Secretos en la pared

Secretos en la pared

Rachel Evans nunca fue alguien que se pudiera describir bajo el apelativo de normal.

No había vivido una infancia normal. Hija de padres divorciados, siempre escuchando las peleas de estos aun cuando no vivían juntos, lo que la había hecho adorar el silencio, y no acercarse lo suficiente a nadie como para que le gritaran de ese modo.

Con los años esta característica se había agravado poco a poco. Había ido a infinidad de psicólogos y psiquiatras, pero a ninguno le había contado la verdadera razón de su aislamiento. Sabía lo que pasaría si lo decía y por eso mismo había aprendido a no confiar en nadie más; que en los muertos que veía.

Porque si, Rachel Evans veía fantasmas.

A veces solo una vez, y luego estos no volvían a aparecer, simplemente seguían su camino. Otras veces la seguían por todos lados, pidiendo ayuda, clamando por ella. A estos últimos los trataba de ayudar como podía, llevando algún mensaje o dejando claves de forma anónima para que encontraran sus cuerpos.

En definitiva era una médium, o eso dirían los expertos, pues ella lo llamaba maldición, sí, porque era irónico que siendo una médium nunca hubiese visto a sus padres, después de su muerte hacía unos cuantos años. No pudo despedirse de ellos, y sin embargo, veía como espectros caminaban a su lado todos los días.

Por eso mismo, muchas veces se sentía retorcida cuando pensaba en lo que estaba estudiando. Ser forense no la iba a alejar de los muertos, pero también era cierto que había aprendido que los vivos hacen mucho más daño que ellos.

Cerró los ojos un momento antes de reanudar su caminata por los pasillos del hospital.

Esta era la clase que menos disfrutaba, entrar a la morgue no era un problema si estaba sola, estaba acostumbrada a los fantasmas hablándole, a los cadáveres moverse, relatarle su muerte o su gran confusión. Pero no sobresaltarse, era otra cosa, no podía evitarlo, y si a eso le sumaba que cada vez que veía a uno sentía una pequeña debilidad, temía constantemente parecer una loca en frente de todos.

Armándose de valor cruzo la puerta del tanatorio, uniéndose a la fila de alumnos que esperaba al profesor.

⎯ ¿Qué se supone que estamos esperando? ⎯ Murmuro Brenda Simmons, una de sus compañeras menos privilegiada por la genética en cuanto a inteligencia. En cambio si hablamos de belleza, era preciosa. Risos rubios hasta la cintura, piel pálida y ojos celestes, y por lo tanto siempre asediada por los hombres.

⎯ El profesor está dentro, con otro alumno ⎯ Le explico James Lewis, que sutilmente se había colocado a su lado, era alto, castaño y con ojos cafés, siempre tratando de llamar su atención, nunca lo había logrado pero no se daba por vencido.

⎯ ¿Quién, tiene nuevo ayudante? ⎯

⎯ Nunca lo había visto ⎯  April Luthor se unió a la conversación, ojos negros, piel tostada, cabello lacio y de un color azabache que llegaba a su barbilla. Rodo los ojos y se alejó de Brenda. ⎯ Aunque ya está causando sensación ⎯

⎯ ¿Por qué? ⎯

⎯ Es guapísimo Rachel ⎯ Sonrió la chica. April era muy dulce y buena amiga, aunque nunca la había dejado entrar mucho en su vida.

⎯ Te recuerdo, April Luthor, que venimos a ver cadáveres, no a hombres guapos y vivos⎯ Dijo con sorna.

⎯ ¡Que asquerosa eres! ⎯

Rachel no alcanzo a contestar, ya que las puertas se abrieron y un hombre de unos veinte y pocos salió para indicarles que podían pasar. April tenía razón, era mucho más guapo de lo que se había imaginado. El cabello castaño, piel muy blanca que hacían resaltar unos orbes color zafiro, enmarcados por gruesas y largas pestañas. Y no era solo el rostro; con más de 1,90 de altura tenía el cuerpo de una persona que hace deporte, firme y musculoso, pero no demasiado.

Mirándole fijamente apenas se dio cuenta que ya había entrado a la morgue, el habitual frio del lugar mezclándose con sus huesos y con el de las almas que vagaban allí.

⎯ Bien alumnos ⎯ El profesor Morris, un hombre ya mayor comenzó a hablar. ⎯La clase de hoy será dirigida por el señor David O’Connor, recientemente titulado en el área de psicología forense, quizás creen que esto no les sirve tanto a ustedes, pero es interesante que conozcan sobre el tema.⎯

⎯ Como dijo el profesor Morris, es importante que tengan noción de lo que es la psicología forense ⎯ Comenzó, su voz era aterciopelada y grave. ⎯ No los voy a aburrir con definiciones, pero si deben saber que no solo la causa de la muerte y las pruebas forenses sirven a la hora de resolver un crimen. A través de los cuerpos, donde fueron hallados, o en la posición en que lo hicieron, así como decenas de particularidades, podemos determinar si el asesino conocía o no a la víctima, si siente remordimiento o no lo siente en absoluto…⎯

Estaba completamente concentrada en sus palabras por lo que se sobresaltó visiblemente cuando una figura detrás de él, llamo su atención. Sintió como su columna se fue convirtiendo en hielo, cuando ella la miro por una milésima de segundo y luego siguió caminando desorientada

¿Quién era ella?

⎯ Bien, ahora quiero que vean el cadáver que tenemos aquí. ⎯ Destapo parcialmente el rostro de una mujer hasta los hombros, Rachel sintió que la sangre se le helaba aún más.

Era la misma mujer detrás de él.

Trago en seco. La mujer espectral observo su cadáver y luego las fotos de la escena del crimen, que él acababa de proyectar. Estuvo a punto de pedir que quitaran las fotos, pero no sabía cómo explicar su petición, así que guardo silencio.

⎯ Bien, quiero que observen ⎯ Señalo con un puntero la crudas fotografías. ⎯ El asesino fue muy descuidado y no muestra mucha inteligencia, quizás siente algo de odio hacia las mujeres. Aunque esto se contrarresta por el hecho de haber cubierto su rostro ¿Alguien puede aventurar que significa esto? ⎯

⎯ Que tal vez siente culpa, o conocía a su víctima ⎯ Respondió mirando al fantasma. Ella se fijó en Rachel, haciendo gesto de no saber. Rachel cerró los ojos y se pasó la mano por la frente. No recordaba… la peor clase de fantasma.

...