TURISMO EN COMALCALCO

“HACIENDA LA LUZ”

COMALCALCO, TABASCO

Hace ya más de 80 años comenzó la historia., el Dr. Otto Wolter Hayer llego al norte del país, después se desplazo hacia el sur, a nuestro estado de tabasco., adquirió esta propiedad convirtiéndola en una de las primeras fincas cacaoteras de la famosa región de la Chontalpa Tabasqueña.

Se estableció, para ser precisos, en el municipio de comalcalco, en este extendió sus raíces e hizo parte de él la tradición y cultura de cosechar el cacao para darle diferentes usos, al principio lo hizo para su consumo propio y después se fue haciendo su manera de subsistir.

Utilizaron diferentes técnicas para darle forma a esta materia prima y así convertirla en diferentes productos, los cuales hasta ahora se han elaborado tal cual se hacía en sus inicios.

PROCESO DE VENTAS

Actualmente, en el Boulevard Leandro Rovirosa Wade se conserva la hacienda, en esta hay una tienda donde pueden entrar desde turistas hasta los mismo residentes de esta localidad, está abierto para todo el público en horarios accesibles., aquí se puede encontrar diversos productos derivados del cacao y para conocer un poco más de la historia presentan ante los clientes un “chocotour” donde un guía nos conduce por toda la hacienda, comenzando por el madreado (plantío de cacaco) donde el guía se encarga de mostrarnos cada punto detallado del plantío como la historia de la planta el cacao, su nombre científico y como lo llamaban nuestros antepasados, en fin la historia en redondo de esta planta que para muchos es insignificante pero para otros nos es un gran patrimonio como tabasqueños.

Durante todo el recorrido se muestran diferentes plantas las cuales ayudan a mantener viva tanto a la hacienda como a todas las plantas de cacao., seguidamente se cuenta con el acceso al interior de la bodega de la hacienda como a las habitaciones de esta, donde ahora funcionan como museo ya que a simple vista las grietas de cada pared cuentan la historia de lo que un día fue un hogar de lucha y constante para hoy ser lo que es.

Al final del recorrido, y de ver lo bien que se ha conservado la hacienda, regresamos a la tienda de la hacienda donde se puede degustar agua de avena de cacao, trocitos de chocolate blanco y negro (por supuesto cortesía de la casa), los colaboradores de la tienda agradecen la visita a la hacienda y ofrecen que cada turista exprese sus ideas en un libro de visitas, lo cual a mi me parece una gran oportunidad para ellos para mejorar su atención., se puede disfrutar de esto y más a precios accesibles, podría decir que vale la pena visitar la hacienda. Una de las riquezas tabasqueñas.

¿CÒMO MEJORARIA EL PROCESO DE VENTA?

A pesar de la hermosa ruta que nos mostraron y la degustación,

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