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Taxonomia De Bloom


Enviado por   •  25 de Julio de 2014  •  4.065 Palabras (17 Páginas)  •  230 Visitas

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REUNION LACANOAMERICANA DE PSICOANALISIS BAHIA BLANCA. NOVIEMBRE DE 2009

UNA LECTURA DEL CASO DOMINIQUE.

Acerca de una dificultad en la extracción del rasgo unario.

ALICIA LOPEZ GROPPO.

El caso Dominique se trata de un recorrido analítico conducido por Françoise Dolto en el ámbito de un dispensario cuyo desarrollo consta de 12 sesiones. Dominique es un muchacho de 14 años considerado hasta el momento un “débil simple”, se presenta el temor de que luego de la pubertad pudiera virar hacia la esquizofrenia. La consulta se realiza con fines diagnósticos y de hallarle una ubicación en alguna institución escolar. Asistía hasta ese momento a una escuela especializada sin hacer demasiados progresos ni ocasionar molestias. Es conducido por su hermano mayor dado que cuando sale solo, suele extraviarse debido a que padece de una deriva metonímica. La realidad para D. no está vallada por significantes que señalicen un recorrido y sus cortes, de modo que le permitan ir y volver.

Solo le gusta dibujar, su producción es esteriotipada con apariencia de monobloques, le interesan los artefactos mecánicos.

Esta lectura ha sido dirigida por una pregunta clínica por excelencia: ¿qué hacemos haciendo lo que hacemos? Este caso fue conocido por que en su transcurso, Dolto enuncia la prohibición del incesto, ley humanizante; hecho que despierta interés, sobretodo hacer una lectura de las condiciones de posibilidad para que dicho enunciado no caiga en saco roto; dado que ha D. se lo halla ausente como sujeto; ni tampoco fuera tomado como un precepto moral, es decir que la eficacia no la ponemos a cuenta del contenido sino de la enunciación, es la enunciación la que incluye al sujeto.

La lectura de la clínica, en esta ocasión de un material publicado con suma generosidad, nos permite ver con más claridad un concepto cuando su eficacia ha sido fallida, es decir, en psicoanálisis sabemos a partir de las consecuencias, retroactivamente a partir de lo que no anda inferimos la estructura que las determina. Por eso en el subtítulo indicamos otro interés del material derivado de la lectura en la que situamos una dificultad respecto del trabajo psíquico necesario para hacer de

las primeras trazas rasgo identificatorio; con el consiguiente resultado indeseable de que esas trazas hagan destino para el sujeto.

Señalemos algunos datos significativos del discurso que se despliega desde la primera entrevista:

La mamá de D. dice: “está siendo trabajado por la pubertad”, muestra que lo considera en posición pasiva, de inocencia. Sabemos, por la lectura de Lacan, que el pasaje que todo infans debe realizar en su constitución es de inocente a inconsciente, inocente quiere decir que no se dispone del saber, no se ha articulado el sujeto dividido por el saber inconsciente.

Cuando Dolto le pregunta por su esposo, dice: “tiene una presencia variable, por su trabajo, nunca se sabe cuando llega, cuanto tiempo se quedará, no se lo puede llamar por teléfono porque le molesta”, sin embargo ella está acostumbrada y agrega: “Por suerte tengo a mis hijos, los niños no notan la diferencia, yo soy mamá y papá a la vez”. Esta señora no parece sufrir por las ausencias de su esposo, ni por otras cuestiones referidas a la relación de pareja, por el contrario se considera afortunada de haberlo conocido, ya que como dice: “somos gemelos de miseria juvenil”; “Nos llevamos perfectamente bien y de hecho a los niños no les falta nada, aunque el padre no esté presente. Puedo contar con él si es necesario, en esos casos arregla sus cosas y entonces, él es muy maternal con ellos”.

La madre es hija única, el padre tiene dos hermanos varones a los que nos referiremos más adelante, y una hermana mujer que lleva el mismo nombre que su esposa.

Luego Dolto escucha a D., quien dice: “yo no soy como todo el mundo, a veces al despertar pienso que he experimentado una historia de veras”, “me gustaría ser como todo el mundo, a veces pienso que soy más estúpido que los demás, esto no marcha, pero deliro”. Lo que le posibilita a la analista sancionar que él se da cuenta de sus dificultades y que quiere cambiar, tal vez se ha disfrazado de loco. Y plantear que necesita ver a su padre, no pueden comenzar a trabajar juntos si el papá no da su consentimiento. Hace lo propio con la mamá de D. explicándole que es indispensable que el padre concurra, la escasa presencia del padre no hace que éste no cuente, y se vale de las mismas palabras de la madre: “como Ud. ha destacado siempre actuaron de común acuerdo”.

El padre relata que para D. fue difícil su llegada al mundo desde el primer momento, ya que su madre lo ve feo, moreno, velludo como un mono, parecido al abuelo materno. No fue fácil consolarla para que pudiera aceptar al niño.

El primer encuentro con la mirada del Otro fué traumático, la mirada en tanto objeto libidinal indica el deseo del Otro. Winnicott destacó que el infans hace un pronóstico según lo que encuentra en el rostro de la madre. Si el rostro de la madre no responde, debido a fracasos maternos relativos, provoca una amenaza de caos, el infans organiza su retirada, crecerá con desconcierto. El espejo será algo en lo que pueda mirarse pero no algo dentro de lo cual se mire. Encontrar su persona en el rostro de la madre da lugar a un intercambio significativo.

La angustia en el Otro primordial obstaculiza el encuentro con un deseo donde alojarse. Además es menester que en la mirada del Otro haya algo no especularizable no recubierto por el sentido que de lugar al enigma, pero para eso es necesario que primero haya encontrado lugar en el Otro.

Para D. la primera mirada fue de rechazo al encuentro con los rasgos paternos, justamente entre la madre y su hijo aparecen rasgos de un padre que aquí no indicaban la dirección del deseo. Mirada angustiosa en el rostro materno originada en la relación con su propio padre que pesa sobre D. de modo que no lo ve como un objeto apetecible, amable, esto pone en riesgo tanto que pueda ser investido de significación fálica, como la entrada de libido en el organismo.

El apellido de D. es Bel (en francés alude a bello) son de ascendencia alemana, rubios, de ojos celestes, altos. Su padre lo considera de otro planeta: “No es uno como nosotros”. Al finalizar la entrevista Dolto pide que le manifieste a D. su autorización para que comiencen a trabajar. Ante D. ella destaca el interés que mostró su padre al tomarse la molestia de asistir a esa

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