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VENEZUELA Y EL NACIMIENTO DEL POSITIVISMO Y EVOLUCIONISMO


Enviado por   •  14 de Julio de 2013  •  1.609 Palabras (7 Páginas)  •  2.357 Visitas

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VENEZUELA Y EL NACIMIENTO DEL POSITIVISMO Y EVOLUCIONISMO:

a) POSITIVISMO:

En la visión de realidad, de sociedad y de cultura, es decir, en la concepción ontológica que Comte representa, la historia es una sola, citado por Canals (2002), el padre del positivismo dirá: “La evolución fundamental de la humanidad, como el conjunto de la jerarquía animal, presenta, en todos los aspectos, una armonía más y más completa a medida que se aproxima a los tipos superiores” . Ésta no es otra que la historia de occidente, de manera que todo lo que haya ocurrido, y ocurra, en el ámbito occidental tiene que ser paradigma de los procesos, cualquiera que ellos sean, que se gesten en cualquier otro lugar del planeta. El pensamiento moderno, del cual es subsidiario el positivista, ni siquiera se plantea la posibilidad de que la noción de historia universal, asumida y aceptada como presupuesto epistemológico, o más aún, epistémico, no sea más que una construcción del hombre europeo que piensa la realidad de una manera particular a partir de autores como René Descartes, por nombrar sólo a uno que es, entre otras cosas, considerado como el padre de la modernidad.

Principios rectores para que se dé este proceso histórico postulado por Comte serán el orden y el progreso; sin estos dos preceptos no hay perfeccionamiento posible. Obviamente la cabal y adecuada ejecución de estos aspectos deberá ser responsabilidad y atribución de los gobernantes.

Habrá pueblos que sean más dóciles y maleables y habrá otros a los que le costará menos desarrollarse rápidamente, y habrá otros que se mostrarán más reacios a los cambios y al progreso; esos tendrán que ser tratados de manera más dura y enérgicamente. Todo va a depender de en qué estadio se encuentre ese pueblo o esa cultura, mientras más teológico o metafísico más atrasado será, puesto que estará más alejado de la modernidad, de la utopía de civilización formulada por Comte. Es desde esta visión desde la que se ubica el orden político, económico, social, tecnológico y cultural en general.

La segunda idea clave que soporta el positivismo venezolano tiene que ver con lo que se denomina inmigración y educación. Comte había dicho ya que las crisis sociales proceden de la coincidencia de dos movimientos: uno de desorganización y el otro de reorganización. El primero se daría en el seno de la época orgánica, que es aquella en la que la sociedad se basa en un sistema de creencias fijo y firme y tiende a la conservación de un orden heredado; en el momento en el que ese sistema fijo pierde vigencia se encamina hacia su destrucción y aparece entonces el movimiento de reorganización, que orienta todo hacia una nueva época orgánica. En palabras de García y Fernández (1992): “La crisis social que vive Comte, y ante la cual reacciona, es una sociedad teológico – militar que dará paso a otra época que en definitiva será la científico industrial o positiva. Para Comte., según esto, todas las épocas descansan en un sistema de creencias, o cosmovisión intelectual que es lo que hay que cambiar en primer término; de lo que se trata pues es de una radical reforma intelectual. Para las élites intelectuales venezolanas, casadas con el positivismo, ese paso de una sociedad teológico–militar a una industrial implicaba(además de la construcción de vías de comunicación, nuevos edificios, saneamiento ambiental y modernización económica) un proceso de transformación de las gentes cuyo sustrato étnico contiene una herencia cultural y unos instintos políticos que determinan la conducta de los pueblos y hacen irrealizables los mejores proyectos sociales establecidos en las constituciones y leyes escritas.

Para poder evolucionar hacia sociedades más desarrolladas los positivistas venezolanos proponen dos aspectos: a) la inmigración de europeos, pues suponían que estos traerían una cultura superior y b) la educación como instrumento orientado a abrir las mentes a los hallazgos de la ciencia natural que dejan de lado la comprensión del mundo aportada por la metafísica y la teología, puesto que éstas no hacen sino entorpecer, e incluso detener, el progreso científico de la sociedad.

Cabe preguntarse si estos teóricos no reparan en la contradicción implícita en el asunto inmigratorio que proponen pues ellos han planteado que Venezuela, en aquel momento, no necesitaba soluciones que respondiesen a otras realidades, pero es evidente que los europeos que viniesen traían toda una concepción de mundo, del trabajo y de la vida, que no había sido producido precisamente en nuestro contexto; así, el positivismo continuamente postulará la importancia de lo propio, de lo autóctono, de la voluntad popular, pero en la práctica repetirá esquemas que ellos mismos han descalificado ya como pertenecientes al viejo régimen;

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