¿CUAL PROCESO? Dr. Carlos Martínez

…¿CUAL PROCESO?

Dr. Carlos Martínez

Recuerdo hace algunos años atrás que leía el extraordinario trabajo de Eduardo Galeano, Las Venas Abiertas de la América Latina...allá por la década de los ochenta...detenido y recluido en un calabozo de la democracia representativa por mis ideas...un fragmento indeleble de ese libro...”la historia es un gigante con la mirada vuelta hacia atrás...por lo que fue, por lo que es y por lo que será...” de ese tiempo a esta fecha...han salido unas cuantas lunas y mira que mucho ha llovido...eran tiempos duros, de represión abierta y encubierta, hostigamiento, acoso, cárcel, tortura, persecución, secuestros políticos, clandestinidad obligada, tiempos difíciles donde no era fácil decir a todo gañote en cualquier parte y menos en la Plaza Bolivar....SOY REVOLUCIONARIO!!!!

Eran años de organización popular en barrios, liceos, universidades y fabricas...y donde el partido o la organización de masas o la clandestina, solo pedía mística de trabajo y conciencia política e ideológica a la militancia...pero no financiaba la revolución...eso era parte del trabajo militante que debía contar con sus colaboradores y su base social, que debía procurarse todo lo necesario para subsistir en las condiciones normales pero también en los momentos en que las condiciones adversas acosaran la existencia del militante revolucionario...no había caja chica de donde sacar dinero, no había financiamiento gubernamental, ni de partidos políticos...había que inventar...ser creativo…

Cuantas reuniones en tierra de nadie...en la plaza del rectorado...en los pisos del aula magna en auditorios o en el comedor, sitio de preferencia que además de darte comodidad para reunirte, te daba las tres papas diarias por cinco bolívares de los de antes... desayuno 1 bolívar, almuerzo 2 bolívares y la cena también en 2 bolívares y resolvías tu comida diaria...mientras se planeaba la forma y manera de golpear al enemigo...no había dinero para hacer la revolución en restaurantes de lujo o en tascas ni siquiera módicas..eran sin duda otros tiempos.

La Universidad Central de Venezuela era sin duda alguna el sitio por excelencia para la formación política e ideológica de los militantes revolucionarios, aunque no era el único lugar...la UDO, UC, ULA, entre otros, también eran escenarios de luchas las calles, el barrio, el liceo...contra los cuerpos represivos del Estado, pero también de candentes combates en la confrontación política de las ideas, de la teoría revolucionaria y de las propuestas programáticas en la construcción de un modelo de sociedad donde se superara la esencia explotadora de la sociedad Capitalista Burguesa.

Reuniones diarias, círculos de estudio, formación militante, lectura, confrontación de ideas, asambleas, formación de cuadros, eran la metodología de trabajo básica de un aspirante a ser revolucionario...El compromiso se media por tu mística de trabajo...tu apego a tus ideas, la responsabilidad y la pasión por un proceso revolucionario en gestación...hostigado y perseguido...pero consecuente en su accionar y compromiso en el barrio, la universidad o la fabrica...con los sectores populares...

De lo que digo, pueden dar constancia muchos hombres y mujeres que a mi lado, pasamos tantos y tantos momentos color de hormiga. Otros que también conocimos, prefirieron optar por mantenerse a raya o circunscribir su teoría y “practica revolucionaria” a las tertulias interminables en los cafetines o a fogosas discusiones de cátedra…y así no quemarse con el enemigo, que no tenia contemplaciones en perseguirte, encarcelarte, hostigarte o torturarte, si descubría que de alguna manera estabas vinculado a actividades subversivas o al proceso revolucionario…

Paradójicamente muchos de esos “revolucionarios”(que por suerte no son todos, porque hay unos muy buenos) que ayer hacían mil revoluciones en los cafetines y que por ninguna razón se metían con el sistema o régimen imperante, hoy son figuras destacadas, prominentes líderes

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