Supervisión Educativa

INTRODUCCIÓN

La Educación es un proceso que encierra muchos aspectos esenciales los cuales ameritan una óptima preparación y consagración a la labor formativa que se ejerce, pues de ella depende, en gran medida, la calidad profesional de estudiantes cuyas expectativas en ocasiones no alcanzan a satisfacerse precisamente por la falta de capacitación del gestor docente quien desaprovecha las oportunidades brindadas por el Ministerio de Educación o entidades privadas que ven a bien invertir en la misma.

Para garantizar un excelente servicio educativo es menester que el docente desempeñe muchos roles de tal forma que el proceso sea eficiente desarrollando una conciencia abierta y presta al servicio particular y colectivo de la propia comunidad o región. Dentro de los roles desempeñados por el profesor están los de gestionar, orientar y mediar; la gestión misma conlleva a procesos internos imprescindibles en la labor formativa, entre ellos se encuentran: planear, organizar, coordinar, supervisar y evaluar.

La supervisión conlleva a la observación, registro y monitoreo de actividades, dirección, manejo de recursos, entre otros aspectos inherentes a la función, todas ellas requeridas al imprimir esa dinámica necesaria para alcanzar los objetivos propuestos en la malla curricular o en la Misión y Visión institucional. Es tan importante y necesaria, pues ella permite descubrir baches, incertidumbres, condiciones, desmotivaciones que tanto estudiantes como acudientes y docentes experimentan a lo largo del proceso educativo y pueden subsanarse a tiempo.

A través de la supervisión se detectan aciertos y desaciertos característicos en la rutina diaria de todo establecimiento educativo, siendo tarea del gestor idear una bitácora o un plan de contingencia que permitan la plena realización de tareas de forma armoniosa, descubriendo a los líderes y orientándolos a colaborar guiando a otros en el desarrollo de actividades en las que es difícil llegar a algunos. Ser supervisor implica poseer el carisma necesario para dirigir y obtener la máxima eficiencia del personal a cargo.

SUPERVISIÓN EDUCATIVA

SUPERVISIÓN EDUCATIVA: CONCEPTO

El término Supervisión significa “ver desde lo alto”, “por encima de”; etimológicamente proviene de las voces latinas “súper” que significa “sobre o encima de” y “visión” que implica percepción, lo que supone tener una visión superior. La supervisión educativa es un servicio de orientación y asesoría técnica en la cual la verificación y la evaluación son acciones complementarias que permiten recoger información sobre la problemática que deberá ser superada a través de acciones de asesoramiento, tan pronto sean detectadas. (Alvarado, D.)

El servicio de supervisión educativa está destinado al mejoramiento de la calidad y eficiencia de la educación mediante el asesoramiento, la promoción y la evaluación del proceso educativo y de su administración. Se ofrece en forma permanente y organizada conformando un sistema (Ministerio de Educación). Tal supervisión permite a los planteles educativos mejorar el servicio elevando la calidad y desarrollando competencias propicias para un desenvolvimiento pleno e integral de los discentes.

El Reglamento de la Ley Orgánica de Educación (1986, p. 44), Art.150, expresa que la supervisión es una función pública de carácter docente, realizada por el directivo y/o supervisor con el objeto de prestar un servicio de ayuda, orientación y asesoramiento a todo el personal docente. El mismo reglamento define la supervisión educativa como una función pública de carácter docente, mediante la cual el Ejecutivo Nacional, órgano del Ministerio de Educación, garantiza el logro de los fines educativos previstos en la Constitución, en la Ley Orgánica de Educación y demás instrumentos normativos en materia educativa, así como la correcta aplicación de las políticas del Estado venezolano para el sector educación (p. 31)

Así mismo la Universidad de Guadalajara plasma una apreciación que ratifica los anteriores conceptos, definiendo la supervisión como un “servicio de ayuda y asistencia al educador, destinado a lograr el mejoramiento de los resultados del proceso enseñanza-aprendizaje, que atañe a todas las actividades y a todas las personas que concurren en el proceso educativo y que se realiza mediante un trabajo cooperativo. Bajo el punto de vista dinámico, la supervisión deberá entenderse como los esfuerzos llevados a cabo por la escuela con el objeto de llevar a los maestros y demás personas que tienen a su cargo el desarrollo y la conducción del proceso educativo a ejercer un liderazgo que tienda al perfeccionamiento del mismo”

Implica lo anterior que quien ejerza dicho servicio debe estar calificado para orientar y dirigir procesos y acciones propias de docentes en el afán por detectar fallas o desaciertos, estar actualizado en cuanto a las políticas educativas del momento; ser mediador y negociador de tal manera que no se convierta en el enemigo que pisoteará el trabajo emprendido generando conflictos y polémicas, ni en el amigo facilista que no ayuda a vislumbrar los yerros para mejorar.

La supervisión se encuentra entre la Administración y el centro docente, realizando una labor de puente entre ambos. Las normas de la Administración llegan a la escuela a través del supervisor, y el funcionamiento obtenido en la aplicación de esas normas, las exigencias sociales o las necesidades de la escuela también llegan a través del mismo a la Administración. Esta situación convierte la supervisión en clave del desarrollo de los procesos sistémicos, pues de su correcto y ágil funcionamiento depende la adecuación rápida del sistema a los requerimientos de la sociedad y de la escuela. Al igual que, de modo inverso, es de su responsabilidad que las innovaciones propuestas desde la Administración se apliquen, de forma efectiva, en los centros.

En definitiva, la supervisión garantiza el ajuste del sistema educativo y su aplicación rápida y apropiada. Como asegura la ya tradicional afirmación de Gil de Zárate (1855, 301), refiriéndose a los supervisores: "Si en todos los ramos del servicio público es conveniente esta clase de funcionarios, en la instrucción pública es indispensable. Sin ellos la Administración nada ve, nada sabe, nada puede remediar".

La supervisión educativa no es un concepto moderno, esta tiene sus orígenes en los primeros modelos de las organizaciones educacionales de la antigüedad. Aunque no había Estados con la connotación moderna que hoy se conoce, ni se podía hablar de sistemas escolares, sí hubo organizaciones educativas donde los tipos de estados existentes tenían cierta incidencia en las escuelas.

Las escuelas chinas tenían en la Dinastía Han (206 hasta 188 a. C.) funcionarios encargados de controlar el rendimiento de los maestros . De igual forma, en Grecia-Atenas- existía el sofronista, que era un magistrado encargado de vigilar la educación; en Esparta los éforos, cada uno de los magistrados que elegía el pueblo, controlaban la educación pública en todas sus manifestaciones . En la India y Egipto se presentaron casos similares . En Roma los censores eran magistrados facultados por la ley para tener control y autoridad sobre la marcha de la educación y las escuelas.

Por tanto los orígenes de la supervisión educativa están vinculados no a la aparición de la educación como categoría, sino al surgimiento de su institucionalización a través de la creación de los centros escolares. La educación fue un hecho fundamentalmente privado hasta que aparecieron los Estados modernos. Los primeros en ocuparse de la creación de escuelas y de su atención y control fueron la familia, la iglesia y los poderes locales. La organización de las mismas supuso siempre la necesidad de dirección y control, pues toda comunidad, asociación o Estado requiere de esta función con el fin de poder planificar, impulsar, conocer o enmendar el funcionamiento de sus instituciones docentes.

En la anterior necesidad se encuentra el origen de la supervisión educativa, como primer mecanismo de fiscalización. Esta gestión recayó en quienes fundaron los centros escolares y detentaron el poder sobre ellos, fueron personas, asociaciones, entidades religiosas o comunidades. En todo este tiempo, antes que las transformaciones económicas y sociales impuestas por el desarrollo promovieran la aparición de sistemas escolares públicos, la supervisión fue ejercida por los que se ocuparon de las instituciones escolares, antes que el Estado, especialmente la Iglesia.

CARACTERÍSTICAS DEL SUPERVISOR EDUCATIVO

El supervisor educativo es aquella figura profesional delegada por el Ministerio de Educación Nacional encargada de asesorar a los Directores de centros educativos en todos los asuntos de su competencia, velar por el fiel cumplimiento de la Legislación educativa vigente en todos los órganos del sistema, en el ámbito de la jurisdicción; supervisar el desarrollo de todas las acciones educativas que se realicen en el circuito escolar, excepto las de educación superior; detectar, dentro de su circuito escolar, los problemas administrativos que atañen a la administración y a la calidad del sistema escolar, entre otras (Arce Celin, 1990)

Las anteriores funciones permiten caracterizar al supervisor, señalando como propias las siguientes:

 Diagnosticar el proceso y puntualizar

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