Antecedentes históricos que cuestionaron los roles de género

1.3 Antecedentes históricos que cuestionaron los roles de género 

Los antecedentes que cuestionan los roles género se plantean en los debates del siglo XX y XXI, debido a lo contemporáneo de las discusiones y a cómo atraviesa nuestras prácticas feministas. Según, las autoras Gabriela Bard  y Gabriela Artazo (2017) señalan:

En primer lugar, una dificultad relevante que enfrenta el pensamiento feminista latinoamericano, es que el conocimiento y los saberes acumulados por las mujeres de sectores subalternos. Cabe señalar, la autora se refiere a las como diría Margarita Pisano (2004, como se citó en Gabriela Bard  y Gabriela Artazo en 2017), no siempre han sido sistematizados en los términos de la academia. A pesar de lo cual, se recuperan y utilizan dichos conocimientos, a veces sin dar cuenta de sus orígenes y otras veces, despolitizándolos. Resulta necesario entonces, hablar de sesgos de clase en el feminismo e intentar visibilizar estos saberes y ponerlos en valor. (p.203)

Con respecto a la idea de la autora es que la educación es necesaria para adquirir conocimientos y de esta manera darles valor para enfatizar el poder de las mujeres.

Además, en la misma línea que los autores citados, Carneiro (2008, como se citó en Bard

En el feminismo ha tenido acontecimientos importantes, lo cual, hicieron cuestionar los roles de la mujer en la sociedad. Uno de ellos como menciona Francesca Denegri (1996 como citó Zegarra, 2001) analizó, desde la crítica literaria, el surgimiento de la primera generación de mujeres ilustradas en el ámbito del discurso público, dominado hasta entonces por hombres, asociándolo al contexto de “feminización de la poética romántica” y al proyecto de modernización cultural liberal (p.12). Como señala la autora, esto permitió desarrollar una narrativa del liberalismo peruano entre una lenguaje privado y público rechazando el lugar que ocupaban las mujeres en virtud de su sexo. Un factor importante para que se desarrollará la literatura narrativa por las mujeres fue la educación, puesto que, esto permitió plantear la idea de igualdad en relación a la dominación, Ejemplo de ello, como señala la autora Zegarra (2017):

Alvarado, [intelectual feminista e investigadora sobre la historia de la mujer en el Perú]identificó la primera demanda que se tenía que hacer al Estado peruano para la transformación de la situación de la mujer, y lo hizo en relación a las escuelas públicas de segunda enseñanza para la mujer, que la preparasen para un trabajo aparente, posiblemente el profesorado. (p.54) 

En esta idea de la autora, identifica el cambio necesario para la situación de las mujeres es una educación en el que ellas puedan desarrollarse de manera profesional. En este aspecto ellas podrían ser un sujeto activo y productor de su propio ingreso. 

2.1 Encuentros feministas en América Latina

El movimiento feminista se ha desarrollado en América Latina al abrigo de una    vida política muy fértil y en ocasiones muy concentrada. La parte esencial de la discusión política en dicho movimiento produjo los Encuentros Feministas Latinoamericanos y del Caribe. De acuerdo con Lamas (2007):

Escenarios simbólicos del feminismo latinoamericano, estos espacios son ejemplos de lo que Boaventura de Sousa Santos(1998) denomina globalización contrahegemónica un proceso de organización transicional desde la base de grupos en defensa de sus intereses comunes. (p.12)

De acuerdo con la autora la expresión más masiva y movimientista del feminismo fueron los Encuentros Feministas, puesto que, han condensando los conflictos internos del movimiento y sus diversas posiciones que confrontan los distintos paradigmas políticos. Estos espacios han sido de reflexión teórica y posicionamiento político en donde puedan confrontar las diferencias y discrepancias. 

Estos encuentros feministas se inauguran en 1981 y se desarrollan cada dos a tres años en diferentes países.  En ellos se expresarán los avances feministas, las estrategias compartidas, los conflictos en perspectivas y visiones, potenciando estrategias y discursos. Del mismo modo como señala la misma autora:

 A los encuentros asisten feministas de todos los colores y sabores, mujeres de organizaciones políticas, activistas de los movimientos populares, madres de desaparecidos, cuadros de organizaciones campesinas y sindicales, cristianas de la teología de la liberación, grupos de exiliadas y un número enorme de militantes de partidos provenientes de varios países. Toda iniciativa tiene cabida: desde el tema de las alianzas y las propuestas para generar una mayor presencia política hasta temas de identidad y cuerpo. En los Encuentros se planteó la necesidad de estrategias compartidas, conmemoración de fechas unitarias y campañas para articular acciones conjuntas (p.12) 

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