Sexismo Linguistico

¿Es necesario intervenir en la lengua, para evitar el sexismo lingüístico?

El sexismo lingüístico ha dado inicios a grandes debates sobre si es o no utilizado el lenguaje castellano, si diversos autores han propuesto sus diferentes puntos de vista; en este caso, nos centraremos en Bosques y Fernández. Se entiende por “sexismo lingüístico” cuando un individuo emite un mensaje, en el mismo se utiliza una sintaxis que resulta discriminatorio en cuanto al sexo se refiere, lo cual se incurre en el sexismo social.

La postura de Bosques acerca de la lengua y el androcentrismo. Plantea principalmente la confusión entre género y género sexual, a causa del léxico, la morfología y la sintaxis del castellano, el uso no sexista de la lengua, las cuales afirman que el androcentrismo en la lengua “nos hace interpretar a lo masculino como lo universal “ya que no garantizarían “la visibilidad de la mujer”. Bosque resume su postura al decir: “No creemos que tenga sentido forzar las estructuras lingüísticas para que constituyan un espejo de la realidad, impulsar políticas normativas que separen el lenguaje oficial del real, ahondar en las etimologías para descartar el uso actual de expresiones ya fosilizadas o pensar que las convenciones gramaticales nos impiden expresar en libertad nuestros pensamientos o interpretar los de los demás”.

Bosque no reconoce que existe además, un problema estructural en la sociedad, lo cual se refleja en el lenguaje. Es necesario extender la igualdad social de hombres y mujeres, y lograr que la presencia de la mujer en la sociedad sea más visible. Bosques dice que “la enseñanza de la lengua a los jóvenes constituye una tarea vital e importante.se trata de lograr que aprendan a usar el idioma para expresarse con corrección y con vigor; para argumentar y desarrollar sus pensamientos, defender sus ideas, luchar por sus derechos y realizarse personal y profesionalmente. En plena igualdad”.

“no se debe olvidar que los juicios sobre nuestros lenguaje se extienden a nosotros mismos”.

June Fernández afirma que el androcentrismo impera en la lengua y en la sociedad, por lo cual es importante incluir a las mujeres y propone buscar formas para que el hombre no sea el sujeto de referencia en el lenguaje. Fernández critica el hecho de que Bosque esgrima como argumento que la mayoría de las mujeres no se sienten discriminadas. Para Fernández siempre tiene que haber una minoría incómoda que cuestione una norma social (o un uso del lenguaje, en este caso) y luche por cambiarla. Ella tacha de “ideológica” la postura de Bosques porque si él no es capaz de reconocer malos usos derivados del sexismo en el lenguaje y que incluir a las mujeres no perjudica a la lengua sino que la enriquece, es porque le mueve una ideología determinada y no la mera “pasión por la lengua” Fernández sostiene que las normas sobre el castellano se establecieron

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