VIOLENCIA EN LA ESCUELA, MEDIOS DE COMUNICACIÓN E INTRAFAMILIAR

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            GOBIERNO DEL ESTADO DE DURANGO

INSTITUTO DE ESTUDIOS SUPERIORES DE EDUCACIÓN NORMAL

           “GRAL. LÁZARO CÁRDENAS DEL RÍO”

          Clave: 10DNL0002J

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ENSAYO

VIOLENCIA EN LA ESCUELA, MEDIOS DE COMUNICACIÓN E INTRAFAMILIAR

Licenciatura en Educación Primaria

Semestre: 4º “B”

Alumna:

Dulce María Martínez Zaragoza

Maestra:

Dora Alicia Grimaldi Uresti

19 DE JUNIO DEL 2015

INTRODUCCIÓN

La violencia es aquello que se ejecuta con fuerza y brusquedad, o que se hace contra la voluntad y el gusto de uno mismo. Se trata de un comportamiento deliberado que puede ocasionar daños físicos o psíquicos a otro sujeto. Por lo general, un comportamiento violento busca obtener o imponer algo por la fuerza.

 “La violencia existe desde que el hombre es hombre y la sociedad ha padecido sus consecuencias a lo largo de toda la historia humana” (García Sarah, 1998). Sin embargo particularmente en los últimos años la sociedad vivimos una etapa crucial y preocupante en torno a la temática de la violencia e inseguridad, que a pesar de su incremento, las nuevas formas de violencia y sufrimiento hacia el prójimo llaman la atención de investigadores y la sociedad en sí misma.

Analizaremos tres puntos en los cuales es comúnmente en los que con frecuencia se da algún tipo de violencia como lo son: en las escuelas, en los medios de comunicación y la más importante la intrafamiliar.

Comenzaremos por las escuelas, la convivencia escolar se ve sometida a diversos tipos de problemas que no siempre se pueden resolver por sí mismos ni de forma inmediata, porque aparecen como dificultades nuevas para las que ni la tradición ni la formación pedagógica parecen tener respuestas. Los docentes nos enfrentamos, a veces, a dificultades que, aunque no necesariamente se generan en la escuela, afectan al desarrollo normal de las tareas educativas.

Así, la convivencia, que no está siendo un área prioritaria del trabajo escolar ni encaja bien en el desarrollo clásico del currículo, se convierte, por la vía de los hechos, en una necesidad urgente.

La violencia, y en concreto la violencia escolar, se ha convertido en los últimos años en una preocupación de la sociedad. Podemos encontrar en las revistas educativas muchos artículos analizando el tema acoso escolar mejor conocido como bullying. Según estas aportaciones, “Las problemáticas más habituales en el aula son la indisciplina, la conducta antisocial, los trastornos de conducta y el acoso entre iguales o bullying” (Pino y García, 2007).

El acoso escolar o bullying es un comportamiento prolongado de insultos, rechazo social, intimidación o agresividad física de unos alumnos contra otros, que se convierten en víctimas de sus compañeros.

Aunque, en principio, las relaciones entre iguales sanas, existen casos en los que uno o varios niños dominan a otro que se percibe más débil. “Se trata de relaciones de dominio-sumisión, en las que se basan prácticas cotidianas para controlar a otros mediante la intimidación, la falta de respeto y la exclusión” (Ortega 1998). Por ello ha sido definido como “Un abuso sistemático de poder” (Smith y Sharp, 1994). Esta violencia es oculta y muchas de las veces no se manifiestan a los ojos de los maestros, incluso escondida, pero muy dañina para las víctimas, los agresores e incluso para los que son testigos o espectadores de los hechos.

En los medios de comunicación, éstos juegan un papel importante ya que forman parte de nuestra vida diaria, en su breve lapso de existencia han llegado a convertirse en un elemento fundamental en la vida de las sociedades contemporáneas. La televisión es el pasatiempo perfecto, el internet la búsqueda eficaz donde la información se encuentra al alcance de todos, la música aunque no muy sana está a la moda y los videojuegos el vicio más absurdo.

Medios de comunicación y violencia parecen estar estrechamente vinculados en la actualidad, puesto que directa e indirectamente manda mensajes de agresión. El problema radica en que su gran influencia transforma la conducta de los individuos, dejando como consecuencia miles de víctimas agredidas y humanos cada vez más insensibles ante la desgracia ajena, el cual merma en la convivencia sana de unos con otros.

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