Teorías de la educación que influyeron en Argentina durante el siglo XX

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FUNDAMENTOS DE LA EDUCACIÓN 

Profesoras Paula Citarella, Virginia Todone y María E. Elías  

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Unidad 3: Teorías de la educación que influyeron en Argentina durante el siglo XX

Tema: La pedagogía tecnicista. El impacto del tecnicismo en la docencia.

Bibliografía:

Gimeno Sacristán, J. (1982). La pedagogía por objetivos: Obsesión por la eficiencia. Madrid, Morata. Introducción, Cap. I, y V.

        Apple, M. (1989). Maestros y Textos. Madrid: Paidós/MEC. Cap. II  

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Presentación

        En la clase anterior iniciamos el desarrollo de la Unidad III del programa destinada al estudio de un conjunto de teorías pedagógicas que, a partir de comienzos del siglo XX, empezaron a cuestionar los principios pedagógicos que habían sido dominantes hasta el momento y habían dado fundamento a la organización de los sistemas públicos de educación.  Así, comenzamos desarrollando las ideas de la Escuela Nueva, acercándonos a sus principios generales y a la concepción particular de dos de sus exponentes más representativos, John Dewey y María Montessori.

        En esta clase nos adentramos en otra teoría, la pedagogía tecnicista, que surge en Estados Unidos a principios del siglo XX. Señalamos que si bien su origen es contemporáneo con el de la Escuela Nueva, la difusión y popularidad de esta última durante la primera mitad del siglo XX hizo que el tecnicismo recién se instalara con fuerza en el discurso pedagógico a partir de las décadas de 1950 y 1960.

Cabe recordar que los autores con los que trabajamos no son referentes de esta corriente pedagógica. Tanto José Gimeno Sacristán como Michael Apple analizan la corriente tecnicista y sus efectos sobre el trabajo docente, las prácticas educativas y la función de la educación en relación al orden social desde un posicionamiento crítico, cuestionando fuertemente los presupuestos de la pedagogía tecnicista.

Pedagogía Tecnicista

¿Por qué es importante conocer esta teoría pedagógica?

En primer lugar porque representa el ingreso de un nuevo actor a la hora de incidir sobre qué tipo de educación es necesaria para la formación de los sujetos. El tecnicismo introduce una racionalidad netamente económica, tanto en los fundamentos de la educación, como en los procesos que guían la práctica educativa, y en el resultado -o producto- al que aspira.

En segundo lugar, porque logra impactar de tal forma en las concepciones respecto a la función que la escuela debe cumplir que termina afectando  los términos y sentidos que la educación tiene. Así, se comienza a hablar de una educación que se piensa en términos de relación entre costo y beneficio (idea de la educación como inversión), que debe formar a sujetos para su inserción en el mercado laboral (especializado y segmentado), proporcionar conocimientos útiles (esta utilidad es medida en términos de aplicación y rendimiento) y diferenciales según el carácter del lugar que ocupen en el ámbito social y de trabajo (los operarios aprenderán a ejecutar acciones más o menos monótonas y repetitivas, mientras que los que ocupan espacios intermedios y jerárquicos aprenderán habilidades que les permitan ejercer su trabajo de la forma más eficiente posible).

Encontraremos en el texto de José Gimeno Sacristán las características puntuales que adquieren todas las instancias del proceso y del sistema educativo cuando se lo piensa en analogía con la industria o el funcionamiento fabril. Vale decir acá que los aspectos macro-institucionales mencionados en el párrafo anterior, tienen su correlato con las formas de pensar a los sujetos de la educación, los contenidos a ser transmitidos, el proceso de enseñanza y aprendizaje, las formas y sentidos de la evaluación, etc.

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