Un Espacio Catártico

UN ESPACIO CATÁRTICO

Decía Paul Devereux que, la geometría sagrada o canónica no es ningún invento oscuro de la mente humana, sino la extrapolación por dicha mente de las pautas implícitas de la naturaleza que enmarcan la entrada de energía en nuestra dimensión espacio-tiempo, el lugar y el espacio no deben separarse nunca en un ritual; engloba en toda su estructura el diseño de los elementos constituidos por esto, no puede ser arbitraria la construcción de una iglesia, todo el lugar, todo el espacio ritual debe estar alineado con las energías del lugar, siguiendo su geometría sagrada.

En la edad media ya se hablaba de un “maestro de catedral” quién era una persona ajena a la iglesia que cumplía la función de ubicar un espacio para la construcción de una nueva catedral; lo importante era ubicar un espacio, esa elección, posee una función comunicativa mas que una función estética; es un espacio elegido, existe a priori. Debe haber un juego de energías entre la energía de la persona y la energía existente en el lugar.

Un espacio que hable, que entable una conversación con la persona, es un espacio catártico ya que este le permite conectarse a la persona a nuevos niveles de entendimiento, forjando un carácter y mucha mas profundidad . El pasaje por estos caminos cada vez mas complejos hará que esa relación espacio-persona sea mucho mas amena. Cada espacio, natural o artificial, se puede considerar como posible entorno del ser humano. De esta manera es valida para la actuación cualquier espacio, este espacio indica una actividad humana en tanto que le permitan y den a entender esa actividad. Estas son las funciones básicas de un espacio. La función práctica de una iglesia es la realización del culto, un lugar en el cual rezar y meditar, así mismo, un granero, simbolizaría la alimentación asegurada, la continuidad de la vida.

Freud decía que los rituales eran actividades que permitían a los individuos que las practicaban liberar sus tensiones. Al revisar los comportamientos religiosos, Freud notó que tenían un efecto catártico y de ahí provenía su intensidad. Si nos remontamos en la historia hasta la tragedia griega donde catarsis es la facultad de redimir (o purificar) al espectador de sus propias pasiones, al verlas puestas en escena, y al ver el castigo impartido merecido e inevitable para estas; pero sin experimentar dicho castigo él mismo. El espectador se vuelve uno mas en el ritual, es uno mas del ritual, construyendo su propia verdad a partir de toda la simbología incluida en el ritual. Podemos tomar como ejemplo un ritual sobre los elementos; el uso de símbolos debe procurar no ser ambiguo; representar el agua con un color rojo generaría confusiones en el espectador, lo mismo el uso de formas, patrones. Representar el agua por medio de formas rectilíneas sería un

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