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Valores Periodisticos


Enviado por   •  8 de Julio de 2013  •  2.223 Palabras (9 Páginas)  •  463 Visitas

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VALORES PERIODÍSTICOS

TRABAJO DE EXPOSICIÓN (UN GRUPO DE 5 ESTUDIANTES)

En la sociedad observamos imágenes por doquier. Las vemos en nuestro entorno hogareño al leer un libro, al contemplar un cuadro, y a veces hasta en la ropa. Al salir a la calle el bombardeo icónico continúa. Vallas, afiches, estatuas, tiendas, iglesias, centros educativos, e incluso los baños, entre muchos otros lugares, hacen uso de las imágenes con fines estéticos pero también con propósitos informativos.

No obstante, dichas imágenes no tienen un móvil periodístico, al contrario de lo que sucede con muchas de las que se divulgan a través de medios de difusión como la prensa, la televisión, Internet y, en menor medida, el cine.

En estos últimos, los hechos a ser registrados, por el lente del reportero gráfico o por la mano del ilustrador, caricaturista o infógrafo, deben tener una serie de cualidades o valores para que sean dignos de ser divulgados como mensajes periodísticos iconográficos: Entre los más citados tenemos: Novedad, actualidad, significación social, interés público y humano, proximidad, inmediatez, conflicto, suspenso, consecuencia, rareza, sexo, etc. Por ejemplo, esos hechos han de ser novedosos, es decir, brindar algún tipo de conocimiento a los destinatarios. En ocasiones, la carga de novedad es mínima, como en el caso de aquellas informaciones que se repiten con frecuencia, los crímenes en los barrios suburbanos y que quizás se diferencian tan solo porque los protagonistas no son los mismos.

Mas en otras circunstancias, la carga de novedad es sumamente elevada. Por ejemplo, el descubrimiento de Viagra, la píldora contra la impotencia sexual, los experimentos en búsqueda de una vacuna contra el sida, el descubrimiento de un nuevo virus, etc.

Obviamente, dentro de estos dos extremos se sitúan una gran cantidad de hechos cuyo nivel de novedad adquiere diferentes matices. En cualquier caso, este ingrediente, cualidad, o atributo de los hechos dignos de convertirse en noticia siempre está presente.

Al lado de la novedad hay que considerar la actualidad. Mientras la primera se refiere, como hemos dicho, al grado de conocimiento que conlleva la información, la segunda está relacionada con el momento en que ha ocurrido el hecho, convertido posteriormente en relato escrito o imagen periodística.

Muchas veces esa relación temporal entre el instante en que sucede el hecho y el momento en que se difunde es inmediata o se da en cuestión de horas. Más en otras ocasiones las versiones de los hechos relacionados con un mismo asunto se mantienen por días y, en algunas circunstancias, por meses y hasta años.

En el primer caso, se puede hablar de una actualidad inmediata, en el segundo de una actualidad de interés limitado, y en el tercero de una actualidad de interés prolongado. Pero también es factible referirse a una actualidad de interés permanente (Castejón, sin data: 57-58) constituida por aquellos hechos o situaciones que en cualquier momento pueden ser noticia puesto que no han recibido solución.

Aunque no son frecuentes, existen hechos que producen cambios significativos en la sociedad en la que acaecen. Golpes de estado y devaluaciones de moneda son quizás dos de los más representativos de ese atributo que algunos autores llaman significación social, presente en aquellas noticias que hacen referencia a grandes acontecimientos.

Aunque no son frecuentes, existen hechos que producen cambios significativos en la sociedad en la que acaecen. Golpes de estado y devaluaciones de moneda son quizás dos de los más representativos de ese atributo que algunos autores llaman significación social, presente en aquellas noticias que hacen referencia a grandes acontecimientos.

Por último, otro termómetro para medir el rango noticioso de un hecho es el interés público, vale decir, cómo afecta la noticia o información al lector, radioescucha o televidente. En tal sentido, es obvio que todo hecho con significación social tiene interés público desde el momento en que produce un cambio importante en el conglomerado social.

No obstante, la “ecuación” no funciona al revés. Muchos hechos interesantes para el público no tienen mayor significación para la sociedad, al menos en los términos en que hemos definido este atributo del hecho noticiable.

Por ejemplo, la elección de una reina de belleza en un concurso internacional, o el triunfo de un pelotero en grandes ligas, despiertan el interés de muchos pero a nadie se le ocurre decir que producen cambios drásticos en el modus vivendi de una sociedad.

También es importante señalar que, en muchas ocasiones, el hecho transformado en relato o en imagen periodística nos afecta desde el punto de vista de las emociones. En este caso estamos en presencia de lo que conocemos como interés humano, y que algunos prefieren llamar interés psicológico (Núñez, 1991: 41).

Además de los atributos que hacen que un hecho sea digno de transformarse en mensaje periodístico -escrito o iconográfico-, existe una serie de circunstancias que rodean al hecho noticioso y modifican su valor.

Por ejemplo, supongamos que la policía intercepte a alguien en el aeropuerto con un alijo de drogas. Eso será noticia por lo que supone para la sociedad. Más si en lugar de una persona común y corriente el delincuente resulta alguien notorio, esto último hará que la noticia adquiera mayor valor periodístico.

En los centros de enseñanza del periodismo así como en algunos textos de esta disciplina esas circunstancias se denominan "factores de la noticia" y no existe unanimidad de criterios respecto de cuáles son.

La prominencia es uno de los que se menciona y tiene tres vertientes: de personalidad, de función y de lugar. En el primer caso, la persona alcanza un status en la sociedad en virtud de su trayectoria. Verbigracia, los políticos que logran la primera magistratura -y también muchos que no logran alcanzarla-, escritores famosos, atletas destacados, artistas, etc.

En ocasiones, la prominencia de personalidad se hereda, por ejemplo, en el caso de hijos de personas relevantes. También la prominencia se puede adquirir por razones fortuitas. En más de una ocasión la prensa ha hecho "famoso" a algún delincuente en virtud de las características del suceso en el que éste fue protagonista.

No obstante, en estos casos la prominencia es circunstancial, aunque puede ponerse en la palestra eventualmente, sobre todo cuando se cumple un aniversario del hecho que catapultó a la fama al individuo.

De más está decir que el hecho en el cual se ve envuelta la persona que adquiere relevancia pasajera no necesariamente tiene que ser doloso. El caso de Raiza Ruiz, la

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