Poesia argentina siglo xx

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Universidad Nacional de Córdoba

Facultad de Filosofía y Humanidades

Escuela de Letras

Trabajo práctico N° 5: Taller de poesía

Asignatura: Literatura Argentina II

Profesor Titular: Dr. Pablo Heredia

Profesor Asistente: Lic. Carlos Kassis

Alumnas: Díaz Amengual, Paloma (n.° de legajo 37.314.591)

Snopek, María Verene (n.° de legajo 36.183.258)

2018

El objetivo del presente trabajo es el de desarrollar los tópicos de la ciudad moderna en la poesía argentina del siglo XX, específicamente en la obra de Oliverio Girondo y Raúl González Tuñón.  En este sentido, estos escritores de vanguardia han tomado una posición latinoamericanista, defendiendo lo propio, lo nacional, recuperando espacios nuevos tales como el arrabal y la ciudad moderna.

La ciudad moderna atraviesa la poesía de Oliverio Girondo; sus poemas presentan imágenes sucesivas, a veces superpuestas, al estilo de un fotógrafo flanner, cada verso es una imagen distinta. El poeta es un hombre que camina la calle, es un ciudadano de la modernidad. Niega el lirismo, lo aborrece, debido que es una forma de marcar diferencia y una de las misiones de los vanguardistas es hacer del arte, un arte de todos. Lo bello ahora pasa a ser lo común, el día a día, todo es bello debido a que es una categoría subjetiva. De esta forma es que la nueva ciudad, su descripción, sus elementos, ya sea en sentido eufórico o disfórico, son parte del repertorio de estos artistas rupturistas.

Con intención de integrar el arte a la vida, en su poema Pedestre Girondo retoma los pequeños aspectos, e incluso desagradables detalles de la ciudad para convertirlos en poesía.  Asistimos aquí a un poema donde se pone en evidencia el lado desagradable de la ciudad moderna: “un edificio público aspira el mal olor de la ciudad”. Los mismos elementos constituyentes de la ciudad toman vida, dándonos una sensación de ciudad viva y móvil que maneja la vida de las masas: “un quiosco acaba de tragarse una mujer”. Los ciudadanos, se ven absorbidos por la ciudad y hasta se confunden con ella: “pasa una inglesa idéntica a un farol”. Se hace alusión a aquellas prácticas “deshonrosas”, que podrían darnos la impresión de una ciudad viciada: “Las sombras (...) se acuestan para fornicar en la vereda”, “un perro fracasado, con ojos de prostituta...”. En este sentido, podemos relacionar este poema con otros de Girondo en donde el poeta se ve harto de este paisaje urbano, se siente sumergido en él.

Los efectos de la ciudad moderna se aprecian en cada rincón en que mira el ojo del poeta, como si toda la vida urbana estuviera impulsada por el automatismo y el mecanicismo. Como si la ciudad despojase al hombre de lo “humano” o lo espiritual.

Por otro lado, en Nocturno se pone en cuestión el carácter peculiar que posee la ciudad durante la noche. Encontramos en este poema una afirmación del sentimiento de soledad experimentada por el hombre en la ciudad moderna, que aparece personificada. En este poema se afirma que el sentimiento de soledad es constante pero se acentúa durante la noche, cuando las luces de la ciudad se apagan y los edificios se sumen en la quietud del dormir. El sentimiento de soledad se origina en y por la experiencia de la vida en la ciudad (de ahí las referencias a las luces, los patios, las azoteas y las paredes) y es insaciable: la voz narradora quisiera sentir la caricia de la ciudad, o de alguien, cualquier persona o cosa, que apacigue por un momento su soledad.

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