UN REPASO DEL SER EN EL MUNDO

UN REPASO DEL SER EN EL MUNDO

Por: Fabian Andrés Molano Vásquez

“el hombre mas poderoso es el dueño de si mismo”

Séneca

El ser humano desde la prehistoria se ha encargado de eliminar cualquier barrera de interacción con el otro, su naturaleza sociable le ha permitido reconocer la existencia de otras personas en el mundo, de intervenir con ellas a través del cuerpo, del lenguaje simbólico y/o verbal, descubriendo el valor de las bondades que le ofrece el universo en relación con su propia existencia. Aunque ha medida que ha avanzado el tiempo y evolucionado el espacio, se le ha permitido identificar diferencias entre unos y otros, asumiendo al otro como igual, en su forma de ser, pensar y actuar en el mundo, la diversidad ha permitido que el hombre y la mujer como diría Gioconda Belli se miren “…con orgullo conociendo sus diferencias, sabiéndose mujer y hombre y apreciando la disimilitud de sus cuerpos”, el cuerpo se ha materializado, se ha privatizado y comercializado, se ha vendido, ha perdido el verdadero sentido de ser en el mundo a través de la desinformación de los medios de comunicación Sin embargo, la verdad es que no estamos acostumbrados a mantener relaciones con el otro pues esas relaciones se han visto afectadas por los intereses individuales, la opresión y a la dominación de los pequeños grupos por manejar y controlar el poder en los contextos social, cultural, político, económico y educativo a lo largo de su evolución.

Sin embargo cabe resaltar que el ser humano así como posee una naturaleza sociable que desarrolla a través de la comunicación y el lenguaje (en referencia a su relación con el otro y con el cosmos) también posee una naturaleza social que como lo diría Nicolás Buenaventura “esta hecha de las relaciones materiales o naturales, es decir, de esas relaciones que no se escogen o deciden sino que constituyen a sus espaldas” y que responde a los interese individuales del capitalismo y a las que para ellos son las necesidades laborales, de supervivencia y de permanencia del sujeto para su desarrollo “humano”.

En este sentido, se identifican los dos factores que integran al ser humano; la sociedad y la sociabilidad y como estos de algún modo motivan al sujeto para hacer parte de la construcción y/o re-construcción del tejido socio-cultural de la comunidad, el cual se ha visto afectado por el fenómeno de la globalización y el consumismo. En esa medida se percibe que el hombre construye su cultura con relación a los factores de contexto, a las necesidades colectivas y personales, tal como diría Paulo Freire “el hombre es hombre, y el mundo es mundo. En la medida en que ambos se encuentran en una relación permanente, el hombre que transforma el mundo sufre los efectos de su propia transformación” Las relaciones humanas pasan de ser meramente comunicativas a contener un sentido socio-colectivo y de construcción social, pero como diría Estanislao Zuleta “en lugar de desear una relación humana inquietante, compleja y perdible, que estimule nuestra capacidad de luchar y nos obligue a cambiar, deseamos un idilio sin sombras y peligros, un nido de amor, y por lo tanto, en ultima instancia un retorno al huevo. En vez de desear una sociedad en la que sea realizable y necesario trabajar arduamente para hacer efectivas nuestras posibilidades, deseamos un mundo de satisfacción, una monstruosa sala-cuna de abundancia pasivamente recibida”

La cultura siempre va hacer parte de la comunidad, citando nuevamente a N. Buenaventura nos expresa “la comunidad es real o esta viva, cuando logra este equilibrio entre el universo del juego y el universo del trabajo, entre su mundo real y su mundo simbolado”. El juego y el trabajo responden a necesidades prioritarias del ser humano en su desarrollo, el juego de naturaleza sociable y el trabajo de naturaleza social.

Son varios los autores que se refieren a la cultura, esa que se da como respuesta a la acción del ser estando en el mundo, Edmond R. Leach citado por Nicolás Buenaventura expresa “para mí los conceptos de sociedad y cultura son abundantemente distintos. Si se acepta la sociedad como un agregado de relaciones, entonces la cultura es el contenido de dichas relaciones” o sea que la cultura responde a las necesidades, costumbres y raíces de determinado espacios geográfico en el que interactúan sujetos y que están ligados por su idiosincrasia y su lenguaje.

No obstante, las nuevas tecnologías con llevan a una dinámica capitalista y consumista en las comunidades del mundo se someten a la mercantilización y a la mano de obra cada vez mas barata, se ha dejado la participación de lado y las decisiones son tomadas por los pequeños grupos de poder, como diría Martin Luther King “La tragedia de

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