Aportes de la teoria feminista
maestraceballosApuntes17 de Mayo de 2023
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CAPITULO I
1.1. APORTES DE LA TEORIA FEMINISTA
Podemos decir con toda seguridad que el conocimiento que los hombres pueden adquirir sobre las mujeres, lo que han sido y lo que son, sin ninguna referencia a lo que podrían ser es, desgraciadamente imperfecto y superficial y lo será siempre hasta que las mismas mujeres hayan dicho todo lo que tienen que decir.
Jonh Stuart Mill
La Teoría Feminista representa un potencial crítico y analítico, y si bien aún es pronto para poder sistematizar el pensamiento feminista, sí puede ser representado como una secuencia de puntos teóricos claramente elaborados. La exposición que ha continuación se desarrolla, tiene un carácter introductorio y expositivo, presentando diferentes corrientes reconociendo la diversidad como una característica, asimismo es interesante mostrar y analizar las fuentes ideológicas del pensamiento feminista, considerando el marco social y económico en el que se desarrollan dichas ideas.
ANTECEDENTES
El feminismo ( aunque la palabra no existiera en la época, la utilizaremos aquí en su acepción actual) como discurso emancipatorio encuentra sus raíces más poderosas en la propia Ilustración. De hecho, las reivindicaciones feministas son posibles a partir de los presupuestos de la Ilustración o de las ilustraciones, a saber, la universalidad de la razón, la exigencia de igualdad, la pretensión de descubrimiento del mundo, la liberación de los prejuicios, el horizonte de emancipación.
Sin embargo, la relación entre el discurso feminista y el discurso ilustrado es una relación profunda y compleja, enormemente ambigua y llena de tensiones en el ámbito teórico y en el ámbito práctico. De hecho, Cristina Molina plantea que el feminismo y la ilustración mantienen una relación dialéctica tomando el término “ dialéctica” en un sentido platónico, como diálogo, un diálogo permanente y abierto que han de mantener los dos polos, porque en mucho aspectos se implican, en otros parecen oponerse.
Antes de iniciar el recorrido por las diferentes corrientes del pensamiento feminista propiamente dicho, y sus aportes, es importante mencionar a dos grandes pensadores que dentro de su discurso contemplaron de manera significativa la situación de la mujer: Poullain de la Barre y John Stuart Mill.
FRAÇOIS POULLAIN DE LA BARRE. Pensador del siglo XVII poco conocido hasta mediados del siglo XX , ha sido uno de los "precursores" del feminismo, en tanto referente polémico e identificación con las propuestas de la Ilustración, siendo un clásico.
Para Poullain el estatuto de inferioridad de la mujer en la sociedad, es el indicador e instrumento social más eficaz y determinante para analizar la génesis, estructura y porvenir de la sociedad.
Con esta tesis revisa conceptos filosóficos, propone nuevos esquemas políticos, critica valores que posteriormente serán exaltados y asumidos colectivamente, elabora un modelo de estado de naturaleza igualitario y funda las técnicas de investigación social. Sus escritos se inscriben en una polémica sobre los sexos que se desarrollará mucho más ampliamente en la ilustración.
Poullain apela a la igualdad natural entre los sexos para descubrir la verdad y la renuncia al prejuicio para acceder a conocimientos claros y distintos.
Asume el concepto cartesiano de ‘ bon sens’ “ la facultad de juzgar y distinguir lo verdadero de lo falso(...) lo que llamamos buen sentido o razón (...) natural en todos los hombres” . Este término de ‘bon sens’, utilizado por Descartes para desmontar prejuicios en el ámbito puramente epistemológico, cambia con Poullain al utilizarlo para desarticular prejuicios sociales, en este caso sexistas.
Como señala Celia Amorós “ La lucha contra el prejuicio ha de tener
profundas virtualidades reformadoras no sólo en las ciencias sino en las costumbres . ( pie de pag.)
La aportación teórica más relevante se ubica en el campo del derecho natural. Al recorrer el origen de la historia descubre que el dato más constante que une las distintas etapas de la historia humana es la ley del más fuerte es decir, la fuerza ha prevalecido históricamente sobre la razón. La culminación del estado natural es la guerra. Esta guerra comienza desde la familia, al rebelarse los hijos pequeños contra la propiedad y autoridad del primogénito. Pero en esta guerra las mujeres no participan, sino que pasan a formar parte del botín, no solo se roban los bienes materiales, sino a las mujeres; y esta situación hace que sean consideradas inferiores por parte de los hombres. Así, cuando se forman los primeros estados las mujeres quedan excluidas, y en opinión del pensador, el desarrollo de la historia ha significado el agravamiento de su dependencia y sujeción.
Considera que la igualdad es uno de los rasgos definitorios del estado natural, y que las únicas diferencias existentes entre los individuos se refiere a la fuerza y a la fecundidad. La desigualdad entre hombres y mujeres se inicia en la división sexual y funcional del trabajo. Las mujeres cuidan de la casa y su familia, los varones se ocupan de la subsistencia familiar.
Otro campo en el que Poullain rompe radicalmente con las ideas tradicionales es respecto a la educación femenina, ideas que reposan sobre la creencia en la desigualdad entre los sexos y entre los diferentes órdenes sociales. Cambia la dirección de las argumentaciones tradicionales señalando que las diferencias educativas para hombres y mujeres no son consecuencia de la desigualdad natural entre los sexos, sino que, es la propia desigualdad cultural la que produce las dos educaciones. Si bien entiende que hay diferencias con respecto a la capacidad de los individuos, estas diferencias varían en función de las personas y no de los sexos.
Asimismo piensa que lo más importante no es lo que se aprende sino la manera de aprenderlo: es más importante el método que el contenido, y ambos deben ser iguales para ambos sexos. De acuerdo con sus concepciones pedagógicas y políticas reclama para las mujeres el acceso a todas las profesiones y funciones sociales.
Poullain de la Barre fue un hombre adelantado a su tiempo. Pensador, heterodoxo y preilustrado, se adelantó a su época por diversas razones: por defender la igualdad entre los sexos, por dar numerosos y bien fundados argumentos, pero también por apelar a una razón moral cuando ésta no se había constituido aún en razón científica e instrumental.
Otro gran personaje que tuvo grandes aportaciones fue JONH STUART MILL (1806-1873), pensador inglés en torno al cual se agrupan los filósofos “ radicales” de finales del siglo XVIII y principios del XIX. Fue educado bajo el influjo de la doctrina utilitarista de la que había de llegar a ser su más ilustre representante en Inglaterra.
Escribió sobre lógica y matemáticas, pero también le dio gran importancia al estudio de las ciencias sociales. En su constante preocupación por el problema de la libertad humana y de la búsqueda de la verdad por medio de la razón, dedicó parte de su vida al tema de la desigualdad y opresión de la mujer.
Su ensayo The Subjection of Women [pie de pag( La sujeción de la mujer) ( 1869) (El primer borrador de esta la realizó en 1861, sin embargo decidió postergar su publicación para ir introduciendo mejoras y publicarlo en el momento en el que pareciese más útil)] es una de las obras que ha tenido grandes aportaciones a la teoría y a la práctica feminista. El él hace un análisis sistemático de todos los problemas relacionados con la situación de la mujer en la sociedad de su tiempo que es aplicable aún a nuestro tiempo.
Su fin es de carácter social y político “ el principio regulador de las actuales relaciones sociales entre los sexos - la subordinación legal de uno al otro - es intrínsecamente erróneo y constituye actualmente uno de los obstáculos más importantes para el progreso humano, y que debería ser sustituido por un principio de perfecta igualdad que denegara todo poder o privilegio para unos y toda incapacidad para otros”.
Su defensa del sexo femenino está basada fundamentalmente en el hecho que la mujer nunca había recibido una educación adecuada como para que pudiese desarrollar sus facultades artísticas e intelectuales.
Para este autor las instituciones patriarcales - es decir, todas aquellas que están relacionadas de uno u otro modo con la opresión de las mujeres- deberían ser un hecho aislado en el mundo moderno. Las instituciones feudales han sido definitivamente abolidas por un principio superior, el que afirma que aquello que concierne directamente al individuo debe dejarse a su libre juicio, y que la intervención de la autoridad es perjudicial salvo para la protección de los derechos ajenos.
Sin embargo, las mujeres se constituyen en el único caso en que las leyes e instituciones deciden apriori, y en virtud de la “ fatalidad del nacimiento”, a qué han de dedicar su vida .
Las leyes no sólo prohiben explícitamente su acceso a la educación superior, a la mayor parte de los trabajos no proletariados y a cualquier tipo de actividad política, sino que también reglamentan su régimen de casi total sumisión a la otra parte del contratante del casi único contrato que se les permite firmar: el matrimonial.
Mill realiza una severa crítica a la familia como institución y agente socializador. Fundada en la separación tajante de las esferas de lo público y lo privado, destruye la virtud de las mujeres. La responsabiliza de lo fuertemente arraigadas que se encuentran
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