Educacion Universitaria Siglo XXI

FORMACION UNIVERSITARIA DE LOS JOVENES EN EL SIGLO XXI

Hoy en día la ciencia y la tecnología abarca gran parte de nuestra vida, estamos rodeados de estas por donde quiera que vayamos, tanto que lo que hoy se crea al día siguiente ya es obsoleto, por lo tanto los jóvenes deben estar actualizados en cuanto a los avances de la ciencia y la tecnología para no quedarse relegados en una sociedad cambiante.

El siglo XXI, ofrecerá recursos tanto a la circulación y al almacenamiento de informaciones como a la comunicación, la educación deberá transmitir, masiva y eficazmente, un volumen cada vez mayor de conocimientos teóricos y técnicos, porque son las bases de las competencias del futuro. Igualmente, deberá hallar y definir orientaciones que permitan no dejarse sumergir por la corriente de informaciones pasajeras que invaden los espacios públicos y privados y conservar el rumbo en proyectos de desarrollo individuales y colectivos.

Reconocer este punto, vuelve primordial una formación que desarrolle en los jóvenes la capacidad de adquirir y transformar sus conocimientos en destrezas, de innovar y de aplicar sus conocimientos a la solución de problemas, sin dejar de lado la problemática ambiental o social que estos avances tecnológicos o de ciencia puedan acarrear. Pero no todo debe ser ciencia y tecnología, la educación en el siglo XXI debe ser más práctica, formar personas capaces, haciendo énfasis en la necesidad del aprendizaje permanente y del mejoramiento de las competencias a lo largo de la vida para realizarnos en el ámbito personal, social y laboral.

El enfoque de una educación en el siglo XXI, basada en el desarrollo de competencias ha sido una estrategia fundamental y eficaz para enfrentar las exigencias del nuevo milenio, estas competencias abarcan los conocimientos, las habilidades, las actitudes y los valores, todas estas relacionadas entre sí son las que permitirán comprender, interactuar y transformar el mundo en el que vivimos.

Cuando estaba por terminar el siglo XX se publicó “La educación encierra un tesoro”, informe a la Unesco de la Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI, presidida por Jacques Delors, según el cual la educación se debe dirigir, de manera prioritaria, al desarrollo de cuatro capacidades básicas: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser.

- Aprender a conocer: es decir, que la educación debe estar centrada en que los jóvenes adquieran los conocimientos, pero que además sean críticos, busquen información, la evalúen, la transformen y producir nueva información que responda a sus necesidades. Lo que supone además: aprender a aprender para poder aprovechar las posibilidades que ofrece la educación a lo largo de la vida

- Aprender a hacer: se requiere que los jóvenes en formación desarrollen sus destrezas y habilidades necesarias para usar la información y los conocimientos adquiridos en la resolución de problemas, en la construcción y desarrollo de proyectos individuales y colectivos que respondan a las necesidades del entorno donde viven. A fin de adquirir no sólo una calificación profesional, más generalmente una competencia que capacite al individuo para hacer frente a gran número de situaciones y a trabajar en equipo.

Estas dos competencias van unidas a la de aprender a vivir juntos y aprender a ser. Las universidades deben brindar herramientas y oportunidades para que los estudiantes aprendan a vivir juntos, a escuchar y negociar con quien piensa diferente en un mundo multicultural. Desarrollando la comprensión del otro y la percepción de las formas de interdependencia, realizar proyectos comunes y prepararse para tratar los conflictos, respetando los valores de pluralismo, comprensión mutua y paz.

- Aprender a ser: plantea ofrecer a los niños y jóvenes todas las oportunidades posibles para el

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