Uso De La Fuerza Policial

La policía es una fuerza civil armada, México, le confiere su principal función en el artículo 21 Constitucional el cual reza: “La seguridad pública es una función a cargo de la Federación, el Distrito Federal, los Estados y los Municipios, que comprende la prevención de los delitos; la investigación y persecución para hacerla efectiva, así como la sanción de las infracciones administrativas, en los términos de la ley, en las respectivas competencias que esta Constitución señala. La actuación de las instituciones de seguridad pública se regirá por los principios de legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez y respeto a los derechos humanos reconocidos en esta Constitución.

Las instituciones de seguridad pública serán de carácter civil, disciplinado y profesional. El Ministerio Público y las instituciones policiales de los tres órdenes de gobierno deberán coordinarse entre sí para cumplir los objetivos de la seguridad pública y conformarán el Sistema Nacional de Seguridad Pública”.

Sus funciones se encuentran delimitadas en el artículo 2 de la Ley de Seguridad Publica para el estado de Querétaro y son salvaguardar la integridad, bienes y derechos de las personas; y preservar las libertades, el orden público y la paz social.

Cuando los miembros de la policía se enfrentan al cumplimiento de estos deberes, llevan implícita la necesidad del empleo de la “Fuerza Policial”, pero este uso de la fuerza no debe ni puede ser arbitrario, mucho menos abusivo e irracional. Desafortunadamente, en México, el uso de la fuerza policial no se encuentra regulado en algún tipo de legislación, no se señalan condiciones ni limites del empleo de la fuerza policial.

Nos encontramos ante una total falta y escasez de normas ya sean reglamentos o manuales de procedimientos, capacitación en programas de entrenamiento y políticas sobre el uso de la fuerza policial, lo cual pone de manifiesto la gran brecha en la cual se tiene que trabajar para el logro de un estado democrático de derecho, es evidente que los cuerpos de policía no tienen un manual para la detención de personas que pueda establecer cuál es la escala del uso de la fuerza que sirva para controlar de una manera externa a interna la actuación policial.

El policía es el guardián del orden público, sus integrantes son los únicos que se encuentran facultados para en circunstancias excepcionales cuando bajo determinada conducta que realice el ciudadano puedan utilizar la fuerza que empieza desde la presencia o presión psicológica hasta la fuerza física, la cual tiene diversos niveles, y cuyo nivel máximo se traduce en la fuerza letal.

Debido a lo anterior, se ha notado que cuando se habla de actividad policial es intrínseco asociar el concepto de uso de la fuerza, en especial la física, para que a nombre de la sociedad se puedan prevenir y reprimir la violación de las leyes y reglas que imperan en la misma.

Una acción de fuerza es la disminución temporal o la suspensión del ejercicio de algún derecho que se le otorga al ciudadano, y el policía puede hacer uso de ella aunque no haya sido necesaria la intervención de una instancia de carácter judicial o administrativo. El uso de esta fuerza se justifica en la obligación de hacer cumplir la ley, incluso de manera compulsiva.

Respecto a las detenciones, en el Reglamento de la Policía Federal Preventiva se marca que se pueden realizar detenciones siempre y cuando estás sean procedentes y en las que se de mayor importancia a la persuasión, la cooperación o la advertencia todo lo anterior con el fin de preservar el respeto a la ley y de devolver el orden y la paz públicos. En la disposición anterior no se dice nada de algún tipo de actuaciones diferentes a una detención ni nada que hable de los lineamientos que debe seguir la actuación policial en los casos en los que no funcione la persuasión o advertencia.

Y cuando el actuar de los elementos policiales tiene que estar dentro de las características de una conducta en el cumplimiento de un deber, es necesario precisar las causas en las cuales se puede utilizar la coacción física y las armas. Muchos de los proyectos de ley hechos en México que tiene como objetivo regular este tema muestran muchas deficiencias, entre las cuales, se muestran en extremo detallados y previendo unas exigencias tan extraordinarias en el uso racional de la fuerza policial como algún tipo de evento de riesgo, desmedido, radical, violento, intolerante, irracional, y tomando en cuenta todas las características anteriores, este evento solo se presenta cuando está en peligro la vida del policía. Sumado a ello, el despliegue operativo

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