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TRANSTORNOS PSICOMOTORES


Enviado por   •  23 de Junio de 2014  •  2.743 Palabras (11 Páginas)  •  227 Visitas

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INTRODUCCIÓN

En este presente trabajo abordaremos sobre los transtornos psicomotores en los niños en edad preescolar, esto con la finalidad de intervenir de manera oportuna, teniendo por supuesto un conocimiento previo, así como algunos instrumentos de la valoración psicomotriz, se hablara acerca de cada uno de ellos, mencionando características, y nos menciona algunas estrategias que se emplean para la reeducacion o más bien como debemos intervenir. Los transtornos se clasifican en: transtornos psicomotores y los transtornos afectivos.

TRANSTORNOS PSICOMOTORES EN EL NIÑO

PRINCIPALES ASPECTOS DE LOS TRANSTORNOS PSICOMOTORES:

Nos dice que la noción de transtorno psicomotor es una de las más difíciles de definir: debido a los factores, carácter evolutivo de las manifestaciones multiplicidad de las formas y los contenidos, los transtornos que a continuación se presentan:

1.-TRANSTORNOS DEL ESQUEMA CORPORAL (Y DE LA ESTRUCTURACION TEMPORO-ESPACIAL)

Nos dice la lectura que los transtornos del esquema corporal cubren toda una serie de posibilidades las cuales no todas son accesibles a una observación objetiva y las apreciaciones se hacen en torno a dos aspectos de este esquema corporal.

- Aspecto del conocimiento del cuerpo: función del nivel que no siempre es significativo; un conocimiento corporal correcto, que no significa forzosamente ausencia del transtorno.

- Utilización del cuerpo, es el elemento más importante de nuestra observación, y es donde se traducen más claramente las dificultades, pero que sin embargo hay varias compensaciones que pueden enmascarar dicho transtorno.

Por lo tanto es necesario un examen profundo o la observación permanente para precisar claramente las dificultades que muchas veces se encuentran solo a través de la fragilidad de las realizaciones

El examen psicomotor hecho de acciones simples, pero presentadas de forma habitual al niño, las insuficiencias aparecen a través de imprecisiones de los actos, su falta de organización, la torpeza en la utilización de su cuerpo, y también del espacio y de os objetos; si pese a todo los sujetos llegan a un importante esfuerzo, que no es por ello menos significativo. La vigilancia y el supe control, las vacilaciones y la lentitud en las respuestas se hacen perceptibles este esfuerzo y no es extraño que surja la fatiga y provoque confusión, bloqueo o una descompensación repentina. No es raro comprobar pequeñas discordancias de lateralidad, dificultades de coordinación y transtornos del tono.

REEDUCACION: Intentara reconsiderar el problema desde su origen y en su conjunto. La integración psicomotora que buscamos solo puede efectuarse a partir de una experiencia interiorizada y asumida por el sujeto y para esto es importante tomar en cuenta las bases reales de partida no solo en la acción si no que hay que tomar en cuenta el clima de relación que haga este asumible.

RETRASOS DE MADURACIÓN

Estos se hallan muy unidos a la historia del niño y deben ser considerados en la misma perspectiva evolutiva global, pero que se han de considerar los elementos de evaluación respecto al nivel motor normal, pues intervienen también factores complejos que atañen al desarrollo psicoafectivo, a las motivaciones y a las experiencias y que condicionan en cierto moda la “dinámica madurativa”.

Estos retrasaos adoptan inversos aspectos en función de su importancia y de los desfases, se toma en consideración la personalidad del niño, que es muy importante ya que mediante este aspecto de inestabilidad psicomotora lo que atrae la atención es: en ocasiones la torpeza, la incoordinación, la deslateralización y aun la insuficiencia de las funciones de estructuración temporoespacial, de conocimiento y utilización de su cuerpo. Este retraso motor constituye en cierto modo el telón de fondo sobre el que destaca la perturbación más intensa o modesta; son frecuentes la madurez afectiva, actitud infantil y regresiva, comportamiento informado por la dependencia, la pasividad, la sugestividad y la carencia de iniciativa, que en ocasiones puede haber manifestaciones de oposición o de agresividad: también nociones de bloqueo o no bloqueo del cuerpo que influye a la evolución.

REEDUCACION:

Para que se pueda dar una tranquilizacion en el plano afectivo: es importante que el sujeto haya franqueado determinadas etapas en la que haya constante tranqilizacion afectiva ya que esta desempeña un papel preponderante, esta tranquilizacion es absolutamente importante y necesaria para que el sujeto pueda abandonar ciertas posiciones regresivas y asumir una parte activa en su reducción.

TRANQUILIDAD EN EL PLANO MOTOR; indispensable, para proseguir la evolución y seta va de la mano con el intercambio afectivo, a medida en que se progresa en la dificultad, estos resultados van adquiriendo, un valor más grande, que, poco a poco, constituyen otra fuente de motivación y bloqueo, pero no es suficiente para llevar esta reeducación buen término, aun es necesario que el sujeto tome iniciativa de utilizar sus nuevas posibilidades interiores de otra situaciones y relación.

DISARMONIAS TÓNICOMOTORA

Independientemente de los retrasos de maduración y encontrar a menudo, por otra parte, en sujetos de un buen nivel motor, se sitúan algunas disarmonias tónicas, que quedan extremadamente ligadas a la situación y a las dificultades de relación.

Las repercusiones ejercidas por las variaciones afectivas y la emoción varían mucho de un sujeto a otro y que ofrecen una gama de reacciones individuales, para un mismo sujeto también varían con el tiempo y de manera selectiva constituyendo a la larga un verdadero condicionamiento tónico.

Esta mala regularización de tono se manifiestan ene le examen psicomotor por una gran discontinuidad de la adaptación, tanto motora como socio afectivo: periodos de reacciones normales alteran con repentinas crisis de inhibición o por el contrario descargas tónicas con incontinencia, rigidez, brusquedad, impulsividad, la relajación es difícil de obtener, el sujeto no logra dominar sus reacciones ni inhibirlas voluntariamente. Por el contrario, todo esfuerzo en este sentido desemboca en un incremento de la rigidez, según la amplitud de estas manifestaciones y las repercusiones de esta mala regularización tónica sobre la actividad

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