Problemas de la Violencia y Las Privaciones de la Vida

Problemas de la Violencia y Las Privaciones de la Vida

La vida es ese proceso de formación de una persona desde que nace hasta que muere, puesto que se caracteriza por el desarrollo físico, mental, espiritual según sus gustos y creencias, El significado de la vida está anclado, inevitablemente, en la existencia humana. Así, las narraciones de nuestra historia personal son ordenadas y guiadas por la búsqueda de un sentido o de una multiplicidad de sentidos en nuestro devenir vital. El sentido de la vida, a su vez, requiere del hallazgo de razones y justificaciones. El existir en la vida es un asombro ya que no se sabe. Somos un punto en el silencio. Figuras transparentes que avanzan por un camino impredecible. Tal vez influye el hecho de que, por más que te alejes o intentes huir, el mundo siempre te alcanzará, porque la vida es susceptible principalmente a las propias acciones tomadas por el hombre.

El hombre, de su paso por la vida está predestinado a desarrollar manifestaciones de conducta, anhelos y deseos, de manifestar diversos tipos de emociones, sentimientos y pensamientos que pueden construir y otros destruir. La vida biológica humana es vulnerable a todas estas acciones que pueden ser emprendidas por el hombre que atentan contra su existencia, como el aborto, homicidio, el suicidio, la eutanasia, guerras, racismo, etc. El uso de la fuerza y la violencia siempre han existido, situando la existencia de esta en el hombre ya sea por razones biológicas, naturales, innatas o por aprehensión. Toda persona humana que resulte incomprendida o con falta de aceptación estará bajo la servidumbre de la violencia que implica la ira y la maldad y que a su propio juicio es incomprensible y que actúa con un trato despersonalizante porque se sienten separados tanto de su mundo como de su identidad y de su existencia física, donde el mundo exterior, la realidad y el respeto a otra persona humana se ha hecho carente de significado. La violencia como un hecho propio despersonalizante a la vida humana, es un acto de egoísmo, que toma las cosas o los placeres para sí mismo, sin que importe el bienestar de los demás.

Apelar a la violencia particular para conseguir nuestros fines es un pecado, pero un pecado de imprudencia porque despierta el espectro feroz de la violencia general que si unas pautas racionales no controlan, nada podrá saciar salvo el exterminio mutuo. Violentar o matar es atentar contra la vida humana, privándola de su existencia debido a una incomprensión dentro del propio ser humano, y recurre al ataque físico y a la tortura que aterroriza con la muerte, estos ataques directos contra los recursos sostenedores de la vida se consideran más letales en el aborto y la eutanasia, y tal como lo establece la bioética, se debe preservar y cuidar la existencia humana en sus estados más delicados y nos enfatiza a una comprensión correcta de

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