CONCEPTO, MÉTODO, OBJETO, SISTEMA Y FUNCIONES DE LA CRIMINOLOGÍA
Emerson YaxDocumentos de Investigación22 de Abril de 2019
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Universidad San Carlos De Guatemala Centro Universitario de Occidente División de Ciencias Jurídicas Y Sociales Criminología[pic 1]
Lic. Armando Santizo
Quinto Semestre, Sección B
Nombre: Carné:
1. Pablo Moisés Pérez Tzul…………….…………………….….…… 201730750
2. Reinaldo Ezequiel Poncio Sic…………….……………….………. 201632054
3. Christian Adolfo Yax Itzep………………………………………… 201731654 4. Rodrigo Antonio Ajpacajá López………………………………..... 201631208 5. Edson David Valiente Rodas……………………………................ 200341284 6. Bryan Estrada Arredondo…………………………………………. 201730752 7. René Alejandro Leiva Gómez……………………………………… 201731836
CRIMINOLOGÍA
Una introducción a sus fundamentos teóricos
7ma. Edición
Antonio García-Pablos de Molina
Parte Primera
LA CRIMINOLOGÚA COMO CIENCIA EMPÍRICA E INTERDISCIPLINARIA.
CONCEPTO, MÉTODO, OBJETO, SISTEMA Y FUNCIONES DE LA CRIMINOLOGÍA
I. LA CRIMINOLOGÍA COMO CIENCIA EMPÍRICA E INTERDICIPLINARIA: APROXIMACIÓN A LA MISMA
1. Definición provisional de la Criminología. Cabe definir la Criminología como ciencia empírica e interdisciplinaria, que ocupa el estudio del crimen, de la persona del infractor, la víctima y el control social del comportamiento delictivo, y trata de suministrar una información válida, contrastada, sobre la génesis, dinámica y variables principales del crimen –contemplando éste como problema individual y como problema social- y los diversos modelos y sistemas de respuesta del delito.
2. La criminología como ciencia. La Criminología como ciencia dispone de un objeto de conocimiento propio, de un método y de un sólido cuerpo de doctrina sobre el fenómeno delictivo, avalado, por cierto, por más de un siglo de investigaciones.
II. EL MÉTODO DE LA CRIMINOLOGÍA:
EMPIRISMO E INTERDICIPLINARIEDAD
1. Polémica sobre el método y lucha de escuelas: La Criminología adquirió autonomía y rango de ciencia cuando el positivismo generalizó el empleo del método empírico.
El método científico, esto es, el método empírico (basado en la observación y, en su caso, en la experimentación) se considera en la actualidad extensible, también al estudio del comportamiento delictivo.
2. Saber empírico y saber normativo. Que la Criminología pertenezca al ámbito de las ciencias empíricas significa, en primer lugar, que su objeto (delito, delincuente, víctima y control social) se inserta en el mundo real, de lo verificable, de lo mensurable y no en lo de los valores.
3. Método empírico y método experimental.
4. Limitaciones y carencias del método empírico.
5. El principio interdisciplinario. El principio interdisciplinario se halla significativamente asociado al proceso histórico de consolidación de la Criminología como ciencia autónoma.
Son muchas las disciplinas científicas que se ocupan del crimen como fenómeno individual y social. La Biología (criminal), la Psicología (criminal), la Sociología (criminal).
6. Métodos y técnicas de investigación.
- Reconocimientos médicos.
- La exploración
- La entrevista
- El cuestionario
- La observación
- La discusión en grupo
- El experimento
- Los test psicológicos
- Métodos de medición
- Métodos sociométricos
- Estudio de casos y biografías criminales
- Estudio de seguimiento
- Estudios paralelos e investigaciones con grupo de control
- Particular referencia al método estadístico
La perpetración de un hecho delictivo pasa, a menudo, inadvertida, no trasciende a terceros, o trasciende, pero éstos, por muy diversas razones, no denuncian el mismo, de modo que ni siquiera llega a conocimiento de la autoridad competente para perseguirlo y castigarlo. Otras veces la denuncia no da su fruto: no se abre la oportuna investigación o arroja un resultado final negativo, pues la autoridad policial y la judicial filtran y seleccionan aquellas pretensiones punitivas que –a juicio de estas últimas- requieren y merecen la respuesta del Estado. La propia persecución formal del hecho denunciado, por otra parte, no siempre concluye con una sentencia condenatoria para el presunto infractor ni éste cumple, en su caso, un hipotético castigo impuesto. Ni todo delito cometido trasciende, ni todo delito conocido se denuncia, ni todo delito perseguido se castiga, ni toda condena impuesta se cumple.
Un elevadísimo número de delitos efectivamente cometidos ni siquiera llega al conocimiento de la policía, es obvio, entonces, que las estadísticas oficiales solo detecten la punta del iceberg.
- Los informes de auto denuncia o self-reporter survey:
Los self-reporter permiten calcular el número de individuos de una determinada población que han cometido hechos delictivos de diversa índole, así como la frecuencia con que lo hicieron; permiten también la comparación de los valores respectivos de la criminalidad real y la registrada y, desde luego, hacen posible las investigaciones de corte longitudinal sobre “carreras delictivas” a lo largo de vastos períodos de tiempo, así como todas aquellas otras que se propongan contrastar grupos delincuentes y grupos de control.
El volumen de la criminalidad no registrada es muy considerable, preocupante, y que la mayor parte de la delincuencia real no es siquiera detectada en seguida por el control penal son dos de los datos que evidencian reiteradamente los informes de auto denuncia.
- Encuestas de victimización:
La primera encuesta realizada sobre víctimas del delito de la que se tiene noticia fue realizada en Aarhus, Dinamarca, en 1730. Las encuestas de victimización constituyen una segunda fuente de información alternativa, ya que sus datos no proceden de las agencias estatales del sistema legal, sino de la propia víctima del delito.
Las encuestas de victimización son cuestionarios con los que se pretende conocer, la frecuencia de los delitos cometidos y los perfiles de las víctimas.
Las encuestas de victimización permiten evaluar científicamente el crimen real, siendo la técnica más adecuada para cuantificar el mismo e identificar sus variables.
De las encuestas de victimización pueden inferirse algunos datos relevantes sobre el perfil y tendencias de la criminalidad de nuestro tiempo, que rompen con mitos y convicciones sociales muy arraigadas. Así, el crimen aparece como un suceso omnipresente en la vida cotidiana: en este sentido, un acontecimiento “normal”. Convivimos a diario con él. Se trata, además, de un fenómeno “ubico”: no es patrimonio de ninguna clase o estrato de la población, sino que se reparte a lo largo y a lo ancho de toda la pirámide social: cosa distinta sucede con el control social que actúa selectiva y discriminatoriamente, en función del estatus del infractor.
Las tasas reales de criminalidad parecen mantenerse estables, experimentando un incremento puramente vegetativo, en clara contradicción con las estadísticas oficiales y conocidos estados de opinión.
Las tasas de criminalidad femenina –tradicionalmente muy inferiores a las del varón- acusan un incremento acelerado, debiéndose advertir, además, que experimentan una cifra negra, en términos comparativos, mucho más elevada que la de aquél.
Los adultos comenten crímenes más graves que los jóvenes participando la población juvenil en infracciones generalmente más leves. La “visibilidad” diferencial de los delitos y ciertos estereotipos explican que se asocie al joven con delitos graves y violentos, prejuicio que parece de consistencia estadística.
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