Capitulo 1 De Los 7 Habitos De La Gente Altamente Efectiva
deladriana1 de Febrero de 2013
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jemplo:
LENGUAJE REACTIVO LENGUAJE PROACTIVO;   No puedo hacer nada!!,   Yo soy así !!!, No lo permitirán, hago este trabajo al fin que "alguien" lo va a revisar, hoy no hay nadie que me cheque asi que ..., … Examinemos nuestras alternativas Puedo optar por un enfoque distinto Controlar mis desiciones  Puedo elaborar una exposición efectiva y elegir una respuesta adecuada,
Las personas reactivas, cuando les va mal culpan a fuerzas externas de sus situación. Se mueven por sentimientos. Las personas proactivas hacen hincapié en el verbos amar, hacer,..., sin esperar calificaciones o revisiones "de alguien" de los trabajos que estan realizando .
Si pensamos que el problema está ahí afuera, ese es el problema, ya que esperamos a que cambie lo que está afuera y antes que nosotros cambiemos. Es por eso que debemos cambiar de adentro hacia fuera; y no de afuera hacia adentro. El modo más positivo en que yo puedo influir en mi situación consiste en trabajar sobre mí mismo, sobre mi ser.
SEGUNDO HABITO.- EMPIECE CON UN FIN EN MENTE
Consiste en empezar hoy con la imagen, el cuadro o el paradigma de vida como marco de referencia o criterio para el examen de todas las otras cosas. Signifca comenzar con una clara comprensión de nuestro destino. Significa saber adónde se está yendo, de modo que se pueda comprender mejor dónde se está, y dar siempre los pasos adecuados en la dirección correcta. Podemos estar muy atareados, podemos ser muy eficientes, pero solo seremos también verdaderamente efectivos cuando empecemos con un fin en mente.
El hábito de empezar con un fin en mente se basa en el principio de que todas las cosas se crean dos veces. Siempre hay primero un creación mental, y luego una creación física. Si comprendemos este principio y aceptamos ambas creaciones, ampliaremos nuestro círculo de influencia. Todas las cosas se crean dos veces, pero no todas las primeras creaciones responden a designios conscientes, pues si no desarrollamos autoconciencia permitiremos que otras personas actúen sobre nosotros.
Este hábito se basa en principios de liderazgo personal, por lo cual el liderazgo es la primera creación, y la administración es la segunda creación. Liderazgo no es administración. El liderazgo aborda el límite superior, determina si la escalera está o no apoyada en el lugar correcto; en cambio la administración se centra en el límite inferior y busca la eficiencia en el ascenso por la escalera del éxito. La metamorfosis que tiene lugar en todas las industrias y profesiones requiere liderazgo primero y administración después.
El mercado empresarial está cambiando con tanta rapidez que muchos de los productos y servicios que satisfacían los gustos y necesidades del consumidor hace unos pocos años ahora se han quedado obsoletos. El liderazgo proactivo enérgico debe controlar constantemente el cambio ambiental, en particular los hábitos y motivos del cliente, y proporcionar la fuerza necesaria para organizar los recursos en la dirección correcta .
Si las industrias no controlan el ambiente, sus propios equipos de trabajo y el ejercicio del liderazgo creativo para seguir avanzando en la dirección correcta, ningún tipo de administración experta podrá impedir que fracasen. Ningún éxito administrativo puede compensar el fracaso del liderazgo.
Los dos privilegios humanos adicionales que nos permiten ampliar nuestra proactividad y ejercer el liderazgo personal en nuestras vidas son la imaginación y la conciencia moral. Estas dos nos permiten escribir nuestro propio guión. Ya que vivimos con los guiones transmitidos, podemos escribir nuestros propios guiones, lo cual es un proceso de reescritura o cambio de paradigmas básicos que tenemos. Cuando reconocemos los paradigmas incorrectos o incompletos que están en nuestro interior podemos empezar a rescribir proactivamente nuestros guiones.
Podemos comenzar con un fin en mente elaborando un enunciado de la misión, filosofía o credos personales. Se centrea en lo que uno quiere ser (carácter) y hacer (aportaciones y logros), y en los valores o principios que dan fundamento al ser y al hacer. A esto también se le denomina constitución personal, la cual nos permite evaluar efectivamente todas las decisiones concernientes al uso más efectivo del tiempo, del propio talento y energía.
Para escribir un guión necesitamos empezar en el centro de nuestro círculo e influencia, el cual está compuesto por nuestros paradigmas más básicos, la lente a través de la cual vemos el mundo.
Cuando trabajamos en el centro mismo de nuestro círculo de influencia, lo ampliamos. Este es el trabajo CP de mayor peso, que influye significativamente en la efectividad de todos los aspectos de nuestras vidas.
Lo que haya en el centro de nuestra vida será fuente de seguridad, guía, sabiduría y poder. La seguridad es nuestra fuerza personal básica; la guía es la fuente de dirección de la vida; la sabiduría es nuestra perspectiva de la vida; el poder es la capacidad o facultad de actuar. Estos factores son interdependientes y cuando están juntos, armonizados y vivificados entre sí dan origen a la fuerza de una personalidad noble, un carácter equilibrado, un individuo hermosamente integrado. Estos pueden ubicarse en un continuum, en el que en el nivel inferior estos niveles son débiles y dependemos de otras personas y de las circunstancias, cosas sobre las cuales no tenemos ningún control directo. En el nivel superior el control es nuestro, tenemos una fuerza independiente y la base para relaciones ricas e interdependientes.
Todos tenemos un centro, aunque por lo general no lo reconozcamos como tal. Los centros o paradigmas típicos son:
Centrarse en el cónyuge.- En algunos matrimonios existe una fuerte dependencia emocional, es decir dependen del matrimonio. Su estado de ánimo depende de la conducta del cónyuge y de las cosas con las que puede tropezar el matrimonio (un nuevo hijo, parientes políticos, reveses económicos, éxitos sociales, etc. Cuando aparece un a dificultad, se dan las diferencias y se tratan de mostrar los errores del otro y justificar los propios.
Centrarse en la familia.- Como centro, paradójicamente, destruye los mismos elementos necesarios para el éxito familiar. La personas que se centran en la familia se vuelven vulnerables a un cambio de tradición o cultura de la familia y toda conducta que consideren impropia amenazará su seguridad. Tienden a condicionar el amor de sus hijos, con lo cual los hacen emocionalmente dependientes o contradependientes.
Centrarse en el dinero.- La mayoría de nosotros tenemos preocupaciones económicas. Y cuando factores globales afectan nuestra situación económica podemos experimentar una preocupación e inquietud que no siempre emergen a la conciencia. Algunas razones pueden ser importantes, pero cuando se centra en acumular dinero, anula sus propios esfuerzos. Las personas que se centran en el dinero suelen dejar a un lado a su familia o a otras prioridades.
Centrarse en el trabajo.- Una persona centrada en el trabajo puede convertirse en adicta y obsesiva, y forzarse a una producción salvaje sacrificando su salud, sus relaciones y otras importantes áreas de la vida.
Centrarse en las posesiones.- Este centro es poco satisfactorio , ya que puede desvanecerse rápidamente y sufrir la influencia de innumerables fuerzas. Las personas centradas en las posesiones tienden a proteger y asegurar los bienes, propiedades, seguridades, posición o reputación. Centrarse en el placer.- Este centro está asociado con las posesiones. El placer en un grado moderado relaja el cuerpo y promueve las relaciones. Pero los que se centran en el placer tienden a aburrirse de los niveles de diversión y desean más y más.
Centrarse en amigos o enemigos.- Estas personas tienden a poner suprema importancia a la aceptación. En el caso de centrarse en un enemigo las persona reacciona con contradependencia a la conducta y las actitudes de un enemigo percibido.
Centrarse en la Iglesia.- Acudir as unas Iglesia no necesariamente significa que se vivan los principios que se enseñan en esas reuniones. Se puede ser mimbro activo de una Iglesia, pero inactivo en la práctica de su evangelio.
Centrarse en uno mismo.- La forma más obvia es el egoísmo, aunque viola los valores declarados de la mayoría de nosotros. En el limitado centro de uno mismo hay poca seguridad, guía, sabiduría o poder.
El mejor modo de identificar nuestro propio centro consiste en examinar atentamente los factores que sustenta nuestra vida. No solo podemos tener un centro, pues podemos tener la combinación de varios de estos, entonces la fuerza emergente es otro centro.
Es por eso que al centrar nuestra vida en principios correctos, creamos una base sólida para el desarrollo de los cuatro factores sustentadores de la vida (seguridad, guía, sabiduría y poder). Cuanto más sabemos de los principios correctos, mayor es nuestra libertad personal para actuar con sabiduría.
Como personas proactivas podemos empezar a dar expresión a lo que queremos ser y hacer en nuestras vidas. Podemos redactar un enunciado de nuestra misión personal, una constitución personal. Esta no se escribe en corto tiempo, pues necesita de análisis profundo, una expresión meditada y varios borradores para llegar ala forma final; con lo cual tardaríamos varias semanas o meses. Puede ser que a lo largo de los años lo revisemos y
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