Titeres en educación preescolar

1.1 Literatura

La palabra literatura deriva del latín “litterae” cuyo significado es letra o escritura. En términos generales y al pasar los años la literatura se entiende como un tipo de expresión artística que hace uso de la palabra tanto oral como escrita para exponer sentimientos, descripciones, conceptos y diversos conocimientos. Aristóteles expuso en su obra “Poética y Retórica” a la literatura como el arte que utiliza la palabra como medio de expresión (Wayra, 2019).

La literatura es considera un arte porque expone la visión que tiene el autor ya sea de manera oral o escrita, que es quien emplea la palabra desde una perspectiva estética. Su base de ella es el lenguaje y de sus funciones, que van aún más allá de comunicar un mensaje, el autor da libertad a su creatividad e imaginación donde expone un propósito del lenguaje (Morales, 2019).

Otra definición de la literatura es como un conjunto de e de las expresiones culturales de un determinado periodo, región, país, idioma, contexto, así como, también puede referirse a un conjunto de obras que tratan sobre un tema o área determinada (Wayra, 2019). Existen varias definiciones sobre el concepto de literatura, sin embargo, a lo largo de la historia los expertos aún no han definido una respuesta definitiva de lo que es realmente (Federación de Enseñanza, 2011). Por lo que se determinó que la literatura es el objeto de estudio de la teoría literaria como una ciencia que estudia el discurso que exponen los autores, con la finalidad de transmitir ideas, sentimientos, enseñanzas y reflexiones del autor o emisor, hacia el lector o receptor.

Por lo que, la literatura en la vida del ser humano tiene una parte importante en su aprendizaje y desarrollo donde ejerce un contacto placentero que vale la pena conocer para que su enseñanza y aprendizaje contribuya a la formación integral del individuo (Páez, 2018).

1.2 Literatura infantil

La literatura se define como el arte de la expresión verbal, permitiendo a las personas dar rienda suelta a su imaginación para intentar recrear sucesos, promoviendo su aprendizaje de forma simple y provoca algún estímulo dentro de cada uno que fomenta su visión crítica (Borja et al, 2011). En palabras más simples, la literatura es una forma de representar la realidad, en la que se mezclan hechos o acontecimientos reales con la ficción.

La literatura dirigida hacia los niños comenzó a surgir desde el siglo XIX. Anteriormente los textos antiguos eran creados con un enfoque donde el lenguaje o discursos eran difíciles de comprender para los niños. Al pasar los años estos relatos se fueron transformando de una manera más adecuada para que los niños comprendieran el mensaje que autor quería expresar (Archila, Botache y Gamboa, 2020). La incorporación de los niños como lectores de textos literarios influyo progresivamente para las creaciones de obras especificas donde hacía más frecuente el propósito de enseñar como receptor, donde se podía mantener apartado en su propio mundo, de esta forma transmitir los principios básicos de la cultura y sociedad en la que se desenvolvía (Pereira, Preciado y Rodríguez, 2021).

La literatura infantil ha sido producto histórico-social, determinado por el conjunto de factores pedagógicos y culturales, que han permitido que los niños desarrollen sus conocimientos a través de su imaginación. También es considerada como un hecho psicológico y literario artístico-estético. Este tipo de literatura ha reaccionado a lo largo de la historia ante los cambios políticos, sociales y literarios, donde sus lectores se encuentran determinados por cierta edad. Por lo que el aprendizaje se estimula a través de las diferentes obras literarias que se van presentando en su vida (López y Guerrero,1993).

En cierta medida las obras literarias infantiles son una representación no literal de los sucesos, emociones y comportamientos que muestra la sociedad, facilitándole a los niños la comprensión de lo que es correcto e incorrecto, de esta forma también refuerzan su aprendizaje emocional y social (Acosta et al., 2011).

La literatura como tal estimula la imaginación y la creación de diversos escenarios, por lo cual en la infancia permite acercarnos a los niños de una forma significativa, abordando temas como la honestidad y sensibilidad ante los problemas complejos que a lo largo de su vida pueden ir enfrentando (Díaz y Villadiego, 2021). De tal forma la literatura infantil permite afirmar el valor de la inocencia y las virtudes que los niños tienen para observar el mundo, aprendiendo y desarrollando sus conocimientos a través de la lectura. Presentando características propias que hacen que la literatura infantil sea un ambiente de unión y fácil aprendizaje, por lo que la lectura ha sido utilizada como un instrumento central en los procesos de enseñanza-aprendizaje de contenidos formales.

Actualmente la literatura infantil a tomado gran importancia en la asimilación de los valores e ideologías que a futuro se convertirán en una forma de vida, por lo que es conveniente estudiar las obras literarias y diversos métodos para que los niños puedan adquirir un buen conocimiento. Analizando el contenido de literatura infantil se encuentran narraciones muy instructivas que representan el mal, el abandono, el daño, castigo, entre otras situaciones difíciles, pero en medio de eso representan todo lo bueno y como solucionarlo. Esta es una forma de fomentar la fe, tomando en cuenta que a pesar de la dificultad te encuentras con una luz de esperanza (Díaz y Villadiego, 2021).

En este genero literario da una especial importancia a la palabra, así como a sus manifestaciones y actividades artísticas, destacando sus habilidades afectivas, cognitivas, metacognitivas y metalingüísticas. Como la literatura se encuentra hacía el lector infantil los textos pueden entenderse y disfrutarse por los lectores como propios, desarrollando su cultura, imaginación y aprendizaje (Martínez, 2021).

Poe lo cual, hacer uso de la literatura infantil en el aula para el desarrollo de su inteligencia emocional es una alternativa didáctica que cada vez es más implementada. Destacando que los niños realizan gran parte de su aprendizaje y socialización a través del juego, esta característica tiene una semejanza con la literatura infantil, ya que nos habla de un mundo imaginario (Muñoz, 2011). Estimula la imaginación y la creación de otra versión

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