COMBATE AL CRIMEN ORGANIZADO

COMBATE AL CRIMEN ORGANIZADO

Erik Villarreal Mejorado.

Considero que la táctica utilizada por el poder ejecutivo para luchar en contra de la delincuencia no fue la más adecuada, ya que desencadeno una ola de violencia nunca antes vista en nuestro país, provocando repercusiones muy graves en la vida política, social y sobretodo económica de México.

En el aspecto social la ciudadanía atemorizada por la violencia, dejo de realizar actividades que normalmente eran rutinarias; salir a pasear, ir a bailar, asistir a algún club social o deportivo, entre otras muchas cosas que generalmente hacían con frecuencia. Salir de su casa en un automóvil de modelo reciente representaba un riesgo por temor a ser víctimas de un secuestro o levantón como se dice coloquialmente; sin embargo, había quien si lo hacía o tenía permiso para hacerlo ya que estaban protegidos o pagaban una cuota para que nadie los molestara. El llamado cobro por uso de piso como se le conoce a esta práctica y que mucha gente tuvo que acostumbrarse a vivir de esa manera sobre todo la clase media y alta del país, algunos ciudadanos se vieron incluso en la necesidad de sacar a sus hijos de colegios particulares, ya que esto también daba pie a que los delincuentes los consideraran gente de recursos económicos muy altos. Así cada miembro de la sociedad mexicana se vio en la imperiosa necesidad de acostumbrarse a un nuevo estilo de vida.

Creo que el aspecto económico fue el más afectado en esta lucha o en esta guerra en contra del narco, la ausencia de consumidores en la mayoría de los comercios, la poca afluencia turística en los destinos más visitados del territorio nacional, la casi nula visita a restaurantes y centros nocturnos o de recreación, así como el temor de inversionistas extranjeros a visitar e incursionar en algún negocio en nuestro país, aunado a los avisos o advertencias de ciertos países de Europa y del mundo entero a sus ciudadanos de no visitar algunos estados de la republica perjudicaron considerablemente la economía de México; sin embargo, el gobierno quería maquillar estos temas diciéndonos que todo estaba bien y que la economía de México era una de las más estables del mundo, pero en las calles la realidad era otra.

Mientras tanto los políticos con su hambre de poder y su poca sensibilidad, siguen luchando por puestos de alto rango en el gobierno, en lugar de preocuparse por lo verdaderamente importante, por darle seguridad y tranquilidad a la ciudadanía; pero, como esperar eso de nuestros políticos o altos funcionarios si es ahí donde se encuentra un cáncer de México llamado corrupción. Los distintos grupos criminales pagan cantidades estratosféricas a altos mandos del gobierno ya sea federal, estatal o municipal, de todos es sabido que controlan prácticamente a todas las fuerzas policiales del país. Y eso si es un problema que

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