SOBERANÍA ALIMENTARIA

UNIVERSIDAD DEL CAUCA

FACULTAD DE CIENCIAS AGROPECUARIAS

DEPARTAMENTO DE CIENCIAS AGROPECUARIAS

PROGRAMA: INGENIERÍA AGROPECUARIA

ÁREA: DESARROLLO Y EXTENSIÓN RURAL

TEMA: SOBERANÍA ALIMENTARIA

“cómo contribuir a garantizar soberanía alimentaria en comunidades rurales.”

ESTUDIANTE(S): JOHN ANÍBAL BASTIDAS ALEGRÍA Fecha: enero de 2014

Nuestro hermoso país ha basado su economía en la extracción y la exportación de materias primas, desde años atrás de historia, lo que ha llevado a que nos encontremos dependientes del mercado internacional, insustentable y pobre para el campesino. Si tenemos en cuenta que las “normas” de este mercado internacional nos obliga a producir exclusivamente para la exportación, todas nuestras otras necesidades tendremos que cubrirlas a través de la importación; específicamente si nos referimos a los productos agrícolas y por ende a la comida, ésta quedará en manos extranjeras, particularmente, en manos de las empresas transnacionales de la alimentación lo que significa la garantía de una seguridad alimentaria, cohibiendo el poder de decidir soberanamente sobre la alimentación del país.

En este sentido, de tener decisión sobre nuestra ‘comida’, - y reparo en que comida encierra a todos los productos agropecuarios que se producen en nuestras fincas-, y en la búsqueda de la sustentabilidad, debemos encontrar propuestas para una agricultura orientada al mercado interno como formas de construir una economía solidaria, pero también poder trabajar por la soberanía alimentaria.

“La soberanía alimentaria es un concepto que está en proceso, no porque sea una propuesta nueva, pues nuestro pueblos han sido en el pasado soberanos en su alimentación, y hay algunos que todavía lo siguen siendo, cada día menos desafortunadamente, sino porque hoy surge con mayor fuerza, debido a la amenaza que representa el mercado mundial y la globalización.”

La soberanía alimentaria entonces se sustenta en la capacidad control y decisión soberana en toda la red alimenticia, desde la producción hasta el consumo y en el auto abastecimiento de las personas de la propia finca o de una propia comunidad, en su alimentación. Esto enmarca a este concepto en cuestiones estructurales como lo es el acceso a los recursos, es decir, la propiedad y uso de la tierra (inequidad, reforma agraria), agua, biodiversidad; así como tiene que ver también con los sistemas de producción (monocultivo vs sistemas integrados, sustentables y sostenibles), entre otros aspectos como la propiedad de semillas y de fertilizantes (paquetes tecnológicos)

En cuanto a la productividad, “En cada país (donde los datos estén disponibles) se puede comprobar que las pequeñas fincas son, en cualquier parte, de 200 a 1,000 por ciento más productivas por unidad de área.

El mito de la mayor productividad de las grandes fincas se debe en parte al uso del confuso término "rendimiento" para medir la productividad. Rendimiento significa cuánto puedes obtener de un determinado cultivo por unidad de área, por ejemplo, la cantidad de soya por acre.

Esa es una medida relevante sólo para monocultivos. En el monocultivo un solo cultivo crece en un campo, en lugar de las diversas mezclas de cultivos y animales que tienen los pequeños agricultores.” .

En este sentido puedo opinar que el “rendimiento” es tan solo un parámetro que más que evaluar lo que produce la finca, es una medida descalificadora que se han inventado los que manejan el monopolio de la producción para obligar indirectamente al campesino a llegar hasta esas metas con la falsa idea que “si estas por debajo de ese rango estas mal” (charla con Hugo Erazo) y claro, la única forma de entrar en ese rango es pasando de un sistema integrado a un sistema de monocultivo y con toda su cadena de insumos, por lo que la propuesta es implementar otro tipo de parámetros incluyendo a la calidad de producción, una producción limpia, ecológica y en relación directa con el medio ambiente y su diversidad.

Por otra parte “La agricultura a pequeña escala con sus técnicas de manejo tradicional, adaptadas a cada condición y ecosistema, ha sido históricamente menospreciada desde las instituciones políticas y también desde los ámbitos de la enseñanza e investigación agraria.” La cual es la que debemos recuperar para complementar, de alguna manera, los nuevos conocimientos adquiridos en la academia, con los conocimientos que vienen desde nuestros antepasados, y así contribuir a la lucha que se gesta para mantener nuestra soberanía alimentaria.

Es así como “Tanto el V Congreso Mundial de Agrónomos en Canadá, como la Federación y demás agremiaciones de Agrónomos y profesionales del agro deben concentrar sus mejores esfuerzos en la defensa de la soberanía alimentaria…Así lo propone el nuevo libro SIN COMIDA NO HAY VIDA NI PAÍS” similarmente se debe propender por prácticas en pro de – como ya había mencionado- la soberanía alimentaria. Estas actividades tienen que ver con los siguientes

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