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Análisis de capítulos manual de sexología y terapia sexual


Enviado por   •  7 de Septiembre de 2021  •  Síntesis  •  5.133 Palabras (21 Páginas)  •  42 Visitas

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[pic 1][pic 2]            Centro Universitario Ciencias de la Salud

                              Cirujano Dentista

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La función sexual del hombre tiene una relación simbólica con el poder. Incluso hombres socialmente desfavorecidos, en su fuero interno, pueden considerarse afortunados por su autosupuesta respuesta sexual.

Cuando el caballero es despojado de su armadura sexual se encuentra absolutamente indefenso y perdido.

Las disfunciones sexuales que afectan a los hombres son las siguientes:

  • Deseo sexual hipoactivo
  • Disfunción reptil
  • Eyaculación precoz
  • Trastornos del órgano (eyaculación retardada y aneyaculacion)

El deseo del varón es claramente finalista, necesita ser extinguido con el orgasmo; sin embargo, la mujer puede en un momento dado presentar varias posibilidades muy infrecuentes en el varón, a saber:

  • Deseo de intimar con una persona, obviando un encuentro erótico
  • Deseo de ser tocada o estimulada por una persona (o varias...).
  • Deseo de tocar a alguien sin más, sólo por satisfacer a otra persona
  • Deseo de generar una fantasía.

Deseo hipoactivo del varón: al igual que en la mujer, consiste en la ausencia permanente y persistente de fantasías eróticas y motivación para acceder a las relaciones sexuales

Deseo hipoactivo de la mujer: ha sido ampliamente estudiado, por el contrario, son pocos los estudios que abordan esta disfunción en el caso del hombre. Revisando la escasa bibliografía existente, a finales de los 70 sufrían deseo sexual hipoactivo un 10% de los hombres (Mears, 1978).

Aspectos orgánicos: El mayor factor de riesgo de la falta de deseo masculino es la edad. A partir de los 40 años el deseo comienza a disminuir y, si bien al mismo tiempo decrecen las hormonas sexuales, no todo se le puede achacar a aspectos fisiológicos.

Aspectos psicológicos: la mayoría de los hombres presentan un deseo sexual hipoactivo generalizado, es decir, no les motiva el deseo su pareja ni ninguna otra persona. Por otro lado, las alteraciones del estado de ánimo influyen de manera notable, por ejemplo, experimentan deseo hipoactivo un 40% de los depresivos.

Formas clínicas: 

El deseo sexual hipoactivo puede ser de toda la vida (primario) o secundario. La otra dimensión, situacional o generalizada, es más teórica que práctica. Es posible tener deseo en unos contextos y no en otros (situacional), pero con el paso del tiempo el problema se termina generalizando a todas las situaciones.

Exploración:

En la exploración clínica es conveniente examinar la presencia de rasgos de hipogonadismo como ginecomastia, atrofia testicular, pérdida del vello pubiano, etc. En caso de trastorno de la excitabilidad se debe evaluar la sensibilidad genital empleando escobilla, aguja y diapasón.

Entre los pacientes del Instituto Andaluz de Sexología y Psicología se ha detectado que el 87% de los aquejados sufren disfunciones sexuales previas, reales o imaginadas. Cuando el paciente piensa que en su ejercicio sexual no da la talla, sufre un déficit de motivación o un proceso de evitación, terminando por una de las dos vías (o ambas) en una pérdida del deseo.

Formas clínicas:

El deseo sexual hipoactivo puede ser de toda la vida (primario) o secundario. La otra dimensión, situacional o generalizada, es más teórica que práctica. Una variedad que merece reflexión es cuando el deseo sólo existe con unas parejas y no con otras, lo que cabe preguntarse si se trata de un problema de deseo o simplemente una cuestión fisiológica. Este cuadro poco frecuente que se suele confundir con el deseo hipoactivo, sería el equivalente al trastorno de excitabilidad subjetiva de la mujer, debiendo existir alguna satisfacción en el momento de la respuesta orgásmica, pero durante los juegos eróticos y la penetración existirá una cierta anhedonia y falta de concentración en la estimulación erótica.

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 La erección tiene una relevancia capital en todas las culturas y épocas, habiéndose exaltado en pinturas prehistóricas, descrito en papiros egipcios y deificado, como es el caso del dios Príapo.

Concepto:

Según el National Institute of Health Consensus Development Panel en Impotence (2003), la disfunción eréctil se define como "la incapacidad para conseguir o mantener una erección con la suficiente rigidez como para llevar a cabo relaciones sexuales satisfactorias". Se ha de considerar la existencia de individuos que con una erección adecuada no tienen unas relaciones sexuales agradables, y quienes, sin una erección completa, tienen la habilidad suficiente para realizar una penetración satisfactoria.

Epidemiologia de la disfunción eréctil:

Desde la validación del índice Internacional de la Función Eréctil, se han realizado estudios de prevalencia por todo el mundo. De entre todas las disfunciones sexuales, la eréctil es la que más preocupa a quien la padece y supone el primer motivo de consulta en el ámbito de las disfunciones sexuales, a pesar de que la eyaculación precoz y el deseo sexual hipoactivo de la mujer son más prevalentes. En el Instituto Andaluz de Sexología y Psicología la disfunción eréctil, en los tres últimos años, ha pasado de ser la más frecuente de todas las consultas del área de Sexología a ocupar el segundo puesto tras la eyaculación precoz.

Etiología:

Hasta hace unos años, se consideraba a la disfunción eréctil como un problema de origen psicológico en un 75-95% de los casos. Teniendo en cuenta que el 85% de las disfunciones eréctiles se dan a partir de los 50 años en adelante, es lógico pensar que la mayoría de ellas, por debajo de esa edad, se deban a factores de carácter psicológico.

Ante una disfunción eréctil, se deduce que ha debido de ocurrir una de las siguientes posibilidades:

  1. Inicio orgánico y mantenimiento psicógeno habiendo desaparecido el factor orgánico. Éste es el caso, por ejemplo, de una disfunción de etiología hormonal por déficit de testosterona libre, en la cual, tras reponer los valores hormonales, la imposibilidad para la erección persiste.
  2. Inicio y mantenimiento psicógeno, pero en la evaluación aparece un factor orgánico. Por ejemplo, paciente depresivo que inicia un trastorno de erección y en la evaluación se encuentra una hipertensión arterial o una diabetes.
  3. Inicio y mantenimiento psicógeno. Sería el más claro origen psicógeno puro, es decir, individuo que comienza su disfunción coincidiendo con un estrés intenso y a continuación evoluciona hacia una depresión que perpetúa el problema de erección.
  4. Inicio orgánico, agravamiento psicógeno persistiendo el factor orgánico. Situación muy frecuente donde, por ejemplo, como consecuencia de una diabetes aparece la disfunción eréctil y ante la disfunción, el paciente se deprime o bien genera ansiedad de ejecución, lo que mantiene y agrava el proceso.
  5. Inicio y mantenimiento orgánico. Por ejemplo, un caso de trastorno de erección provocado por una prostatectomía radical con recensión de las bandeletas (paquete nervioso), donde el inicio y el mantenimiento es orgánico. Aun así, el paciente presentará importantes repercusiones psíquicas secundarias.

Alteraciones orgánicas:

mecanismos fisiológicos que intervienen en la erección, por mínima que sea, puede ocasionar que ésta no se produzca. El componente que impide la erección tiene que ver con la alteración endotelial de los cuerpos cavernosos, que repercute en la liberación de óxido nítrico endotelial, y el déficit de óxido nítrico neuronal, inhibido por un mecanismo psicológico o mecánico.

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