Choropampa. La salud vale más que el oro

CHOROPAMPA

La salud vale más que el oro

En la actualidad la actividad minera en el Perú se ha convertido en el sector de mayor exportación en el país originando el ingreso de millones de dólares anuales; sin embargo, a pesar del incremento del ingreso económico, las empresas mineras que operan en el país han causado diversos conflictos sociales ya que a pesar de la existencia de normas de protección ambiental y social, cientos de áreas naturales entre cuencas hidrográficas, lagos, lagunas y ciudades se encuentran con un nivel de contaminación alarmante lo que implica el deterioro indiscriminado de los recursos naturales como la tierra y el agua afectando la flora y fauna del país y lo que es incluso peor, atentando contra la vida de los pobladores.

Un claro ejemplo de cómo la minería ha causado impactos en el medio ambiente y en la salud de los habitantes de las comunidades locales, es el caso de la contaminación por derrame de mercurio proveniente de la Minera Yanacocha en Cajamarca el día 2 de junio del 2000, cuando un camión de una empresa contratista que transportaba el mineral, esparció accidentalmente 151 kg. de mercurio elemental altamente tóxico a lo largo de 40 km. en la carretera que cruza el distrito de Choropampa y dos poblados más del distrito de Chota; siendo el Centro Poblado Menor de San Sebastián de Choropampa el más afectado, produciendo una intoxicación a más de mil pobladores entre niños, adultos y ancianos.

Aquella tarde del 2 de junio, los pobladores de la localidad mostraron curiosidad ante la presencia del metal, muchos de ellos refieren que lo confundieron con “Azogue” una medicina natural que por creencia y costumbre, lo esparcen por el cuerpo para curar diferentes males; sin saber el alto grado de contaminación, los pobladores tuvieron contacto directo con el mercurio al recogerlo con las manos e incluso con la lengua deslumbrados por el líquido brillante. Los campesinos refieren también que esa noche los trabajadores de la empresa minera, ofrecieron dinero a cambio de recolectar el líquido esparcido, ante tal oferta los niños y adultos procedieron de diversas maneras a ejecutar la faena sin tener conocimiento de las consecuencias letales que acontecerían.

Pocos días después, ante la alarma de la contaminación se ejecutaron diversas actividades de limpieza en la zona a cargo de una delegación de trabajadores de la compañía minera entre ellos directivos e ingenieros, quienes además se reunieron con el alcalde y dirigentes de la comunidad para tomar acciones ante los reclamos y exigencias de los pobladores afectados quienes ya experimentaban los primeros síntomas de la intoxicación.

Al transcurrir los días, los centros de salud de Choropampa se encontraban abarrotados con la asistencia de los pobladores que  presentaban dolores intensos de cabeza, visión borrosa, dolores articulares, picazón y erupciones en la piel entre otros malestares. Al principio no se pudo determinar con exactitud la causa de los síntomas porque no contaban con los medios necesarios para realizar los análisis respectivos, sin embargo frente a una intoxicación masiva, el estado y la minera Yanacocha optaron por brindar atención médica temporal a la población.

Ante el incremento de los malestares en la población, el joven Alcalde de la comunidad, organizó una marcha de protesta en la ciudad de Lima para que tomen interés en los sucesos presentados por la contaminación; exigían atención médica especializada, monitoreo general del lugar (agua y tierra) además de una subvención económica. Ante los reclamos los representantes de la empresa minera, procedieron a iniciar obras de pavimentación de calles y construcción de la plaza y un centro educativo en la localidad para apaciguar las exigencias; sin embargo los pobladores reclamaron las pésimas condiciones en las que habían ejecutado dichas labores, además ellos señalaban que ninguna obra iba a remediar el daño a su integridad física. Las protestas eran cada vez más intensas, ya que llegaron a bloquear las pistas impidiendo el paso de buses y camiones a la ciudad de Cajamarca y provocando el malestar de pasajeros y transportistas; por lo que se hizo presente un contingente policial para poner orden ocasionando las reacciones violentas de los pobladores al verse impedidos de continuar con su protesta.

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