Argentina, levántate y anda
Ludmila ElenaResumen13 de Junio de 2019
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TODESCA. CAP.12
Argentina, levántate y anda.
Así arrancó el discurso inaugural de Menem el 8 de julio de 1989. Llevaba una imagen tipo Facundo Quiroga. Con liturgia ANTIYANQUI pidió romper relaciones diplomáticas con EEUU frente a los bombardeos a la residencia privada del presidente de Liria. Prometió recuperar las Islas Malvinas "como sea". Trabo amistad con el coronel Seineldin. Prometió salariazo a la clase obrera empobrecida y revolución productiva a toda la sociedad. Prometió terminar con la corrupción y la especulación, poner en marcha la economía de nuevo avisando que nada iba a ser tan rápido como se deseaba. Planteaba un proyecto de gestión que ponía al país en la comunidad internacional y el respeto a los compromisos con la deuda externa.
Buscaba la unidad nacional y convoco un gabinete variado en sectores y pensamiento. Min. de trabajo: el sindicalista J. Triacca, Obras publicas: el abogado R. Dromi, Educación: el educador católico A. Salonia, Defensa: ex senador y candidato I. Luder, Justicia: L. Arslanian (juzgo a las juntas militares), Relaciones exteriores: el economista D. Cavallo, Min. de economía: M. Roig ( del grupo Bunge &Born "B&B"), y sorprendía con A. Alsogaray como asesor presidencial para la deuda externa.
Días antes al cambio de gobierno, Di Tella, futuro secretario de Coordinación Económica, anuncio un dólar altísimo que aceleraba la hiperinflación , por otro lado se hablaba de un acuerdo voluntario de precios y la derogación de la Ley 20680 que fue el control de precios en los 80'. Roig ante todo esto guardaba silencio.
En medio de esto, salió el plan B&B con duras medidas ya advertidas. El dólar paso de 210 a 650 australes, y los servicios aumentaron e/ 200% y 600%. Pero se prometió mantener fijos los nuevos valores. Con esto se pretendía estabilizar las finanzas públicas y controlar la desmedida emisión. También incluía un acuerdo de precios y pautas para futuros aumentos salariales.
En medio de todo esto a pocos días de asumir se anuncia la muerte del Min. de Economía, quien fue reemplazado por N. Rapanelli ( también de B&B).
Las medidas parecían ser más de lo mismo, hasta que el presidente pasó por los importantes ámbitos empresariales dejando un mensaje hecho a la medida de cada uno. Fue a la Rural y presentó una reducción en las retenciones a la exportación de los productos del campo. Halagó los oídos de los industriales, visitó la Confederación General de la Industria, la Bolsa de Comercio y la de Cereales. Se hizo presente en reuniones anuales de 1989 del IDEA y de la ACDE.
El congreso aprobó en tiempo record dos leyes fundamentales: 1) Ley de emergencia económica (que suspendió subsidios al sector privado),2) Ley de reforma de estado ( facilitó la privatización de empresas públicas). En materia tributaria obtuvo legislación que le permitió extender el impuesto al valor agregado a bienes y servicios exceptuados hasta entonces.
Noviembre 1989: nuevo acuerdo con el FMI por 1500 millones de dólares. Los requisitos: apertura comercial, libre movimiento capital, liberación del sistema bancario, privatizaciones, desregulación de la economía y del mercado petrolero, reducción del déficit fiscal, recorte operatorio al BHN y al BANADE.
A seis meses de gobierno; el PJ no termina de entender el rumbo del gobierno que va junto a un nuevo fenómeno "el menemismo", con la conmoción interna se fractura la CGT. El radicalismo estaba dividido, muchas reformas del gobierno eran del derrotado candidato Angeloz. Los liberales no lo apoyaban a excepción de Alzogaray.
El presidente tuvo dos gestos para intentar lograr la unidad nacional, recibió los restos de Juan Manuel de Rosas muerto en exilio en Gran Bretaña y anunció reconciliación nacional con el ejército.
Las medidas adoptadas no lograban estabilizar la economía, había un abismo entre el programa de reformas y la realidad cotidiana. Las finanzas públicas seguían desordenadas, las demandas salariales y la inflación iban en ascenso. La compra de dólar aumentó y con él su cotización en el mercado paralelo, mientras el gobierno ofrecía altas tasas de interés en pesos en los bancos para evitarlo.
El equipo económico intentó un nuevo plan el BB II: devaluación del 54%, alzas de tarifas, retención de exportaciones, modificación en salarios públicos y privados y reprogramación de vencimientos de la deuda pública interna. Desconfiados con esto los ahorristas sacaron masivamente sus depósitos bancarios, las tasas aumentaron 50% mensual y el dólar 10% diario.
Todo esto llevó a la renuncia del Ministro Rapanelli que fue reemplazado por Erman González, un contador que había sido ministro de economía en La Rioja cuando Menem la gobernaba.
González liberó el mercado de cambios dejando libre al dólar, retrocedió con el aumento de las retenciones pero mantuvo el aumento de las tarifas.
Diciembre: inflación del 40%, sumando un 5000% anual, el dólar paso de 650 a 1137 australes, otra vez hiperinflación.
Con una situación nacional caótica el gobierno rechazó la invasión de EEUU a Panamá, a pocos días que EEUU levantara el embargo de armas que Argentina tenía desde la guerra de Malvinas.
ESTAMOS MAL PERO ESTAMOS BIEN
El acuerdo con el FMI solo llego a desembolsar un primer pago y quedó en suspenso. La resistencia a las privatizaciones aumentaba. La corrida sobre los bancos no paraba. El 3 de enero de 1990 el gobierno decidió una conversión forzosa de los depósitos a plazo fijo por títulos públicos en dólares a 10 años de plazo, llamados BONEX 1989. Exceptuando depósitos menores a 1000 dólares, los destinados a pagos de salarios o impuestos y las entidades de bien público.
Mientras se empezaba a dudar de la credibilidad del gobierno, se discutían alternativas para superar la situación, los más tradicionales del justicialismo querían volver a los controles de cambios y precios, del otro lado querían establecer un régimen de convertibilidad de la moneda con el dólar.
Erman González puso en marcha otro paquete de ajustes: más aumentos de tarifas e impuestos y reducción en el gasto público.
El presidente buscaba comprensión y consenso justificando que cuando Perón gobernaba lo hacía con un país con recursos, con riqueza. Para este momento el debate era intenso tanto adentro como afuera del justicialismo. El proceso de privatizaciones se sentía amenazado y escándalos de corrupción con los recursos públicos tocaban a funcionarios del gobierno.
En abril de 1990 los más liberales hicieron una marcha en la Plaza de Mayo por el SI a las privatizaciones y el proceso de reforma del Estado, donde el presidente dio un breve discurso diciendo: estamos mal pero vamos bien.
Con voluntad firme el gobierno logró avances en el proceso de reforma del Estado con la privatización de Aerolíneas Argentinas, la compañía telefónica, canales de televisión y radio, parte de las petroquímicas y el 40% de concesión de la red caminera sujeta al peaje. También se aseguró que la justicia no se metiera en futuras decisiones ampliando de 5 a 9 de los miembros de la Corte Suprema.
Con las medidas de marzo la inflación cedió unos meses y en mayo se restableció el acuerdo con el FMI, pero en agosto los precios volaron de nuevo y la economía otra vez no encontraba un rumbo.
Tras 18 meses de gestión la economía había crecido un 0,4%, la inversión y el consumo seguían en descenso y la inflación alcanzaba el 1344%.
En cambio, el ajuste equilibró las cuentas externas. Las exportaciones superaban en 8000 millones a las importaciones, y con el financiamiento externo generaron 2700 millones de dólares de reserva. Las privatizaciones produjeron unos 7400 millones de dólares entre efectivo y títulos de la deuda pública. Igualmente el dólar seguía aumentando.
Último trimestre de 1990, tres fuertes acontecimientos políticos; en septiembre se anuncia que la Argentina participaría con EEUU en la Guerra del Golfo, lo que provocó gran debate porque la decisión se tomó sin autorización del Congreso.
Noviembre, la empresa Swift-Armour, informa al embajador estadounidense Todman que se le exigió el pago de comisiones para agilizar la radicación de una planta en Rosario. El embajador hizo una presentación formal al gobierno, esto se hizo público, y terminó con la renuncia del asesor presidencial Emir Yoma, la creación del Ministerio de Justicia y la supresión del Ministerio de Obras y Servicios Públicos. A EEUU se le hacía difícil mantener relación con los reclamos de sus empresarios.
3 de diciembre, alzamiento militar de la mano de Seineldin, pero el presidente actuó rápido y Ejército aplastó la rebelión. Poco después Menem indultó a los ex jefes de las Juntas Militares y a los dirigentes de Montoneros.
LA QUINTA CONVERTIBILIDAD
Con un dólar imparable, en enero de 1991, el presidente nombró a Cavallo ministro de Economía, quedando Di Tella como ministro de Relaciones Exteriores. De la mano de Cavallo el gobierno mandó al Congreso un proyecto de convertibilidad fija de 10000 australes por dólar. El Banco Central vendería todas las divisas demandadas y sacaría de circulación los australes recibidos. También podría comprar todas las divisas que le ofrecieran usando la emisión si fuera necesario. Las reservas internacionales de oro y divisas extranjeras debían ser por lo menos igual a la base monetaria. Costó hacer entender este plan tan sencillo trajera soluciones. La clave era la emisión solo para compra de divisas y sacar de circulación toda la recibida por venta. O sea cesaba la emisión para financiar el gasto fijo, y el Banco Central quedaba como una casa de conversión. La sanción de la ley fue el 1 de abril de 1991, con 14 artículos era la base de una nueva economía nacional.
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