN
El servicio que más usualmente prestan los contadores públicos autorizados, consiste en dictaminar acerca de la razonabilidad de los estados financieros de una entidad, lo anterior de acuerdo con una base de contabilización generalmente aceptada.
Para tales efectos los auditores independientes deben desarrollar todo un proceso el cual incluye una serie de pasos entre los cuales se destacan:
1. La definición de los términos del trabajo de mutuo acuerdo con su cliente
2. La obtención de un amplio conocimiento tanto de la entidad como de su entorno, objetivos, estrategias y desempeño financiero
3. La evaluación exhaustiva de los sistemas de control interno y control contable diseñados e implementados por la entidad, esto por medio del uso de pruebas de control, las cuales determinan lo adecuado tanto el diseño como la operación de ambos sistemas
4. La formulación de un plan global y de un programa de auditoría
5. La obtención de evidencia de auditoría acerca de la razonabilidad de las cifras que componen los estados financieros de la entidad auditada, lo anterior por medio del desarrollo de pruebas sustantivas, las cuales incluyen tanto procedimientos analíticos como pruebas de detalle.
En el contexto antes descrito, resulta de suma importancia hacer referencia al hecho de que una auditoría de estados financieros sólo proporciona a los usuarios de la información financiera una certeza razonable acerca de que dicha información está libre de errores de importancia relativa, es decir, una auditoría nunca brindará certeza total de que la cifras de los estados financieros de una entidad están libres en un 100% de errores.
En la práctica un auditor independiente no está en posibilidad de brindar certeza total acerca de las cifras de los estados financieros de una entidad, lo anterior en virtud de las limitaciones inherentes al proceso de auditoría que éste desarrolla y entre las cuales se destacan:
1) la ejecución de pruebas selectivas tanto sobre los procedimientos de control como sobre las cifras de los estados financieros
2) el hecho de que los sistemas de control interno y control contable son diseñados y operados por seres humanos los cuales con alguna frecuencia cometemos errores y eventualmente nos confabulamos para incurrir en fraudes o actos ilegales
3) El hecho de que la mayor parte de la evidencia de auditoría es persuasiva más que conclusiva
4) el uso del juicio profesional del auditor en lo relacionado a la definición de la naturaleza, extensión y oportunidad de las pruebas que realiza y en lo relativo al análisis e interpretación de la evidencia de auditoría que sirve de base para sustentar su opinión acerca de la razonabilidad de los estados financieros
5) la existencia de transacciones complejas de auditar tales como las transacciones entre partes relacionadas, hechos que ocurren después de la fecha del balance, activos y pasivos contingentes entre otros.
Es así como tomando en consideración los elementos antes descritos, que es posible concluir que un auditor siempre va a enfrentar algún nivel de riesgo de auditoría. Las Normas Internacionales de Auditoría (NIA) establecen la necesidad de que todos los auditores independientes planifiquen y ejecuten procedimientos de auditoría de manera que puedan obtener evidencia de auditoría suficiente y competente, por medio de cual puedan reducir el riesgo de auditoría a un nivel aceptablemente bajo.
RIESGO DE AUDITORÍA: CONCEPTO Y COMPONENTES
De acuerdo con lo que establece la NIA 200 “Objetivos y Principios que Gobiernan la Auditoría de Estados Financieros” cuando un auditor independiente emite una opinión acerca de la razonabilidad de los estados financieros de una entidad, éste siempre se enfrentará a la posibilidad de que su opinión sea inapropiada, a esta probabilidad de error se le conoce como riesgo de auditoría. En esencia el riesgo de auditoría es la posibilidad de que un auditor establezca que las cifras de los estados financieros presentan razonablemente la posición financiera, los resultados de operación y los flujos de efectivo de una entidad por un período determinado, cuando en realidad dichos estados financieros no están preparados ni presentados de forma razonable; o por el contrario, que el auditor dictamine que las cifras de los estados financieros de una entidad no presentan razonablemente su situación financiera, sus resultados de operación y sus flujos de efectivo cuando en realidad dichos estados financieros si están adecuadamente preparados y presentados.
Con el propósito de lograr una mejor comprensión del concepto de riesgo de auditoría y por ende de establecer cuáles son los cursos de acción que un auditor debe seguir a efecto de poder minimizar dicho riesgo a un nivel aceptablemente bajo, a continuación procederé al análisis de sus tres componentes:
1. Riesgo Inherente: tal y como lo define la NIA 200 “Objetivo y Principios
Generales que Gobiernan una Auditoría de Estados Financieros”, el riesgo inherente es “la susceptibilidad de un saldo de cuenta o clase de transacciones a una representación errónea que pudiera ser de importancia relativa, individualmente o, en el agregado cuando se acumule con representaciones erróneas en otros saldos o clases, suponiendo que no hubiera un control interno relacionado” (Federación Internacional de Contabilidad, 2007, p.96). En términos prácticos, el riesgo inherente es la susceptibilidad que por naturaleza toda partida contable tiene de estar registrada, valuada, presentada o revelada en forma errónea. Las estimaciones y las provisiones son dos de las partidas que usualmente presentan mayor riesgo inherente, lo anterior en vista de que en ambos casos los montos que una entidad contabiliza se basan fundamentalmente en suposiciones, juicios, proyecciones, experiencia y cálculos aritméticos hechos por su administración de la entidad auditada, razón por la cual la evidencia de auditoría en estos casos es más persuasiva que conclusiva. Es generalmente aceptado que la administración de la entidad auditada es la responsable de diseñar e implementar los mecanismos necesarios para reducir los posibles efectos que sobre los estados financieros pueda traer este tipo de riesgo.
2. Riesgo de Control: según la NIA 200 “Objetivo y Principios Generales que Gobiernan una Auditoría de Estados Financieros” el riesgo de control es “el riesgo de que una representación errónea que pudiera ocurrir en una aseveración y que pudiera ser de importancia relativa, ya sea en lo individual o cuando se acumula con representaciones erróneas en otros saldos o clases, no se prevenga o detecte y corrija oportunamente por el control interno de la entidad” (Federación Internacional de Contabilidad, 2007, p.102). En la práctica el riesgo de control es la probabilidad de que los sistemas de control interno y control contable que han sido diseñados e implementados por la administración de una entidad, sean incapaces de prevenir o en su defecto detectar y corregir errores de importancia relativa en las cifras de sus estados financieros. Es así como resulta de sumo interés para el auditor independiente el evaluar lo adecuado del diseño y operación de los controles establecidos por una entidad, lo anterior a efecto de poder valorar de forma precisa los niveles de riesgo de control a que debe hacer frente durante el desarrollo de su auditoría. Como el diseño e implementación de los sistemas de control interno y de control contable son responsabilidad de la administración de toda entidad, por consiguiente la responsabilidad de minimizar los efectos del riesgo de control recae sobre ésta última.
3. Riesgo de Detección: de acuerdo con la NIA 200 “Objetivo y Principios
Generales que Gobiernan una Auditoría de Estados Financieros” el riesgo de detección “es el riesgo de que un auditor no detecte una representación errónea que exista en una aseveración y que pudiera ser de importancia relativa, ya sea en lo individual o cuando se acumula con otras representaciones erróneas” (Federación Internacional de Contabilidad, 2007, p.105). Tal y como se desprende de la anterior definición, el riesgo de detección es responsabilidad directa del auditor independiente y consiste fundamentalmente en la posibilidad de que éste cometa errores a lo largo del desarrollo de la auditoría de los estados financieros de una entidad, los cuales lo conduzcan a emitir una opinión equivocada. Desde el punto de vista técnico el riesgo de detección se deriva de dos factores; a saber:
1) riesgo de muestreo: es el riesgo de que transacciones o saldos que contienen representaciones erróneas de importancia relativa no sean seleccionados como parte de las muestras que el auditor independiente
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