ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

¡Cómo introducir la investigación escolar1*

gabrielitara7 de Mayo de 2014

5.900 Palabras (24 Páginas)281 Visitas

Página 1 de 24

I ¡Cómo introducir la investigación escolar1*

Francesco Tonucci**

Al considerar el desarrollo del niño entran en confrontación dos modelos profundamente

distintos. Si intentáramos representar el desarrollo infantil con una curva, en el primer caso deberíamos dibujarla así: aki va un dibujo komo lo dice en el ejemplo.

En este caso se cree que el niño empieza con un nivel bajo. que aumentará gradual y lentamente en los primeros años y que experimentará una explosión en torno al comienzo

de la experiencia escolar (en la primaria). Se considera que hasta entonces los conocimientos son pocos y simples, que las cosas importantes vendrán luego, que por lo tanto hay que prepararse para lo que venga. La escuela infantil prepara para la escuela

primaria y. así, cada nivel para el nivel superior. En los primeros años no ocurre nada importante y la actividad que prevalece es el juego. considerado como entretenimiento

y poco menos que como pérdida de tiempo. A menudo los adultos les dicen a los niños:

"juega ahora que puedes, que después tendrás que hacer cosas más importantes".

mamá! Para el niño el trasladarse es un recorrido, un itinerario formado por muchos

pUntos intermedios, cada uno de los cuales es más importante que el punto de llegada,

el cual representa simplemente el final de sus descubrimientos, de su aventura. Por esto,

decirle a un niño de cinco o seis años que vaya a comprar algo o que vaya solo a la

escuela es uno de los regalos más bonitos que un adulto le puede hacer. Podemos encontrar

las mismas diferencias contrastando cualquier experiencia de juego espontáneo

entre niños con juegos propuestos, impuestos o controlados por adultos.

Hablar o escribir

Para acercarnos a la escuela un• ejemplo emblemático podemos observarlo en la diferencia

que existe entre el aprendizaje de la lengua oral y el de la lengua escrita. La

madre, desde el nacimiento, juega con el niño rodeándolo de palabras: mientras lo cambia,

mientras le prepara la comida, mientras lo alimenta, le habla de lo que está haciendo,

del padre que va a llegar, y de sus propios problemas. qertamente el niño no es capaz de

comprender el sentido de todas esas palabras pero entiende que su madre habla con él,

que esto es una señal de respeto y de amor, y está deseando hacerlo también él. Apenas

puede usar sus instrumentos vocales y articular sonidos, lanza sus primeras "palabritas",

Lo hace con entusiasmo, con diversión. Su mamá acepta el juego y responde al

diálogo. El niño se entusiasma: también él está hablando. La madre explica a los demás

lo que el niño quiere decir con esas sílabas. Normalmente sonreímos ante este empeño

interpretativo de las madres, pero tienen razón ellas. Esta mediación aumenta el deseo

del niño de mejorar sus capacidades y de poder, cuanto antes, hablar solo, hacerse

entender. Después nace la primera palabra (comprensible), escogida entre las muchas

pa!Jbras que desde hace meses lo rodean; después vienen las demás; porque merece

la peria, porque todos están esperando y dispuestos a entender, aunque esté mal

dicho; lo importante es comunicar, querer hacerlo,

Probemos a confrontar este recorrido, que todos los niños del mundo realizan, con

el recorrido escolar del aprendizaje de la lengua escrita. La mayor parte de los niños

llega a la escuela sin haber vivido en un mundo de palabras escritas. Vienen de familias

donde nadie lee. donde nadie escribe, donde no hay libros. La lengua escrita se aprende

por obligación y no por placer; cuando aprende a escribir casi siempr.e se le pide al niñoque

sea correcto más que eficaz y comunicativo. Cuando estaba aprendiendo a hablar

su mamá entendía induso aquello que no decía; cuando aprende a escribir se le castiga

o se le riñe si no escribe correctamente cada palabra. Las diferencias de método son

abismales y también los resultados: todos los niños del mundo aprenden a hablar y

f:

hab~ durante toda su vida. pocos de los niños que van a la escuela aprenden a escribir

de manera que esto sea para ellos un lenguaje útil en todo momento, fuera de la escuela.

El niño pequeño estaba deseando aprender a hablar para poder comunicarse mejor

con las personas que le rodeaban; el alumno frecuentemente está deseando terminar la

escuela para no tener que escribir más, y por lo demás; la escritura no le"ha servido nunca para comunicarse c?n nadie.

En este ejemplo se ve bien la diferencia entre el aprendizaje natural y el aprendizafe

escolar. En el aprendizaje del lenguaje oral, el niño tiene un papel protagonista: es él el que quiere afrontar el gran esfuerzo del aprendizaje, por el placer de comunicarse; es él quien elige las primeras palabras; es él quien decide los tiempos y los modos. El suyo es un típico comportamiento lúdico, o, si se prefiere, de investigación, de construcción

del conocimiento. Cada nueva conquista se somete a la prueba del paso de la información,

y. si el niño se ve reforzado por el éxito, esto le empuja a nuevas conquistas.

En el aprendizaje del lenguaje escrito el niño pierde toda forma de protagonismo y a menudo incluso la comprensión del ejercicio. En muchos casos se le pide que escriba cualquier cosa con tal de que sea correcta, que es exactamente lo contrario de la comunicación

(piénsese en las muchas fl-ases que un niño tiene que escribir como tarea para casa para demostrar que ha comprendido el significado de una palabra. de un verbo, del singular y del plural). Un aprendizaje instrumental, aislado de cualquier significado afectivo

y comunicativo, dirigido únicamente a la evaluación: aprender a escribir para ser evaluado positivamente en escritura. Es dificil imaginar que esto pueda conllevar una motivación. una satisfacción. y no digamos un placer. Entonces la escuela se pregunta cómo motivar a los alumnos, cómo mantener su atención, cómo conseguir una disciplina

suficiente.

Cómo int~9ducir la iñyestigación en la escuela

El niño que llega a la escuela es. sin duda. el descrito en la segunda curva: un niño rico en experiencias. capaz de hacer muchas cosas, que conoce todo lo que ha tenido ocasión

de experimentar en sus juegos. en sus reliciones. Pero es posible que sus padres lo perciban como el descrito en la primera curva y que. por tanto, piensen que todo lo que su hijo ha hecho hasta ese momento no valga para nada. y que las cosas importantes

empezarán justo con ese primer día de colegio. Hasta ahora el niño no sabe nada de lo que ellos consideran importante: saber leer y escribir. saber contar. conocer la Historia

y la Geografía. y luego todas las demás cosas, cada vez más complicadas y por ello más importantes, que estudiará conforme avance en los estudios. Hasta ese momento

sólo ha jugado. y por tz.nto perdido el tiempo. lo que corresponde a un niño pequeño.

Pocos padres sospechan que justo en esa actividad infantil ha podido desarrollar el sentido del espacio y del tiempo, competencias lingüisticas que los acompañarán toda la vida, aprender a observar, a comparar. a buscar soluciones, a inventar historias, a representar

conocimientos y emociones con el dibuít>, las formas,lo"s.sonidos, a usar el cuerpo con destreza o con fuerza. para comunicar, para sentir placer;•para 'vencer el dolor. En definitiva. ha puesto los cimientos para más tarde construir, con la ayuda de oportunidades

educativas, todo el saber que le sea posible. Desgraciadamente. a menudo al modo correcto de conocer en su método natural). Este ir hacia lo nuevo, desplazar el límite un poco más allá, arriesgar un poco más. es el comportamiento típico de la investigación. Podemos decir que el conocimiento del niño empieza y se desarrolla como actividad de investigación.

Es propiamente el descubrir cosas nuevas,el darse cuenta de que se sabe hacer.algo más, lo que produce satisfacción y placer, y esto mismo es lo que el niño comunica a su madre cuan~ovuelve entusiasmado de sus juegos. Desgraciadamem:e no siempre los adultos saben entender y apreciar esto y con frecuencia apagan los entusiasmos de los niños con las consabidas reprobaciones: "mira cómo te has puesto, corre a lavarte

las manos, basta ya de perder el tiempo", Y gracias a estas manos sucias yal tíempo perdido es, precisamente, por lo que la curva crece y el niño construye su futuro.

De la mano

Un ejemplo de este conflicto entre el comportamiento espontáneo infantil, rico, pero difícilmente apreciable por parte del adulto y la propuesta del adulto, "razonable", pero casi siempre pobre y recriminatoria, lo encontramos si comparamos a un niño que camina por la calle de la mano de un adulto con otro que camina solo. En el primer caso, el. niño no toma ninguna decisión, o mejor, no puede tomar ninguna decisión; si toma alguna iniciativa, de detenerse, de recoger algo, de cambiar de recorrido, generalmente

se le prohíbe con las conocidas advertencias: "no te pares más", "venga, que llegamos tarde", "no cojas eso, que te ensucias". Para el adulto el trasladarse es un movimiento desde un punto de partida a otro de llegada en el tiempo más breve posible,

sin incidentes ni imprevistos (no en vano los sistemas de transporte considerados más eficaces son el metro, la autopista y el avión).

En el segundo caso el niño que va solo puede decidir, es más, tiené•

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (37 Kb)
Leer 23 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com