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Terapia Sexual


Enviado por   •  20 de Diciembre de 2013  •  1.226 Palabras (5 Páginas)  •  467 Visitas

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Terapia sexual

Historia

Los investigadores William Masters y Virginia Johnson son considerados los padres de la terapia sexual. Su aporte se deriva de su estudio en vivo y directo de coitos, algo inusitado, con lo cual destruyeron muchos mitos (que inclusive médicos y sus textos tenían) respecto al tema tabú que había sido hasta entonces. Agregaron muchos conocimientos de fisiología del acto sexual y de tratamiento.

Posteriormente Shere Hite contribuyó con observaciones y estudios que incluían el papel de los significados personales (cognición, emoción, actitudes) y culturales (estereotipos, expectativas), con lo cual inclusive corrigió algunas distorciones de la investigaciones de Masters y Johnson, por ejemplo con respecto al orgasmo vaginal y al homoerotismo.

La terapia sexual es un tipo de asesoramiento (counseling) cuyo objetivo general es ayudar a las personas a disfrutar de su vida sexual, En algunos casos, esto implica superar algún tipo de dificultad sexual. Se puede recurrir a terapia sexual simplemente porque queremos mejorar nuestra capacidad para sentir placer a solas o en pareja, para enriquecer nuestra habilidad para dar y recibir placer a través de nuestros sentidos, cuerpo, piel y afectos.

Las mujeres suelen asistir más frecuentemente a terapia sexual para tratar el trastorno hipoactivo del deseo sexual (bajo deseo sexual) y la disfunción orgásmica. En el caso de los hombres, los motivos de consulta más frecuentes son la eyaculación precoz y la disfunción eréctil (impotencia). Resulta notorio que sólo un porcentaje muy reducido de las personas afectadas por dificultades sexuales acude a consulta con un profesional, y un número más reducido aún, participa en el tratamiento.

Es comprensible cierto grado de temor, ya que la sexualidad es un área sensible y muy íntima, y aún son muy pocas las personas que pueden hablar sobre el tema abiertamente y con respeto. Por lo general, cuando se habla de sexo o sexualidad

las personas lo hacen sólo a través de chistes, que en realidad es un disfraz para ocultar temores, prejuicios y ansiedades en relación a esta área tan importante de nuestras vidas.

Las dificultades sexuales tienen causas múltiples que pueden estar relacionadas directamente, o bien de maneras indirectas y complejas. Es así como la sexualidad no se refiere sólo a la anatomía y mecánica de nuestro funcionamiento sexual. Tampoco se refiere a la relación sexual o coito exclusivamente, sino que se trata de una compleja trama conformada por nuestras emociones, creencias, afectos, deseos y necesidades, nuestras relaciones interpersonales, nuestra relación de pareja, y todo lo que hemos aprendido de nuestra cultura, familia y sociedad al respecto. Todo esto influye en la manera cómo percibimos y vivimos nuestra sexualidad, es decir, nuestra identidad como personas sexuadas, con capacidad para dar y recibir de manera integral, a través del cuerpo, las emociones y las cualidades espirituales que nos distinguen como seres humanos.

En la terapia sexual se suele atender primero a los aspectos biológicos, a fin de descartar cualquier causa orgánica o fisiológica de la dificultad. Por ejemplo, algunos de los casos de disfunción eréctil pueden ser ocasionados por condiciones físicas como la diabetes, hipertensión o trastornos endocrinos. A la vez que se evalúa el estado físico del paciente, también se exploran los aspectos psicológicos y las relaciones interpersonales, ya que la gran mayoría de las dificultades sexuales se originan de estos últimos factores. Entre ellas, la relación de pareja tiene especial importancia, ya que dependiendo de la dinámica de ésta, la sexualidad se verá afectada de distintas maneras. La pareja es a la vez un importante apoyo, necesario para el proceso terapéutico. La falta de información válida y las creencias erróneas también afectan una sexualidad sana. Otras veces, las actitudes y valores, en especial los religiosos, afectan el libre disfrute de la sexualidad, en especial cuando generan en la persona emociones fuertes como el miedo, la culpa o el temor hacia el sexo.

La terapia sexual suele ser un proceso terapéutico directivo, es decir, en el que el terapeuta indaga y analiza junto al cliente todos los aspectos antes mencionados, y lo refiere

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