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Andrea Necesita El Trabajo


Enviado por   •  19 de Diciembre de 2013  •  1.580 Palabras (7 Páginas)  •  238 Visitas

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Concepto

Contrato de edición es el acuerdo de voluntades entre el autor de una obra intelectual o artística y el editor, por medio del cual el primero o su causahabiente, se obliga a entregar una obra al editor, quien se obliga por su propia cuenta y a sus expensas o reproducirla, distribuirla y venderla, así como, a pagar al primero una contraprestación denominada regalía.

Característica Civil y Mercantil del Contrato de Edición

La doctrina Italiana considera que el editar un documento es un acto de comercio. Desde luego influye en la solución el tipo de contrato que se adopte, porque tomando un término más estricto, como la tendencia moderna no puede ser más mercantil, en tanto qun si es concebido de manera amplísima, puede que sea más común de las veces.

La Edición en el entorno digital

Según María Cabanelas (Buenos Aires)

En primer término debemos recordar y tener en claro que los editores no somos impresores. Los editores somos capitalistas de riesgo (venture capitalists). Pueden comisionar a un creador, o a un equipo, para que escriba sobre un determinado tema, o bien pueden seleccionar, entre la producción que se le ofrece, una obra. Para que la obra llegue al mercado deberá invertir dinero y tiempo. Generalmente las editoriales dan a leer los originales a lectores profesionales que aconsejan o desaconsejan la publicación. Luego pasa la obra al editor que la incluye en el plan de publicaciones y es la dirección de la editorial la que tiene la última palabra. A la obra se le asigna un “editor” o padrino que sigue cada paso de la producción y que además acompaña al autor en el “ajuste” de la obra. Es el “editor” el que deberá sugerir los cambios que sean necesarios para que la obra no presente contradicciones, erratas y, en su caso, que los personajes sean creíbles. Después viene el diseño del libro. Se crea una maqueta, se arma y la prueba “de galeras” se entrega al corrector para que suprima las erratas, detecte anacronismos, errores sintácticos, discordancias y procure que el relato sea coherente. Por ejemplo en el caso de los diccionarios es usual que el autor remita a otras voces que no se encuentran definidas en la obra. En muchos casos también interviene un ilustrador y se necesita un diseñador de tapas. El editor debe supervisar el trabajo de los distintos grupos hasta ver el producto terminado. Esta inversión de tiempo, trabajo y dinero se realiza con la esperanza de que alguna de las obras venda los ejemplares suficientes para cubrirlas pérdidas que provienen de las equivocaciones, es decir, los ejemplares que duermen en nuestros depósitos porque fueron una mala elección, en otras palabras, una mala inversión. Un buen editor conoce el mercado y por lo tanto puede hacer una elección adecuada de obras que tendrán su venta asegurada. También tiene los contactos con los autores, con los editores, ilustradores, correctores, traductores, diseñadores y, en la edición analógica, papeleros, imprentas y encuadernaciones. Además deberá tener una red de distribución que asegure al autor que los potenciales clientes tendrán a su alcance el libro.

Aún hoy estas habilidades son un requisito indispensable para ser un editor. La tecnología produjo muchos cambios, tanto en el soporte en que podemos publicar como en la forma en que podemos poner el producto al alcance del usuario o lector, pero la habilidad del editor de hacer leíble y comprensible un texto y ponerlo a disposición de los potenciales clientes se mantiene vigente.

Internet es una nueva plataforma que permite a los editores publicar y distribuir sus obras o las de sus autores. Naturalmente, en Internet la distribución se facilita. Todos pueden publicar y saben que tendrán una vasta cantidad de lectores, pero hay una gran diferencia de calidad en los productos que encontramos en la red y es muy fácil advertir qué publicaciones tienen un trabajo de “edición” y cuáles han sido “colgadas” o subidas a la red sin ningún tipo de corrección.

Muchos están convencidos que Internet es una gran biblioteca. Por eso como en la biblioteca pública debemos tener acceso a todo ahora. No sólo obras en el dominio público, no sólo en las horas de atención al público, no sólo lo que el profesor nos asigna, todo lo que queramos, durante 24 horas, 7 días a la semana, 365 días al año y GRATIS.

Internet es un fenómeno democratizador, todos ricos, pobres, con computadora propia o no, debemos poder acceder y compartir GRATIS.

Si todos obtienen beneficios económicos de Internet porque no yo y GRATIS. Han surgido a la luz de este concepto de todo GRATIS, movimientos que pretenden que la propiedad intelectual sea gratis y accesible a todo el mundo a través de la Red. Y para que esto sea posible deberíamos abandonar la vieja legislación en la que se protege la propiedad intelectual y sancionar una nueva legislación en la que se prive del derecho de autor a sus titulares. Estas ideas encuentran muchos seguidores entre la gente, al menos entre aquellos que no son creadores y que por lo tanto no se perjudican. |

El movimiento que se conoce como “open access” reclama el acceso

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