DESARROLLO DE LOS ADOLESCENTES ASPECTOS GENERALES

INTRODUCCIÒN

La palabra adolescencia Etimológicamente procede del latín, del verbo adolescere, que significa “madurar”.

La adolescencia es una etapa de transición con diversos límites temporales fijos, los cambios que ocurren en este momento son tan significativos que resulta útil hablar de la adolescencia como un periodo diferenciado del ciclo vital humano.

Esta etapa que transcurre comienza a los 11-12 años y se extendería hasta los 18-20. Sin embargo no podemos comparar a un chico de 13 con uno de 18 años para este aspecto se hablara de “adolescencia temprana” entre los 11-14 años (que coincide con la pubertad), y luego de un segundo periodo de “juventud” entre los 15-20 años; su prolongación hasta llegar a la adultez, dependerá de factores sociales, culturales, ambientales, así como de la adaptación personal.

La adolescencia a diferencia de la niñez o vejez no es reconocida socialmente por lo tanto su reconocimiento está dentro del contexto sociocultural que prolonga al final de la etapa de la infancia con el ingreso a un sociedad adulta con una vida productiva.

CARACTERISTICAS DE LA ADOLESCENCIA

La adolescencia es un periodo un poco largo en el desarrollo humano donde se determina mediante la pubertad y que está comprendido entre la niñez y la edad adulta durante el cual se presentan cambios en la vida de las personas. Es una interacción de los desarrollos de los procesos biológicos, mentales y sociales de los individuos entre las diferentes culturas que influyen en la formación del adolescente y que varía a la vez por las culturas. Los adolescentes viven bajo la influencia de cuatro principales contextos en su vida que son: la familia, amigos, la escuela y los medios de comunicación

Otro aspecto importante en el desarrollo de los jóvenes son las adicciones como la drogadicción. Estas deben comprenderse desde la perspectiva del contexto en la que se desarrolle socialmente, al igual estas pueden ser heredadas por el mismo marco de “adultos a jóvenes”.

“Cuando un adolescente vive en un entorno familiar multi-problemático, debe recibir ayuda externa de corte profesional, y sería ideal que la familia participe activamente en un proceso de terapia familiar para entender y ayudar al adolescente. Investigadores como Rutter (1985) habían advertido que cuando un adolescente tiene dificultades psicológicas durante su desarrollo, estas están asociadas a diversos indicios de disfunción o patología familiar como el divorcio de los padres, discusiones parentales crónicas, enfermedad mental parental e inestabilidad de los padres.”(UNODC.2013.p.31)

En esta etapa de la vida uno se empieza a preguntar ¿Quién soy? ¿Qué quiero? ¿Qué esperan las personas de mí?

El adolescente puede llegar a enfrentar una crisis debido a este tipo de preguntas que se realiza constantemente, ya que es una etapa en la vida donde los adolescentes se dan cuenta que los padres tienen expectativas sobre ellos y esto puede provocar que entren en una etapa de estrés ya que en esta etapa el adolescente aun depende de los adultos.

El adolescente se enfrenta ante la problemática de competir por un estatus social y esto puede llegar a afectarlo, ya que necesita sentirse con un grado de dependencia, depender de un grupo de amigos y muchas veces cuando siente que no llena las expectativas entra en un periodo de conflicto.

Uno de los problemas más notables dentro de esta etapa es el estrés, y algunas de las causas que provocan esto son las siguientes:

• Exigencias y fracasos académicos

• Pensamientos negativos sobre ellos mismos

• Cambios en su cuerpo.

• Problemas con compañeros del instituto o acoso escolar

• Vivir dentro de un contexto social problemático

• Problemas de pareja de sus padres - peleas, separación o abusos

• La muerte de un ser querido o un mascota

• Una mudanza o un cambio de escuela

• Problemas económicos en la familia

Así como surgen cambios emocionales dentro de ellos también están los cambios intelectuales que son aquellos que adquiere la capacidad para comprender los problemas, es decir, saben comprender los conflictos o problemas que se le presentan para que nos les afecte en ciertos aspectos.

LA PUBERTAD Y LA ADOLESCENCIA

Si se compara las conductas de niños y jóvenes es fácilmente darse cuenta con facilidad que durante un período entre los 12 y los 15 años, con el riesgo de fijar algunos otros límites, se producen

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