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Violencia Y Corrupción más Alla De La Vida Militar


Enviado por   •  9 de Abril de 2014  •  3.546 Palabras (15 Páginas)  •  208 Visitas

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VIOLENCIA Y CORRUPCIÓN MÁS ALLÁ DE LA VIDA MILITAR

Jorge Mario Pedro Vargas Llosa, escritor nacido en Arequipa, es el primer Nobel de Literatura peruana. Fueron muchos los escritores nacidos en nuestra patria que a mi parecer merecían tan preciada distinción, pero fue él el elegido, él y su producción literaria, una producción que empezó con la publicación de su primer y único libro de cuentos “Los jefes”, y que sigue desarrollando con novelas, además de obras teatrales, ensayos, columnas periodísticas, etc. Su vasta producción lo ha convertido en el escritor peruano de mayor prestigio en el extranjero, ha recibido los premios más importantes de literatura en lengua española:

Fue el jueves 07 de octubre en Nueva York, mientras hacía una nueva lectura de la novela de Alejo Carpentier “El reino de este mundo”, que recibió muy temprano en la mañana una llamada que le anunciaba que el único premio que le faltaba por conseguir, le había sido concedido: el Premio Nobel de Literatura, máximo galardón de las letras universales, era suyo, y como peruanos era también NUESTRO.

Vargas Llosa es un escritor que ha complementado su formación literaria desde su faceta como periodista, literato y porque no, también como político. La política fue el ámbito en el que incursionó en la década del 90, siendo candidato a la Presidencia de la República del popular FREDEMO, pero los electores peruanos lamentablemente no lo apoyaron.

Vargas Llosa es un innovador de las técnicas narrativas, las mismas que empiezan confundiendo y complicando la lectura de sus novelas, pero que terminan envolviéndonos y motivándonos a descubrir el final.

“La ciudad y los perros”, su primera novela publicada en 1963, logra darle el reconocimiento que como escritor quería. Como sabemos, Vargas Llosa estudió su tercer y cuarto grado en el Colegio Militar Leoncio Prado, las experiencias que allí vivió parece lo marcaron mucho, es por esto que su primera novela las retrata. Dice que allí nuestro Nobel conoce realmente el Perú, un Perú diferente al que él conocía, un país en el que no solo viven niños y gente acomodada, sino un país diverso, con muchas razas, conflictos, desigualdades y contradicciones, un país como dijera José María Arguedas de “ todas las sangres”.

Esta novela que le mereció el premio Biblioteca Breve, relata la vida en el Colegio Militar Leoncio Prado, lugar en el que estudian adolescentes de diferentes regiones del país y como es lógico de diferentes clases sociales. Este colegio formaba a estos adolescentes desde el tercero hasta el quinto de secundaria, allí deben convivir bajo un estricto orden militar. La trama se inicia con el robo del examen de química, el mismo que da lugar al castigo de toda la sección. Este castigo le quita a Ricardo Arana, el Esclavo, la posibilidad de salir del Leoncio Prado e ir al cine con la muchacha de la cual estaba enamorado. No queriendo quedar mucho más tiempo sin salir, es que decide delatar al culpable del robo. Porfirio Cava, el Serrano, fue el

culpable, y tras ser descubierto fue expulsado con demérito de la institución militar. En una práctica de campo, el Jaguar mata al Esclavo por la espalda; tras su muerte luego de tres días de agonía, en los que nadie lo pudo ver, las investigaciones concluyen en que había sido una muerte accidental provocada por un error del mismo cadete Arana, y es que en la vida militar un “error se paga caro”. Alberto Fernández, el Poeta, quien era amigo del Esclavo, acusa al Jaguar del asesinato, hace la acusación ante el Teniente Gamboa, a quien respetaban mucho, y quien parece al principio dispuesto a averiguar la verdad, pero las autoridades militares, supuestamente en busca de cuidar la reputación de este colegio, prefieren ignorar la acusación y cerrar el caso.

Esta es la trama de la novela, en el Leoncio Prado los militares dictan con mano dura las normas y castigan las inconductas, pero ¿es la violencia la única manera de formar hombres valientes, hombres con carácter?, ¿la valentía no debería conllevar a que seamos justos, a que actuemos de acuerdo a las normas socialmente correctas, a que respetemos a los demás y nos aceptemos como seres diferentes?

Personalmente, pienso que la valentía debe hacernos mejores personas, que no necesitamos maltratar para formar el carácter, no necesitamos maltratar para hacernos respetar.

He encontrado en esta novela, el reflejo de la sociedad peruana, no solo la de aquella época en que se narra la historia, sino el Perú de ahora; no solo el reflejo de la vida militar, sino la de todas las instituciones de nuestro país. La violencia y la corrupción moral son temas que me llamaron la atención y que no permitieron que esta novela tenga el final que yo esperaba.

Está presente la violencia en el “bautizo” que sufren los cadetes que ingresan al tercer grado de secundaria. En este recibimiento los “chivos” (alumnos del cuarto grado), y las “vacas” (alumnos del quinto grado) les hacen cantar y reconocerse como “perros”, les escupen, los golpean salvajemente, los hacen andar de cuatro patas, pelear como perros contra otros cadetes, morderse, lamerse; los desnudan, les hacen cumplir con las responsabilidades que ellos tienen; los obligan a beber orines, a limpiar con la lengua el piso; en fin, estas son solo algunas de las muchas formas de denigración que sufren los nuevos cadetes, y a las que deberán acostumbrarse por el resto del año.

Esta forma de maltrato que persiste hoy en día en las instituciones castrenses, donde no solo se da el maltrato entre superior y subordinado, sino como lo apreciamos en la novela, también entre subordinados ¿no se repite acaso en nuestras instituciones educativas públicas y privadas?

Dicen nuestros abuelos y nuestros papás que el tan famoso “bullyng” ha existido siempre, que en todo colegio no faltaba nunca a quien “agarrar de peje” o “de punto”, pero hoy en día ya los alumnos no nos hacemos solo unas bromitas subidas de tono, como creo era antes, sino agredimos verbal y físicamente a quienes consideramos diferentes a nosotros: a quien habla diferente, a quien viste diferente, a quien cumple con sus tareas o estudia para sus exámenes, a quien viene de un lugar diferente, hasta a quienes son hinchas de un equipo diferente. Hemos sido testigos, a través de los medios de comunicación, de las consecuencias del maltrato entre estudiantes que en algunas ocasiones se traducen en insultos, en golpes y que aunque sea difícil de creer a algunos alumnos “diferentes” ha llevado a la muerte provocada e incluso al suicidio. Agredimos a alguien, para demostrar nuestra autoridad, eso es VIOLENCIA

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