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ESENARIO ECONOMICO


Enviado por   •  6 de Mayo de 2013  •  6.415 Palabras (26 Páginas)  •  423 Visitas

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4.1 ECONOMÍA Y DIVERSIDAD ECONÓMICA

Economía (de οἶκος, oikos "casa" en el sentido de patrimonio, y νέμω, nemo "administrar") es la ciencia social que estudia el comportamiento económico de agentes individuales producción, intercambio, distribución y consumo de bienes y servicios, entendidos estos como medios de satisfacer necesidades humanas y resultado individual o colectivo de la sociedad. Otras doctrinas ayudan a avanzar en este estudio: la psicología y la filosofía intentan explicar cómo se determinan los objetivos, la historia registra el cambio de objetivos en el tiempo, la sociología interpreta el comportamiento humano en un contexto social y la ciencia política explica las relaciones de poder que intervienen en los procesos económicos.

Una economía fuerte, creciente y sostenible es el objetivo de todas las naciones del mundo. Una economía sostenible mejora el estándar de una nación de la vida mediante la creación de riqueza y empleo, fomentar el desarrollo de nuevos conocimientos y tecnologías, y contribuir a garantizar un clima político estable. Tener una economía diversa, es decir, no una basada en una amplia gama de sectores rentables, sólo unos pocos-ha sido durante mucho tiempo se cree que desempeña un papel clave en una economía sostenible.

Existe un vínculo entre la diversidad económica y la sostenibilidad, y la diversificación económica puede reducir la volatilidad económica de un país y aumentar su rendimiento la actividad real. Por otra parte, hay indicadores de que los políticos pueden utilizar para medir estas dimensiones económicas clave y maneras en que pueden promover su nación a largo plazo en la salud y estabilidad económica.

La economía se relaciona con otras ciencias a tres niveles diferentes: Un nivel superior con las disciplinas filosóficas y teológicas, las cuales le proporcionan las premisas especulativas. Así recibe: de la metafísica, los principios generales del ser y de la causalidad que constituyen el fundamento de toda ciencia y por ende también de la economía; de la Psicología, los principios que rigen la estructura anímica del hombre (sujeto de la economía), y por lo tanto constituyen la explicación de los móviles racionales e instintivos de la actividad económica; de la Ética, los criterios supremos de valor ( los fines del hombre y de la sociedad y su jerarquía) indispensables para la construcción científica de la economía, que es precisamente la racional adecuación de los medios escasos a los fines humanos, con lo cual las leyes económicas adquieren no sólo validez lógica, sino también validez humana y aplicabilidad a la realidad social.

En el mundo las disparidades son crecientes y muchos millones de seres humanos no tienen satisfechas ni siquiera sus necesidades básicas más elementales. Los bosques, los minerales y los combustibles fósiles están siendo explotados a ritmos absolutamente insustentables para proveer con recursos naturales a la economía globalizada. La democracia se ve progresivamente erosionada a medida que el poder se va concentrando en menos manos. La diversidad biológica y cultural está desapareciendo a ritmos alarmantes y muchas conquistas sociales y ambientales trabajosamente logradas se encuentran seriamente amenazadas. Si persistimos en este rumbo las perspectivas para las generaciones presentes y futuras son aterradoras.

El verdadero desafío que tiene la humanidad es brindarle una calidad de vida digna a una población estimada en 10 mil millones de habitantes para el año 2050, reduciendo al mismo tiempo los impactos sobre el ambiente a niveles sustentables, pero la globalización económica neoliberal está haciendo imposible enfrentar tal desafío. Aun así, el discurso oficialista sigue sosteniendo que “no existen alternativas”. AT discrepa: En primer lugar, los fundamentos teóricos de la economía neoliberal son anacrónicos. Las facilidades cada vez mayores para el movimiento de capitales en el planeta hacen que hoy muchos países encaren dificultades para retener y atraer recursos financieros indispensables para el funcionamiento económico y el bienestar social. Las grandes empresas utilizan su poderío para enfrentar entre sí a los gobiernos necesitados de contante, consiguiendo así importantes exenciones impositivas y presionando hacia abajo las condiciones y normas sociales y ambientales en todo el mundo. La demanda creciente por recursos que se agotan es hoy un importante factor limitante, y se hace cada vez más evidente que la riqueza no se redistribuye por chorreo (trickle down) entre la población, como sostenían los proponentes neoliberales. En balance, la globalización económica neoliberal representa cada vez más una situación en la que algunos pocos ganan y la gran mayoría pierde -en lugar del sistema en el que todos ganan, prometido por sus partidarios.

La dimensión del problema puede resultar desalentadora, pero aún es posible encaminarnos hacia un futuro distinto -democrático, equitativo y sustentable-, para lo que tenemos que replantearnos cuestiones básicas: qué necesitamos de nuestras economías, cuáles serían los mecanismos de decisión y reglamentación más adecuados y qué tipo de información económica sería necesaria.

Lo que debemos hacer es fijar nuevas metas para la economía. Un sistema económico confiable y productivo debe tener como objetivo la satisfacción de las necesidades de la gente, mediante el uso equitativo y ecológicamente sustentable de los recursos del planeta, teniendo en cuenta que no son inagotables. La erradicación de la pobreza, la sustentabilidad social y cultural, la equidad intergeneracional y la dignidad humana deben constituir importantes fines económicos.

Es necesario administrar los niveles de producción y consumo, y el trato preferencial a los países y pueblos empobrecidos ha de ser uno de sus componentes básicos. Ya no basta con procurar la maximización del PBI. Para alcanzar tales objetivos ahora se requieren políticas económicas ingeniosas en el ámbito nacional e internacional que fomenten grados óptimos de actividad económica, fundadas en principios básicos acordados internacionalmente que incluyan: respeto a los derechos humanos; respeto por la diversidad biológica, cultural y económica; subsidiariedad económica y política; equidad intra e intergeneracional, abarcando una redistribución del control sobre los recursos como la tierra, y el pago de la deuda ecológica; transparencia y responsabilidad pública y rendición de cuentas por parte de los gobiernos, las empresas y otros grupos de interés; garantías al “derecho a saber” o de información de la ciudadanía; acceso ciudadano a la justicia; aplicación del principio de “quien contamina paga”, responsabilidad jurídica de las empresas por

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