Desigualdad en Colombia

La financiarización se refiere al proceso mediante el cual las economías se vuelven dependientes del sistema financiero como motor de competitividad y crecimiento. En este contexto, donde el desarrollo económico se orienta hacia la rentabilidad, las finanzas públicas juegan un papel crucial en la construcción de un Estado de bienestar. Para ello, es necesario comprender la organización y trazabilidad del sistema financiero.

En el caso de Colombia, este proceso se ha dado en paralelo con una pérdida progresiva de capacidad democrática del Estado. A partir de los años 90, ocn la nueva constitución se implementaron reformas al sistema de protección social que favorecieron la concentración del sistema financiero en manos de cuatro (4) empresas privadas (antes 12), transfiriendo parte de la riqueza de los trabajadores hacia actores financieros y debilitando las garantías de bienestar.

Como resultado, se ha consolidado un sistema cooptado, en el que lo público actúa como administrador de políticas que benefician intereses privados. Esta articulación entre el sector financiero y el aparato estatal ha configurado un modelo en el que los principales actores que se ven afectados son los hogares colombianos, que enfrentan crecientes restricciones por ejemplo en el patrón endeudamiento con los bancos con motivos de consumo o vivienda.

¿cómo ocurre esto? Esto se relaciona con la disciplina fiscal que aunque es ancla de sostenibilidad, terminó limitando el gasto público lo cual profundiza la desigualdad estructural, por el lado el esquema de política monetaria, se mantienen tasas de interés altas por dos motivos, el primer objetivo es  para evitar la fuga de capitales y el deterioro de los activos financieros que se adquieren (principalmente por privados), y el segundo para obtener rentabilidades financieras altas, y venta de bonos que financian el Estado sean atractivas para los grupos de interés, que bien pueden ser y son los privados o altos patrimonios.

Ahora bien, por un lado los bancos comerciales en la creación de la deuda, la tasa de política monetaria afecta de primera mano a los hogares y también pequeñas empresas, encareciendo los crédito, adicional a ello, para las pequeñas empresas hacen transferencia del capital industrial al capital financiero, creando factores por el lado de la oferta; junto a los posibles efectos de excesos de demanda, que afectan la variación de los precios en un juego donde deben compensar los costos financieros a costa de rentabilidad, empleo, y otros costos de producción, que finalmente se ven reflejados en los bienes finales.

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• La institucionalización de la política económica en Colombia se apoya en modelos que reproducen identidades contables sin explicar las dinámicas reales de apropiación del ingreso, y naturalizan los estragos de inflación como costos micro y macro de algo que no se anticipa, y se basan en que el comportamiento de los agentes en el mercado son los que determinan la distribución del ingreso. Es entonces, que el banco central debería atar el cambio de la tasa de interés, con la productividad del trabajo para mantener una distribución inalterada, mientras emplea mecanismos eficientes que redistribuyan el ingreso concentrado.

• Las recomendaciones de McKinnon en 1974 promovieron la liberalización del mercado financiero colombiano, eliminando controles sobre las tasas de interés y reduciendo la intervención estatal. Aunque se buscaba una asignación más eficiente del capital, en la práctica esto condujo a tasas de interés elevadas que favorecieron a los grandes capitales con acceso al crédito, mientras que los sectores más vulnerables quedaron desprotegidos. Además, se propuso un control estricto de la base monetaria como mecanismo para combatir la inflación. Este indicador revela cómo la financiarización no sólo transformó el sistema financiero, sino también las prioridades de asignación de recursos, favoreciendo la especulación y la concentración patrimonial.”

• Transferir los costos de los créditos se transfiere a la producción

• Subir la tasa de interés afecta la inversión, afectando la demanda agregada y afecta con el encarecimiento del crédito

• Pérdida de poder adquisitivo, y sacrificios de otros componentes macroeconómicos como el empleo y el desarrollo productivo para mantener el sistema financiero
• Presión deflacionaria por la brecha puja distributiva que es como el salario varía menos que la variación de la productividad, y esto coincide desde el establecimiento de la inflación objetivo

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