Taxonomía de Bloom aplicada al análisiss de un libro de texto de secundaria

Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

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Facultad de Ciencias Físico-matemáticas

Maestría en Educación Matemática

Metodología de la investigación II

Profesor: Dra. Estela de Lourdes Juárez Ruíz

Presenta:

Lic. Irma Elibeth Rugerio López

Tarea 2. Análisis de texto

Noviembre 2020

Aplicación de la taxonomía de Bloom para el análisis de los objetivos educacionales y la evaluación en un libro de texto

                                        Irma Elibeth Rugerio López

Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

Irma.rugeriol@alumno.buap.mx

Resumen

En este trabajo se aplicó la taxonomía de Bloom para el análisis de uno de los libros de texto de tercero de secundaria pública de México, respecto a la coherencia entre los objetivos educativos y la evaluación, que son dos de los tres aspectos de la triada en el alineamiento curricular. Se muestra cómo la taxonomía de los objetivos educativos sirve como marco para clasificar lo que esperamos o pretendemos que los estudiantes aprendan como resultado de la instrucción.

Abstract

In this work, Bloom's taxonomy was applied for the analysis of one of the textbooks of the third year of public secondary school in Mexico, regarding the coherence between educational objectives, and evaluation; these are two of the three aspects of the triad in curricular alignment. It shows how the taxonomy of educational objectives serves as a framework for classifying what we expect or intend for students to learn because of instruction.

Introducción

El aprendizaje incorpora la adquisición del conocimiento. Esto parece ser algo obvio, o de sentido común cuyas implicaciones sobre cómo enseñar y cuánto, resultan ser más complejas de lo que parece. Comienzan a surgir cuestionamientos sobre el medio en que debe presentarse la información a los estudiantes, si en libros y lecturas y cómo evaluar todos estos conocimientos que se esperan que obtengan los alumnos, o al menos medir cuánto del material presentado, es capaz, como mínimo, recordar el estudiante (Mayer, 2006).

Dos de las metas educacionales más importantes son promover la retención y el transfer (cuando este ocurre, se dice que hay un aprendizaje significativo). Retención es sólo la habilidad de recordar material algún tiempo después al mismo tiempo que se presenta la instrucción. Por otro lado, el transfer es la habilidad de usar lo que fue aprendido para resolver problemas nuevos, responder preguntas, o facilitar aprendizajes de nuevos temas.

Cuando se está interesado en enseñar y en evaluar el grado en que los estudiantes han aprendido algún contenido y retenido por algún periodo de tiempo, se debería poner especial atención en los procesos cognitivos, especialmente aquellos asociados con Recordar. En contraste, si se desea expandir el enfoque y evaluar el conocimiento significativo, se necesita enfatizar aquellos procesos que van más allá de recordar.

La Taxonomía revisada, que se explicará en el siguiente capítulo, incluye seis categorías de procesos cognitivos, uno mayormente relacionado con (Recordar) y otros cinco relacionados con el transfer (Entender, Aplicar, Analizar, Evaluar y Crear) 

Cuando hablamos de libros de texto de matemáticas, siempre podemos observar una característica frecuente y llamativa en relación con la estructura de su contenido, y esta se puede analizar, analizando tres elementos que resultan asociarse para dar como resultado un currículo completo. La instrucción, que es la parte que controla el profesor, donde se aplica la forma o método de enseñar a los estudiantes, resalta la habilidad y capacidad del profesor para llevar el currículo a los estudiantes; La evaluación, que supone poner a consideración y juicio de valor el conjunto de experiencias diseñadas en una institución para contribuir al aprendizaje de los estudiantes. Esto incluye objetivos, contenidos, actividades, recursos, métodos, etc.; Los Objetivos Educacionales, que proponen metas que se desean alcanzar al final de cada instrucción, y al final de la evaluación.

Se pueden identificar los Objetivos del resto de las partes, pues estos contienen un verbo y un sustantivo. Se dice que el verbo generalmente describe el proceso cognitivo pretendido, y el sustantivo generalmente describe el conocimiento que se espera que los estudiantes adquieran o construyan. Resulta particularmente difícil distinguir entre objetivos y actividades; alinear objetivos, actividades y evaluación; e introducir objetivos más complejos que a su vez estén dotados de sentido común. De aquí que el diseño y aplicación de una Taxonomía, facilite alcanzar estas metas.

Antecedentes

Este marco de los Objetivos Educativos fue concebido como un medio para facilitar el intercambio de ítems de prueba entre profesores de varias universidades con el fin de crear bancos de ítems, cada uno midiendo el mismo objetivo educativo. Benjamin S. Bloom, entonces Director Asociado de la Junta de Exámenes de la Universidad de Chicago, inició la idea con la esperanza de que se redujera la labor de preparar exámenes integrales anuales (Krathwohl, 2002).

Para agregar a este esfuerzo, Bloom reclutó a varios especialistas a través de todo el territorio de los Estados Unidos de América, muchos de los cuáles se enfrentaban a los mismos problemas. Este grupo se reunía alrededor de dos veces al año, comenzando en 1949, a partir de entonces revisaban constantemente el progreso, hacían revisiones y planeaban los siguientes pasos. Su borrador final fue publicado en 1956 bajo el nombre de Taxonomía de los Objetivos Educacionales: La Clasificación de las Metas Educacionales. Manual I: Dominio Cognitivo (Bloom et al., 1956). En este documento de investigación, de ahora en más, se referirá a este texto como La Taxonomía original. La revisión de este trabajo se encuentra en Teoría en la Práctica, que fue desarrollado de la misma manera 45 años después. A esta revisión se le llamará Taxonomía revisada, de aquí en adelante y durante la extensión de este documento (Pintrich, 2002).

Bloom vio la taxonomía original como algo más que una herramienta de medición. Creía que podía servir como:

• Lenguaje común sobre los objetivos de aprendizaje para facilitar la comunicación entre personas, temas, y niveles de grado;
• Base para determinar para un curso o plan de estudios en particular el significado específico de las metas educativas generales, como las que se encuentran en los estándares nacionales, estatales y locales vigentes en la actualidad;
• Medios para determinar la congruencia de los objetivos, actividades y evaluaciones educativos en una unidad, curso o plan de estudios; y
• Panorama de la gama de posibilidades educativas con el que se podría contrastar la amplitud y profundidad limitadas de cualquier curso o plan de estudios educativo en particular.

La Taxonomía Original

La Taxonomía original tenía definiciones de las seis categorías principales en el dominio cognitivo. Estas categorías eran Conocimiento, Comprensión, Aplicación, Análisis, Síntesis y Evaluación. Con excepción de Aplicación, todas las demás categorías eran divididas en subcategorías.

En la Taxonomía original y en una revisión de otros sistemas de clasificación, se seleccionaron 19 procesos cognitivos específicos que encajan perfectamente dentro de estas seis categorías. Estos 19 procesos son pensados como mutuamente excluyentes; juntos delimitan tanto la longitud como la anchura de las seis categorías.

La estructura completa se muestra en la siguiente tabla (Vea Tabla 1).

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• Conocimiento

• Conocimiento específico

• Conocimiento de la terminología
• Conocimiento de hechos específicos

• Conocimiento de formas y medios de lidiar con aspectos específicos

• Conocimiento de convenciones
• Conocimiento de secuencias y tendencias
• Conocimiento de las clasificaciones y categorías
• Conocimiento de los criterios
• Conocimiento de la metodología

• Conocimiento sobre universalidades y abstracción dentro de un campo

• Conocimiento de los principios y generalizaciones
• Conocimiento de la teoría y las estructuras

• Comprensión

• Traslación
• Interpretación
• Interpolación

• Aplicación
• Análisis

• Análisis de elementos
• Análisis de relaciones
• Análisis de principios organizacionales

• Síntesis

• Producción de comunicación única
• Producción de un plan, o un conjunto propuesto de operaciones
• Derivación de un conjunto de relaciones abstractas

• Evaluación

• Evaluación en términos de la evidencia interna
• Juicios en términos de criterios externos

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Las categorías fueron ordenadas de las más simple o sencilla, a las más compleja y de concreta a abstracta. Se asumió que la Taxonomía original representaba, de cierta forma, una jerarquía acumulativa, es decir, volverse experto en una categoría más simple era un prerrequisito para volverse experto en una más compleja.

En ese mismo momento se introdujo el término Taxonomía, pero este resultaba poco familiar para ser considerado como un término en la educación. Se temía que usuarios potenciales no entendieran de qué se trataba. Por lo tanto, al principio se prestó poca atención a la taxonomía original, pero como los lectores vieron su potencial, el marco comenzó a ser citado y ampliamente reconocido; eventualmente fue traducido a más de 22 idiomas.

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