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Todos tenemos algún motivo para fumar


Enviado por   •  3 de Diciembre de 2011  •  Documentos de Investigación  •  1.720 Palabras (7 Páginas)  •  520 Visitas

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Todos tenemos algún motivo para fumar

Cuando a los fumadores se les pregunta por qué fuman, suelen dar respuestas muy diversas: "Fumo porque me gusta", "Se ha convertido en un hábito", "Me ayuda a aliviar el estrés", "Me permite concentrarme", "Hace mucho que fumo y no me hace daño", "Sé que es malo para la salud, pero no puedo dejarlo"... Pero ninguna explicación es suficiente por sí sola, y muchas de ellas ni siquiera responden a la realidad o no son generalizables al resto de fumadores. Sin embargo, vistas en su conjunto, resultan muy clarificadoras y permiten llegar a una comprensión real de la situación.

Por desgracia, nos hemos habituado a convivir con el tabaco desde muy pequeños. Los cigarrillos de chocolate que muchos hemos "fumado" o comprado alguna vez a nuestros niños son ya un sutil y temprano acercamiento hacia el tabaco.

Entender el hecho de fumar como un proceso vital

Fumar no es un acto que se base en una razón concreta. Es un proceso que abarca distintas fases. Y cada fase, cada etapa de este proceso, tiene "sus razones". Aunque todos estamos siempre "tentados" por el tabaco, esta atracción es mucho más fuerte para los fumadores, ya que con cada cigarrillo están creándose un nuevo motivo para seguir atrapados por el poder de seducción del tabaco. Y estas tentaciones se presentan de diversas formas y por distintas razones en cada una de las etapas de este proceso.

La influencia de la sociedad

El tabaco se nos da a conocer a todos muy pronto. A posibles fumadores y a futuros no fumadores. Directa, o indirectamente. Nuestro entorno es un mundo en el que el tabaco campa a sus anchas, lo encontramos en todas partes y asociado a las más diversas actividades humanas.

La publicidad nos lo muestra como un medio excelente para alcanzar el placer, la felicidad y la libertad. Y en nuestra sociedad, poco conocedora de sus riesgos para la salud, se utiliza como un medio para relacionarse con los demás, y como una herramienta "ideal" para desarrollar muchas actividades cotidianas.

¿Cuestión de familia o de carácter?

Pese a que algunos estudios han encontrado que la herencia genética puede tener que ver con el hecho de fumar, ni ésta ni otras causas (como la predisposición de las personas con un carácter extravertido o impulsivo) son determinantes.

Fumar es un complejo conjunto de conductas y actos provocados por múltiples y muy diversas causas. No puede verse desde una única óptica, y entenderse sólo con una razón concreta, sino que debe encararse desde la comprensión de un completo conjunto de razones.

Comprender de forma global las razones que llevan a iniciarse en el hábito de fumar y perpetuarlo nos ayudará a poder ejercer control sobre el tabaco, y posteriormente llegar a dejarlo.

El fumador en el diván

Los datos son elocuentes: a los fumadores cuya lactancia se mantuvo durante 8 meses les resulta más fácil abandonar el tabaco que a aquellos cuya lactancia fue más corta, por lo que teóricamente recibieron menos atención maternal durante la alimentación. Pero la idea freudiana de que fumar es una "actitud erótica" sólo es una más de las múltiples razones que pueden motivar el hecho de fumar.

Desconocer las repercusiones reales que el hábito de fumar tiene sobre la salud (o su poca valoración) es uno de los motivos para iniciarse y mantenerse en el consumo de tabaco.

El primer cigarrillo

Los recuerdos de los fumadores coinciden casi todos al respecto: la práctica totalidad se iniciaron en el consumo del tabaco durante la adolescencia. Algo que respaldan los estudios científicos: según la Organización Mundial de la Salud, más del 60% de los jóvenes han probado el tabaco a los 15 años y más de un tercio de todos ellos son fumadores activos antes de cumplir los 18.

La adolescencia

Al ser algo prohibido y reservado a los mayores, fumar es algo que, por imitación, permite acceder a un "privilegio" de los adultos. Además, al fumar, el "rebelde" adolescente se salta las normas de los adultos y se integra en su grupo de amigos. Por otra parte, el joven, que está en una etapa en la que está formando su personalidad, es muy vulnerable a todo aquello que le ofrece poder, aventura y libertad, ya que necesita reafirmarse y hacer suyos (y cuanto antes mejor) los valores y las conductas de que disfrutan los adultos.

Uno de cada tres jóvenes es fumador habitual antes de haber llegado a cumplir los 18 años.

El "glamour"

Y ¿quién ofrece al adolescente todos esos valores? La industria del tabaco, a través de la publicidad. Con sólo encender un cigarrillo nos transformamos en unos grandes seductores, somos "interesantes", galopamos a lomos de un caballo en pleno Cañón del Colorado o nos convertimos en la mujer más atractiva y liberada del mundo. Y todo transmitido a través de espectaculares imágenes y de jóvenes esbeltos, atléticos, saludables y divertidos, transgresores de normas y, sobre todo, libres.

Dos factores muy influyentes en el adolescente son el sentirse integrado en el grupo de amigos y la publicidad, que lo bombardea utilizando anuncios que asocian el fumar con grandes logros personales y con la sensación de libertad.

¿Cómo se llega a depender del tabaco?

Pero, además, hay toda una serie de "mitos" sobre el tabaco que hacen que

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