El Oriente Antiguo

Parcial domiciliario informe de lectura de FINLEY, M.I. ‘’Historia Antigua, problemas metodológicos’’ capítulos 1,2 y 31 y LIVERANI, M ‘’EL ANTIGUO ORIENTE, historia, sociedad y economía’’ capitulo 12

* Nombre: Jesús Vargas

* Carrera: Historia

* Materia: perspectiva espacio cultural y mundial

* Profesor: Ernesto Celesia

* Año: 1°

ISFDYT N° 81

1. Teniendo como marco teórico la obra de M. FINLEY ‘’HISTORIA ANTIGUA, PROBLEMAS METODOLOGICOS ‘’ desarrollar un informe de lectura sobre la problemática del aumento de la información de estudio disponible y el rol jugado por la arqueología al respecto. Incluir en el mismo cuestiones tales como: la autenticidad y tipo de fuentes disponibles, la datación y la cronología.

1. El aumento de la información sobre la antigüedad que se da a partir de una ‘’nueva arqueología’ lleva al historiador moderno ah aceptar que en su instrumental se incluyan tipos cualitativamente diferentes de evidencias que frecuentemente aparecen como mutuamente contradictorios o, al menos, inconexas. El volumen de datos, el número de hechos conocidos, aumenta diariamente con el descubrimiento y publicación de inscripciones, papiros y, de vez en cuando, textos literarios desconocidos hasta ahora debido al aceleramiento continuado de la exploración arqueológica. y así como aumenta la información también aumentan los problemas metodológicos para determinar la fiabilidad de las fuentes literarias ya que hay que tener en cuenta que aun tras la invención del alfabeto, perduro durante siglos, una tradición oral y no literaria.

Ahora bien, este ‘’vacio’’ que hay para grandes periodos de tiempos, necesito ser ‘’llenado’’ por los antiguos historiadores, en muchos de los casos, mediante la pura invención, ya que la insuficiencia de fuentes primarias siempre fue una constante a lo largo de la Historia ‘’ De que otra manera hubieran podido llenar esos huecos en sus conocimientos los eruditos anticuarios una vez observado el hecho de que habían transcurridos siglos entre la destrucción de Troya y la ‘’fundación’’ de Roma, sino inventando una lista de reyes albanos para salvar el vacio’’1. Por lo tanto el historiador moderno sobre la Antigüedad no puede simplemente repetir la practica antigua de no desarrollar técnicas de críticas de fuentes o de forma de tratar satisfactoriamente con autorías derivadas, en palabras de Paul Veyne ‘’ la inteligencia de la historia se ha enriquecido desde el tiempo de los griegos hasta ahora, no porque nosotros sepamos el principio o el final de los acontecimientos humanos, sino porque hemos adquirido una casuística mucho más rica de estos acontecimientos. Este es el único progreso del que es capaz la historiografía’’2

1 Finley, M.I; ‘’Historia Antigua, problemas metodológicos’’; Critica-, sine data; pag. 22

2 Paul Veyne; ‘’Comment on ecrit l’histoire’’;Paris;1971; pag. 255

Ahora bien ante este marco de constante incertidumbre sobre la veracidad de las fuentes históricas (literarias), es aquí donde la arqueología viene a rescatar el pasado mediante la evidencia material de restos arqueológicos para contrastarlos con la evidencia literaria, ya que la fuentes deben ser aceptadas ( privilegio del latín y el griego) hasta que pueden ser desaprobadas es entonces cuando se debe plantear la pregunta histórica de que si el hallazgo arqueológico confirma o falsifica la tradición literaria.

Aunque la disciplina arqueológica se ha ganado el derecho de ser una disciplina con peso especifico en cuanto el descubrimientos de restos materiales, no puede por sí sola, ya sea mediante la evidencia arqueológica o el análisis arqueológico, descubrir, la estructura legal o económica, o sea, el ‘’ modo social’’ en el que fueron producidos ‘’ la tecnología es algo que puede desvelarse por medio de evidencia arqueológica directa…pero cuando intentamos inferir cosas tales como la estructura social o las prácticas religiosas, en su sentido más amplio, este tipo de evidencia se torna casi completamente ambiguo’’ 3. Y es aquí cuando llegamos al punto de tratar de describir el modo social de la Antigüedad donde nos enfrentamos al hecho de que, por ejemplo, no hay una estadística económica de la antigüedad y por ende casi toda la información que se tiene está basada en tenues conjeturas.

Sin embargo la pasión por los números en historia antigua crece debido a que lo que se busca es una apariencia de ‘’objetividad’’ de ‘’ ciencia’’ una buena justificación para cada dato y no que sea un mero relato por parte del historiador. Pero hay que tener en cuenta que en la antigüedad el propósito de todos los documentos era de comunicar algo, aunque esa información estuviera deformada, para favorecer a un rey o a una dinastía. Citando a A.H.M. Jones ‘’ la causa principal de nuestra ignorancia es que el grueso de la evidencia literaria está viciada por la corrupción masiva en la traducción manuscrita e inicialmente por la indiferencia de los escritores más antiguos hacia las materias económicas, así como por su despreocupación y descuido al dar cifras’’4. En definitiva el estudio de la historia económica no ha avanzado porque se hace en torno a un número de cifras sin fundamentos que no plantean preguntas por si solas, aunque de vez en cuando, puedan proporcionar respuestas.

3 Stuart, Piggott; ‘’ Man settlement and urbanism; ed. P.J; Londres, 1972; pag. 950

4 Jones , A.H.M; ‘’ The roman economy’’ ; ed. Oxford; 1974

La visión sobre el pasado que el historiador tenga constituye una herramienta fundamental a la hora de seleccionar acontecimientos y articularlos en una secuencia temporal, ya que estos siempre implican un juicio de valor ya que como dice Liverani ‘’ el historiador no se puede poner en un lugar de objetividad, la ‘liberación’ de los valores subjetivos es una simple ilusión’’5, por lo tanto estudiar y escribir la historia, representan una forma de ideología, y asi como las ideologías camban, la manera en que se ve y se escribe la historia, también lo hacen.

Es importante ver que ver que la interpretación histórica es un complejo de respuestas a preguntas, y que estas como ya dijimos anteriormente están atadas a la subjetividad del historiador y a su ideología. Pero a

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