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EL ANTIGUO ORIENTE, HISTORIA SOCIEDAD Y ECONOMÍA

Flaitas77Documentos de Investigación17 de Abril de 2016

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MARIO LIVERANI. EL ANTIGUO ORIENTE, HISTORIA SOCIEDAD Y ECONOMÍA. CAPÍTULO 4.

‘REVOLUCIÓN URBANA’:

El lento desarrollo de la colonización agrícola, de las técnicas artesanales, el comercio a larga distancia y los centros ceremoniales abrieron paso a algo nuevo: en la Baja Mesopotamia, y sobre todo en el centro urbano de Uruk (período <>, c. 3500-3200; período <>, c. 3200-3000) se produjo lo que Gordon Childe[1] denominó la ‘Revolución urbana’. ¿Verdaderamente se trató de una ’revolución’? Dice Liverani que el término fue criticado, sin embargo, para él es acertado porque se trató de cambios que afectaron a todos los aspectos de la civilización (demográficos, ideológicos, socioeconómicos y tecnológicos) y que se dieron de una manera muy acelerada, casi como un ‘salto’. Tal es así que, toda la estructura de la civilización se transformó y se instauró una nueva manera de organización. Otra de las cosas que Liverani procura asegurarse antes de entrar a desarrollar en qué consistió esta ‘revolución urbana’ es de afirmar que este acontecimiento no fue posibilitado por factores primarios y derivados; que no fue, por ejemplo, el factor tecnológico el principal (por ejemplo la nueva organización de la explotación de los recursos) y el demográfico un derivado (por ejemplo la concentración urbana), o el organizativo el principal (por ejemplo la especialización laboral) y el demográfico el derivado. ¡No! ¡Nada de eso! El tipo aclara muy bien que la ‘revolución urbana’ se trató de un “…mecanismo de tipo sistémico, cuyos factores [Tecnológico, Demográfico, Organizativo] interaccionaron entre sí…”[2]  Entonces, empiezan a aparecer las características que implicaron esta ‘revolución’: Innovaciones tecnológicas. Concentración urbana[3]. Especialización laboral. En el interior de cada comunidad: Estratificación social. Formación de clase política dirigente. Papel sociopolítico de la ideología. Y en el marco de las relaciones exteriores: Estados ciudadanos. Estados comarcales. Estrategias de competencia por el acceso a los recursos y el control del territorio.

[Queda atrás la idea de comunidades en aldeas autosuficientes –en las que cada núcleo familiar podía, por ejemplo, extinguirse y esto no derivaba en consecuencias para las demás-. Es cierto que durante el Neolítico y el Calcolítico existían diferencias de grado –familias más ricas o numerosas que otras y, por tanto, aldeas más grandes y prósperas que otras. Es cierto también que existían especializaciones –de personas o comunidades enteras-, aunque más cierto es que estas especializaciones tenían un ‘carácter ocasional y distribución irregular’.]

La lógica es la siguiente: el desarrollo de innovaciones tecnológicas provocan el aumento de productividad agrícola que a su vez estimulan esas innovaciones tecnológicas. El aumento de la productividad asegura a las comunidades tener excedentes alimentarios gracias a los cuales pueden mantener especialistas a tiempo completo sin que estos tengan la necesidad de producir alimento para sobrevivir. Esto no puede suceder si no hay un ‘polo redistributivo central’. Entonces, se organiza, se sistematiza la separación entre producción primaria de alimento y técnicas especializadas, y se polariza esta separación. Se concentra a los especialistas en poblaciones proto-urbanas y se deja la tarea de la producción de alimento a las aldeas dispersas. Esta complementariedad entre poblaciones más grandes con especialistas y aldeas dispersas dedicadas a la agricultura pronto pasa a jerarquizarse: aldeas productoras de alimento estructuralmente tributarias de la ciudad que contiene a los especialistas y que ‘devuelven’ con productos especializados y servicios. Y si bien este mecanismo solidario y bidireccional supone organicidad y ventajas para el conjunto, son los especialistas los que en verdad poseen más prestigio.  De hecho, “…en el vértice del núcleo especializado y urbano se sitúan quienes desempeñan funciones administrativas (escribas, administradores, supervisores, etc.) y ceremoniales (sacerdotes)…[4]

DESIGUALDAD:

Hay una tendencia hacia la desigualdad. Las decisiones antes se tomaban dentro de cada núcleo familiar y ahora se toman jerárquicamente por individuos especializados, y afectan a todos, y deben ser aceptadas por todos –por convicción o coacción-.

GRANDES ORGANIZACIONES:

Como ya se dijo, la existencia de los excedentes desencadenó un nuevo ordenamiento social. ¡Ojo! No hay excedente si no hay un desarrollo especial de la producción agrícola. Ahora bien, como dice Liverani, “…la existencia de unos excedentes capaces de mantener las <> y a sus miembros especializados.[5] ¿Qué son estas ‘grandes organizaciones? En las ciudades hay algo que se identifica con lo que nosotros llamaríamos Estado: ‘grandes organizaciones’[6] (Templos –residencias divinas- y Palacios –residencias reales-) y en las aldeas no. En el Templo reside el ‘Jefe simbólico’ y se entra ahí para actividades de culto, en el Palacio reside el ‘jefe humano’, el Rey con su familia real y su corte. Esa diferencia entre Templo y Palacio no anula las afinidades: en ambos lugares se realizan actividades administrativas, y se acumulan  los excedentes en los que se basa el mecanismo redistributivo. En la ciudad, entonces tenemos un complejo formado por el palacio/templo, edificios complementarios especializados y las viviendas del personal dependiente (clero, administradores, mercaderes, artesanos y guardias) Eso se llama ‘sector público’ y en las aldeas está ausente.

ESPECIALISTAS Y PRODUCTORES:

Los especialistas no tienen medios propios de producción, trabajan con los del palacio y son mantenidos por el palacio mediante un sistema de raciones o mediante asignaciones de tierras. Por lo tanto, los especialistas son lo más selecto del estado, desde el punto de vista socioeconómico y político, pero jurídicamente y económicamente son <> del rey (o del Dios), y forman parte del estado en la medida en que son mantenidos por él y se benefician directamente del mecanismo redistributivo. En cambio, el resto de la población, formado por las familias de os productores de alimento, es <> en el sentido de que detenta sus propios medios de producción (tierras, ganado) y trabaja para su propio sustento; pero es tributario del estado, al que debe ceder sus excedentes alimentarios.[7]

TRABAJO EN LA CIUDAD Y ESTRATIFICACIÓN EN CLASES:

Aparecen procesos de elaboración en serie. La cerámica se hace l torno, e inclusive con molde, con resultados similares. Los telares ya no son familiares y se encuentran en talleres donde se concentra una mano de obra a veces numerosa, sobre todo femenina e infantil. El progreso tecnológico favorece sobre todo la reducción de los costes y la cantidad, aunque a veces, si es necesario, permite la fabricación de productos de calidad.[8]

Esta desvinculación del orden familiar de la aldea, respecto al trabajo, acarrea una consecuencia casi obvia: las relaciones que dejan de ser familiares pasan a ser jerarquizadas. La posición que ubica uno deja de tener que ver con el parentesco, deja de estar determinada por su situación familiar y pasa a ser parte del mérito propio, incluso la posesión de los bienes (producto del esfuerzo y la ‘carrera’ personal de uno) también se personaliza. La ‘carrera’ que uno tiene que hacerse tiene que ver con los distintos grados de especialización que existen, las distintas ‘escalas que se establecen entre unas categorías y otras’ –‘maestros de taller’ y ‘aprendices’, ‘supervisores’ y ‘obreros’-.

La especialización laboral lleva a una estratificación socioeconómica de carácter estructural, es decir, no sólo circunstancial y cuantitativa, sino funcional y cualitativa. La estratificación es <>, porque los distintos grupos funcionales acceden de forma desigual al reparto de los recursos y a la toma de decisiones; también es <>, porque los grupos privilegiados se concentran en las ciudades.[9]

¿POR QUÉ LA REVOLUCIÓN URBANA SE DIO EN LA BAJA MESOPOTAMIA Y CULMINÓ ENTRE 3500 y 3200?

Para que haya nueva organización política y social fue necesario el excedente. Para que haya excedente tuvo que haber sido posible un desarrollo especial de la agricultura. Este desarrollo, con sus tecnologías respectivas, sólo pudo haber sido posible en determinado ‘nicho ecológico’. La Baja Mesopotamia no es muy hospitalaria, porque las crecidas estacionarias de sus ríos (Tigris y Éufrates) empantanan la zona, empapan demasiado los suelos, el agua se estanca.

¿Primera neolitización – Edad del Bronce, Calcolítico? PREGUNTAR

Fue necesario drenar el agua y distribuir las crecidas a partir de una ‘ordenación hídrica’ del territorio. ¿Fue necesario modificar el ‘nicho ecológico’? PREGUNTAR

No se habla todavía de “…grandes sistemas de canales regionales, que muchos siglos después serán el resultado de la unificación política y de una capacidad de mano de obra bien distinta. [Sólo hablamos de que] estas primeras ‘ordenaciones hídricas’ son meramente locales pero que gracias a ellas aparecen en el interior del territorio bajomesopotámico unas <> colonizadas y bajo control. Luego la propia naturaleza de los hechos hídricos hace que las distintas <> se conecten entre sí […] las primeras ordenaciones hídricas […] sirven también para crear una red de comunicaciones intercomarcales, dado que el transporte fluvial es mucho más barato que el terrestre.[10]

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