Rol Del Docente

ROL DEL DOCENTE COMO FACILITADOR - MEDIADOR

El proceso educativo en la actualidad, exige un nuevo enfoque en el desempeño del docente, en donde éste cumple un papel protagónico en el cual debe estar bien preparado en relación a su rol, para asumir la tarea de educar a las nuevas generaciones y ello implica no sólo la responsabilidad de transmitir conocimientos básicos para el alumno, sino también el compromiso de afianzar valores y actitudes necesarios para que puedan vivir y desarrollar sus potencialidades plenamente, mejorar su calidad de vida, tomar decisiones fundamentales y continuar aprendiendo.

En concordancia con lo antes expuesto, este trabajo se ha realizado con la finalidad de investigar todo lo referente al rol del docente como facilitador-mediador resaltando las características personales y pedagógicas que debe poseer para su buen desenvolvimiento como profesional de la docencia.

En este sentido, el rol del docente como facilitador-mediador consiste en lograr que el alumno aprenda y logre su desarrollo integral. Por ello, facilita la realización de actividades y media experiencias significativas, vinculadas con las necesidades, intereses y potencialidades de los mismos, igualmente debe manejar la zona de desarrollo próximo que según Vigotski, citado por Santamaría (2005) se refiere a:

…la distancia entre el nivel real de desarrollo determinado por la capacidad de resolver problemas de forma independiente y el nivel de desarrollo potencial determinado por la resolución de problemas con la colaboración de un compañero más capaz o con la guía de un adulto. (p.s/n)

En este orden de ideas, el papel que debe cumplir el docente facilitador-mediador debe ir direccionado a llevar al alumno a su nivel de desarrollo potencial y definir con precisión las posibilidades de un alumno, especialmente porque permite delimitar en que espacio o zona debe realizarse una acción de enseñanza y qué papel tiene en el desarrollo de las capacidades humanas, ya que por un lado define lo que

él solo puede hacer, denominado nivel de desarrollo real y por otro lado el nivel de desarrollo potencial que determina lo que puede hacer con ayuda.

Es por esto, que el docente debe ser facilitador y mediador de conocimientos que coadyuve al estudiante a ser el protagonista de su propio aprendizaje mediante el uso de nuevas estrategias, ya que éste únicamente debe facilitar los medios al mismo tiempo que señala el camino por donde deben transitar a fin de lograr una verdadera formación.

Asimismo, este conjunto de aptitudes que debe poseer un docente facilitador-mediador se van adquiriendo en la práctica cotidiana, es decir, no nace se hace y para hacerse requiere del desarrollo de la sensibilidad sensorial, la destreza lingüística, la flexibilidad y la ética profesional, igualmente debe ser un guía y convertirse en una agente generador de conocimientos.

En consecuencia, un docente facilitador-mediador deja atrás los modelos tradicionales que según Duart y Sangrá (2000) “…se caracterizan por centrar el desarrollo del proceso en el docente, relegando al estudiante a ser un mero observador y oyente en la mayoría de casos…” (p.2), y se dirige a un modelo en donde prevalece el protagonismo del alumno convirtiéndolo en el actor de su propio aprendizaje.

Igualmente, este modelo orienta al docente en el proceso de evaluación para descubrir habilidades y destrezas que constituyen indicadores de un aprendizaje significativo

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