DERCHSO HUMANOS EN LA POLICIA

LA HISTORIA Y EL COMPROMISO SERIO, FIRME DE LA POLICIA NACIONAL EN DEFENSA DE LA COMUNIDAD

Colombia, como muchos otros países en proceso de desarrollo, es un museo de conflictos que al no ser encarados y resueltos por medios políticos, se desvían su caudal de caracteres sociales hacia la violencia. Una vez arraigada ésta violencia, se establece un circulo vicioso entre las causas sociales y las luchas armadas, que subordina la resolución de conflictos a los azares de la confrontación militar, cuyo sentido se aleja cada vez más de los motivos originales que justificaron la iniciación de las luchas. En la historia el desarrollo de la humanidad, el hombre como ser ha vivido en grupos, desde un inicio ha estado correlacionado con otras personas, viviendas, barrios, municipios, ciudades, naciones, de allí la importancia de la convivencia social, para lo cual es necesario el advenimiento de normas y derechos que conlleven a una relación pacifica y en armonía, propios de su naturaleza humana, que le permite tener la titularidad de estos derechos.

Según nuestra constitución nacional, nuestro país es un estado social de derecho, donde todo ciudadano cuenta con la protección permanente de la Policía Nacional para el disfrute de sus derechos y libertades, puesto que es un deber del Estado Colombiano respetar y hacer respetar los derechos humanos y cumplir las normas del derecho internacional humanitario, viendo plasmado esto en la misión constitucional que define la policía Nacional la cual la hace partícipe de primer plano en la protección de los derechos y libertades de las personas así como en el cumplimiento de sus deberes, reconociendo estos desafíos y peticiones de la sociedad, la institución ve la necesidad de implementar un sin número de políticas culturales, sociales y educativas, emprendiendo decididas reformas de los sistemas educativos policiales; reformas sustanciales que en su modelo curricular incluya ejes transversales orientados a constituir una fuerza curricular y moral positiva que posibilite acciones de mejora, con el fin de fortalecer el actuar policial en el respeto por los derechos de las comunidades.

Es necesario integrar completamente el derecho internacional humanitario en la educación policial, en cada uno de los programas curriculares para de esta manera impregnen no sólo el clima y la organización policial , sino que sean sus propios implícitos en la médula espinal del curriculum, y así girar hacia un nuevo enfoque para que con la formación de cada policía, se vea reflejada en el actuar diario, en el trato al ciudadano, que sus procedimientos por difíciles, técnicos o forzoso que sea este siempre enmarcado en la protección de los derechos constitucionales que nos fueron encomendados. Nuestra Policía Nacional en aras de preservar, hacer prevalecer y cumplir con las normas del derecho internacional humanitario, cumple con una función organizadora, preventiva y protectora, ya que es su objetivo primordial velar por la vida y bienes de la población no combatiente, así como el respeto por la vida de los heridos y¬¬/o prisioneros, con miras a hacer menos grave tal condición en cualquier conflicto armado, aunque veamos que ya nuestra función se encamina a muchas especialidades que nos convierten ya en parte de ese conflicto armado permanente que vive nuestro país donde nuestros campesinos colombianos son los más afectados por la violencia esa guerra de guerrillas y la contrapartida guerra insurgente de nuestro ejército y los mal llamados paramilitares tiene su accionar en gran mayoría en el, estas personas que se ven amenazadas por estos grupos insurgentes, que en cualquier momento pueden ver a sus hijos y/o parientes cercanos víctimas de los reclutamientos forzados y encaminados así a hacer parte de un conflicto y de una lucha que no es la suya, empezando allí su calvario y empezando allí a ver violados su derechos. Vivimos una situación interna donde la ofensiva de la guerrilla o la narco guerrilla que para mí es la misma y los operativos de las Fuerzas Militares, más que frecuentes son comunes por su cotidianeidad y su necesariedad para mantener al margen y controlados a estos grupos, quitándole así espacios a los inocentes por llamarlos así, nuestros campesinos, dejándolos sin hogares, sin tierras donde trabajar y de dónde sacan su sustento diario, allí es donde nosotros la policía nacional de todos los colombianos velamos por estos intereses cuidando esas poblaciones para que ellos nuestra gente de los campos pueda estar tranquila, buscando el mejor camino para alcanzar la paz, con dialogo, con conciencia social, con conciencia individual de respetar y hacer respetar los derechos de cada persona, aunque mientras continúe esta guerra diaria y las partes no lleguen a acuerdos, el Derecho de los Conflictos Armados será una posible salida para disminuir los efectos de las hostilidades.

Es cierto que todos los países del mundo han tenido que afrontar de una u otra forma la dureza de la guerra, por ello con el ánimo de disminuir sus efectos han consentido crear normas que tengan aplicación a nivel de la comunidad internacional, que con ellas se hable el mismo lenguaje y se interprete de la misma forma en cada rincón de planeta, en la cual se busca la en la conservación del orden público por parte de las fuerzas militares y de policía, quienes deben tener como eje fundamental las normas de humanidad, es decir, el respeto por la persona humana, de allí nuestra misionalidad, ya que nuestra razón de ser el ciudadano. Ser persona y no tener ningún tipo de discriminación, es ya una condición extraordinaria, que exige distinguir quién está participando activamente en el conflicto armado y quién no hace parte de él, minimizando los riesgo de que inocentes sean involucrados en el, para lo cual se le darán tratos humanos a los unos como a los otros. Viendo esto encontramos un amplio contexto al cual nos podemos ceñir y dar aplicación al principio de proporcionalidad, entendido éste como que el uso de la fuerza debe ser el estrictamente necesario para obtener la ventaja militar sin causar daños ni sufrimientos excesivos o innecesarios, recordémoslo por las tantas veces que hemos sido instruidos por nuestros docentes y superiores en la importancia del uso de la fuerza. Por lo tanto el uso de la fuerza,

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