EDUCACIÓN - POBREZA

+EDUCACIÓN - POBREZA

“Al presentar las razones para el cambio, es esencial que ellas hagan referencia a aquellas cosas de importancia para la gente.

De lo contrario no las oirán”.

Myron Tribus.

La ecuación + Educación = - Pobreza, ha sido ampliamente reconocida a nivel nacional e internacional. La Educación y su relación con la superación de la pobreza, entendida como un problema y como un reto, ha formado parte de la agenda política y social de nuestro país por muchos años, pero hemos llegado a un punto de inflexión, donde es preciso valorar la situación venezolana en torno a esta problemática desde el punto de vista educativo y en particular, desde la perspectiva de la educación de los jóvenes y adultos.

Este reto ha sido asumido por la UNESCO a través de la agenda mundial de Educación 2030, donde expresa en el Objetivo para el desarrollo Sostenible en los siguientes términos “Garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa, y promover las oportunidades de aprendizaje permanente para todos” Tanto la exclusión como la deserción se relacionan con los logros educativos de la sociedad, son un factor de protección contra la pobreza y permiten la mayor inserción al campo laboral y por ende la movilidad social.

Señala el estudio de CEPAL, que el periodo mínimo de 10 a 11 años y completar los 12 años, representa un 90% de probabilidad de escapar de la pobreza y acceder a niveles de bienestar. (CEPAL 1996); por lo que los 7,3 años promedio que manifiesta el gobierno haber alcanzado la población venezolana, dista mucho de esos 10 a 11 años como período mínimo propuesto y nos enfrentamos con un factor estructural que condiciona la pobreza

EDUCACIÓN PARA UN PAÍS SOSTENIBLE

El carácter histórico e ideológico de la educación, permite entender su complejidad como fenómeno social, que se vincula en sus diversas dimensiones: política, económica, ideológica, cultural y social; producto de una realidad histórica de donde proviene y se proyecta. Es ese carácter histórico lo que le permite fundamentarse como pensamiento socialmente desarrollado y a su vez, vincularse con distintas concepciones y criterios metodológicos, que interpretan y abordan el problema educativo desde distintos enfoques.

Nuestro país vive una especie de vorágine, producto de la llamada “revolución”, que pretendió ajustar las bases políticas, sociales, económicas y jurídicas al nuevo modelo de nación Es necesario entender, que Venezuela vive un proceso de cambios en la dimensión política, que le concede condiciones de conflictividad a los procesos de transformación educativa.

En cada época existe un determinado tipo de hombre, que corresponde al desarrollo histórico de la sociedad de esa época y que la hace posible, manteniéndola e impulsándola para la satisfacción de sus propios intereses y de los intereses y necesidades de transformación. Es este el momento donde coinciden: la posibilidad o la necesidad de reformar las políticas educativas del país, con un proceso de cambio que emerge de los propios ciudadanos. Porque todos tenemos derecho a una educación donde hayan espacios para satisfacer las necesidades y aspiraciones tanto de los individuos como de un país, orientado hacia nuevos estadios de desarrollo social, económico, político y moral.

Es por ello que la búsqueda del sentido de la educación, es hoy por hoy el tema de mayor interés entre quienes arguyen la necesidad de una urgente reforma en la educación y es la pregunta que servirá de base para la definición de las políticas educativas del nuevo Gobierno de Transición.

Situación Problemática de Partida / diagnóstico básico:

Venezuela y específicamente el sector educativo de nuestro país, está imbuido de los procesos políticos – sociales – culturales – económicos e históricos propios de nuestro contexto nacional.

Es necesario reconocer, que la gravedad de la problemática de la educación venezolana es un hecho presente desde mucho antes del inicio de la V República y que se que ha ido acrecentando en forma vertiginosa, sin límites geográficos, ya que se extiende a lo largo y ancho de las distintas regiones del país. En tal sentido, podemos enumerar, algunos de los factores que caracterizan negativamente a la educación en nuestro país.

Son múltiples y profundos los problemas que enfrente el sistema educativo en el país, abarcando tanto la educación oficial como la prestada por el sector privado. Sin pretender dar un sitial de prioridad, ya que todos inciden sustancialmente en el sistema, podemos señalar entre los principales:

La diáspora de los venezolanos, que se ven forzados a emigrar del país en búsqueda de nuevas oportunidades. Parte de esa diáspora está conformada por docentes que han abandonado las aulas, como producto de la crisis económica y social, y también, producto de la desmotivación y decepción de su rol como docentes. Ya no basta con decir que el docente en Venezuela es un profesional mal pagado, porque lamentablemente las políticas de horizontalidad en los sueldos y salarios, conlleva a que todos los profesionales que son empleados y en particular, empleados por la administración pública están mal pagados.

Lo más grave en este punto, es la falta de interés en la profesión docente, que desde hace años se evidencia en las aulas de las universidades, quienes han señalado el poco interés de los estudiantes en formarse como maestros, llevando inclusive a cerrar algunas cátedras de formación docente. Y suplir a un maestros que abandona el aula no es fácil y es más no debe ser fácil. Cualquiera no puede ser docente, debe existir una articulación entre vocación, formación y valores personales y sociales que se imbriquen en esa figura. Este punto es del conocimiento común, pero si a eso le sumamos que han surgido iniciativas del Estado para otorgar cargos docentes a personas sin las preparación debida, para llenar los vacíos, nos damos cuenta de la enorme gravedad tanto del problema como de la supuesta solución.

En tal sentido, el rescate de la dignidad moral y económica del maestro, la formación de nuevos docentes en cantidad y calidad suficiente, sería una de las grandes prioridades del gobierno de transición.

Iniciamos este diagnóstico con el tema de la diáspora y así como se han ido los maestros, también se han ido los estudiantes. Niños, niñas y adolescentes que se han ido con las familias a otros países a buscar un futuro que no visualizan en nuestro país, pero también estudiantes que se han ido de las aulas a

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