Texto reflexivo sobre la Profesión Docente.
Roberto MarcialEnsayo30 de Septiembre de 2016
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Texto reflexivo sobre la Profesión Docente
La práctica docente es una labor que ha sido tema de diversas investigaciones, análisis y hasta un poco controversial pues no es una labor que implique solo trabajar con materia prima, sino que conlleva muchos aspectos más allá del aula de clases, es por eso que muchos estudiosos del tema la han considerado como una labor compleja, que no cualquiera puede realizar aunque tenga la mejor de las intenciones porque requiere de ciertas habilidades que se deben ir adquiriendo, desarrollando y mejorando, así como estar consciente de que en esta labor siempre se está en constante aprendizaje, en otras palabras, es una carrera de vida.
Es notorio observar cómo es que la profesión docente ha ido cambiando a lo largo de los años y de acuerdo a las demandas que se han suscitado en la sociedad, por lo que también al docente, quien se tiene que adaptar y adecuar a dichos cambios, se le ha considerado también como un semiprofesional y Santos (2006) lo dice claramente: “No existe una forma única y definitiva de ser enseñante. De hecho se ha pasado históricamente por fases muy diferentes, tanto en el aspecto social como en la dimensión estrictamente profesional” (pág. 118). Esto da a entender que dentro de la cultura magisterial, no hay parámetros que definan la figura de un docente perfecto y que, además, es un personaje que no está exento de cometer errores, es por eso que se le da el término de un ser semiprofesional.
Por otro lado, existe otro factor importante que no se debe dejar de lado si se quiere conocer más a fondo a cerca de la labor docente… El contexto. ¿Qué tiene que ver el contexto con la labor docente? Parece que son dos términos indiferentes, sin embargo, muchos ignoran que son términos muy ligados y que son necesarios comprender para entender la gran complejidad de este quehacer, no hay que olvidar que toda labor tiene sus implicaciones, pero que sobre todo dejan una huella social.
Si hablamos de cómo entender la práctica docente, hay que analizar primero, las condiciones en que se ve inmersa la práctica, es por eso que Santos (2006), menciona: “No se puede entender la cultura profesional de los docentes sin situarse en el contexto en el que desarrollan su actividad profesional” (pág.120) y con el fin de conocer un poco acerca de cómo se de este proceso de interacción, se realizó un acercamiento en la Escuela “Primaria Guillermo Prieto Pradillo”, específicamente, se observó el transcurso de esta práctica en el aula de quinto grado por un lapso. Después de un análisis realizado sobre estas indagaciones, se pueden distinguir dos categorías –que a su vez implican otras subcategorías- para reflexionar y analizar más a detalle la gran complejidad de esta labor de tres días con el fin de comprender un poco de esta cultura del docente.
Acciones en el Aula
Puede entenderse esta categoría como aquella donde se contextualizan los elementos que conforman la praxis de la educación, en otras palabras, nos brindan un panorama un poco general –por así decirlo- sobre lo que acontece en un aula de clase donde se da de manera más formal el proceso enseñanza-aprendizaje.
Organización de la clase
En esta sub categoría hace referencia a todas aquellas acciones que involucren la toma de decisiones por parte del docente y los alumnos para un mejor logro de los objetivos planteados por el docente en cuanto a la organización del aula, los tiempos, actividades y de los mismos niños.
En el acercamiento a la escuela primaria, se pudo observar que el docente organizaba un horario de clases y organizaba sus actividades de acuerdo a una planeación, sin embargo, también se encontraba con algunos imprevistos como el incumplimiento de tareas por parte sus alumnos, esto implicaba que tuviera que retomar algunos temas o hacer ajustes para la revisión de tareas. Estos imprevistos ya conllevaban a organizar tiempos de otra manera, por muy mínimos que fueran. Este tipo de habilidades forman lo que son los saberes docentes –temática que se abordará más adelante-.
Esto nos lleva a pensar que un maestro siempre debe ser organizado, no puede cometer el error de llevar una secuencia desorganizada, de lo contrario se perdería la coherencia de su enseñanza y propiciaría confusión en los alumnos. Por lo tanto, es importante que un docente siempre tenga prevista una secuencia, tanto de contenidos como de tiempos, no olvidemos que llegar sin una preparación de lo que se hará en el aula es una falta de respeto a los estudiantes.
Actividades de Aprendizaje y Enseñanza
En una entrevista realizada al docente, él mencionó que para planear sus clases, primeramente se basa en las habilidades de sus alumnos, sus saberes, incluso las condiciones socioeconómicas de ellos. Es fundamental para la práctica docente tomar en cuenta estos aspectos porque no es prudente organizar actividades basadas en suposiciones o que no consideren las características de los alumnos porque, de otra manera, se vuelve una tarea pesada.
Contemplando la situación anterior, se puede identificar la Dimensión Pedagógico-Didáctica de la Gestión Escolar propuesta por el Equipo de Diplomado de la UPN (2003), donde se propone que: “Es factible arribar, en primer lugar, al número mayor de consensos para comprender el qué, cuándo, cómo y por qué de los aprendizajes de los alumnos” (pág. 2). Esto quiere decir que una vez que el docente identifique las fortalezas de sus alumnos y las habilidades y capacidades que tienen, debe idear y diseñar una estrategia para promover el aprendizaje significativo donde el alumno esté en constante interacción con el conocimiento.
Aunado a lo anterior, es imprescindible que el docente deje que sus alumnos reflexionen y tomen el papel principal en este proceso de enseñanza-aprendizaje, por ejemplo, se observó en la clase de quinto grado que el maestro dejaba que sus alumnos explicaran el procedimiento que hicieron para realizar un proyecto, de esta manera se está fomentando a que los alumnos comiencen a tomar iniciativas autónomas y que ellos mismos valoren su aprendizaje a través de la descripción de su procedimiento, esta también puede ser una forma muy valiosa de evaluar para el docente.
Uso del espacio y el tiempo
Como se mencionó anteriormente, una de las habilidades del docente es saber aprovechar lo que tiene a su alcance, por ejemplo, en el acercamiento al aula de quinto grado, se observó que el maestro destinaba un cierto tiempo para cada asignatura y ciertos tiempos para que sus alumnos se organizaran para un proyecto. La importancia de que el docente tenga organizados sus tiempos radica en que es una labor que toma en cuenta ciertas necesidades para complementar su acción.
Por otro lado, se observó que el docente algunas veces salía del salón y regresaba. Con esto hay que tener presente que hay veces en las que un docente se ve forzado a salir del aula, esto implica dejar solos a sus alumnos y puede ser un riesgo para ambos porque puede perder el equilibrio del orden, sin embargo, es imprescindible que el maestro no deje que sus gustos sofoquen su labor porque no solamente salen por necesidades, sino que también se puede presentar que muchos maestros salen del aula por razones casi banales.
También recordemos que lo tiempos no solo hacen referencia a los momentos sino también a la época en que se ve inmersa esta labor, es decir, tomar en cuenta su dimensión espacio-temporal, recordemos que Hargreaves (1996) menciona que: “El tiempo es una dimensión fundamental a través de la cual construyen e interpretan su trabajo los propios profesores, sus colegas y quienes lo regentan y supervisan” (pág. 119). Es por eso que se plantea la necesidad de que el docente sepa adecuarse a las demandas que se suscitan en la sociedad y por lo tanto, son estas mismas circunstancias las que van marcando en el docente una cultura interiorizada a través de la cual va construyendo sus saberes.
Recursos Didácticos
Se observó que en su salón había material didáctico en las paredes, desde mapas hasta carteles tratando de inculcar el hábito de la lectura y los valores. Cabe recalcar que algunos carteles fueron elaborados por los niños, por lo que podemos entender que no siempre el maestro tiene la obligación de llevar material didáctico todos los días o que él deba elaborarlo, también es una parte elemental que el docente permita y estimule la creatividad de sus alumnos dejando que ellos participen en la elaboración de material didáctico, estrategia que también puede ser utilizada como actividad de aprendizaje o como producto final de un proyecto.
A primera instancia, se podría pensar que un salón con mucho material didáctico es símbolo de que los niños están aprendiendo y de que el docente es muy bueno en su labor, pero esto no es garantía de que realmente se esté suscitando este proceso de enseñanza-aprendizaje, aunque tampoco se debe pensar lo opuesto, claramente, el que haya material didáctico en el salón da a entender que se están tratando de reforzar ciertos contenidos que necesitan más tiempo para el niño los retenga y no permanezcan en la memoria a corto plazo.
Procesos de Interacción a partir de la Práctica Docente
Estos procesos hacen alusión a aquellos saberes y maneras en que se dan las interacciones o relaciones interpersonales en el aula, así como las estrategias, saberes y los papeles que juega el docente y el alumno, no olvidando que también toma en cuenta la diversidad que hay en el aula.
Saberes de los alumnos y del maestro
Primeramente, cabe mencionar que en el grupo de quinto grado labora un maestro con ocho años de servicio y una antigüedad en la escuela de tres años, el maestro tiene formación normalista y se observó que parece disfrutar mucho de lo que realiza en la escuela. Comenzando por este aspecto, se considera muy importante el tipo de formación que tenga un docente porque, como toda labor, es indispensable tener una base de conocimientos y panorama sobre lo que conlleva y a lo que se enfrentará cuando se esté en servicio.
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