El Desarrollo Del Lenguaje Oral, Como Una Competencia Para La Vida En Los Alumnos De 6o., Grado
jorgedurz9 de Agosto de 2011
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El desarrollo del lenguaje oral, como una competencia para la vida en los alumnos de 6o., grado.
Introducción
La sociedad de hoy exige una eficiente capacidad comunicativa. Las posibilidades de trabajo, estudio, relaciones sociales y superación dependen, en buena parte, de nuestra capacidad para interactuar con los demás, teniendo como herramienta fundamental la expresión oral. Es necesario entonces que la escuela contribuya a fortalecerla, especialmente en los siguientes aspectos:
• Articulación correcta, de modo que la pronunciación de los sonidos sea clara
• Entonación adecuada a la naturaleza del discurso
• Expresión con voz audible para todos los oyentes
• Fluidez en la presentación de las ideas
• Adecuado uso de los gestos y la mímica
• Participación pertinente y oportuna
• Capacidad de persuasión
• Expresión clara de las ideas
La mejor manera de desarrollar estas habilidades es participando en situaciones comunicativas reales. Las clases, dejan de ser, entonces, una aburrida presentación de conceptos y teorías para ceder su lugar a actividades dinámicas y motivadoras, como juego de roles, dramatizaciones, debates, talleres de expresión oral, diálogos, conversaciones, declamaciones, etc., que permiten, además, el desarrollo de la creatividad y el juicio crítico para la toma de decisiones y la solución de problemas.
Los conocimientos adquieren sentido en la medida que contribuyen a fortalecer el desarrollo de las capacidades, por eso es que las reflexiones teóricas (conceptos relacionados con la coherencia, la cohesión, adecuación, aspectos gramaticales imprescindibles, etc.) surgirán como producto de la práctica comunicativa, y no como una presentación aislada y descontextualizada.
La expresión oral también implica desarrollar nuestra capacidad de escuchar para comprender lo que nos dicen los demás. A menudo hemos escuchado hablar de buenos lectores, excelentes oradores y magníficos escritores; sin embargo, muy rara vez y quizá nunca, hayamos escuchado hablar de un buen oyente (Cassany, 2000).
La comprensión de textos orales se fortalece cuando participamos frecuentemente en situaciones reales de interacción, como conversaciones, debates, audiciones diversas, lo cual pasa necesariamente por la adquisición de actitudes positivas para poner atención en lo que dice el interlocutor, respetar sus ideas y hacer que se sienta escuchado. Una sociedad que aspira a la tolerancia y a la convivencia pacífica y armoniosa, tendrá como uno de sus propósitos esenciales desarrollar la capacidad de escucha de sus habitantes.
Justificación
Necesitamos estudiantes que sepan expresarse con fluidez y claridad, con óptima pronunciación y entonación, que empleen con pertinencia y naturalidad los recursos no verbales (mímica, gestos, movimientos del cuerpo), que se hagan escuchar pero que también escuchen a los demás. Es necesario entonces que reivindiquemos la enseñanza de la comunicación oral, en situaciones formales e informales, por eso es que se propone desarrollar capacidades para la conversación, el diálogo, el debate, el relato, la presentación de informes orales, entre otras formas de la comunicación oral. Estos eventos serán útiles para que los estudiantes posean herramientas que les posibiliten interactuar con los demás en los estudios superiores, en el mundo del trabajo o en la vida ciudadana.
La expresión oral puede ser espontánea, pero también producto de una preparación rigurosa. En la escuela se debe promover las dos formas de expresión, de acuerdo al grado en que se ubiquen los estudiantes. En los primeros grados se sugiere dar preferencia a la expresión espontánea para "romper el hielo" y habituar la participación de los alumnos. En los últimos grados será preferible dar prioridad a la exposición preparada, para lo cual, se sugiere seguir las siguientes etapas:
• Actividades previas
o Generar ideas.
o Seleccionar temas adecuados.
o Elaborar esquemas previos.
o Emplear técnicas para recoger y organizar información.
o Preparar la intervención oral.
o Usar soportes para preparar la intervención.
o Preparar estrategias de interacción.
• Producción real del discurso.
o Conducir el discurso.
o Controlar la voz.
o Controlar la mirada.
o Emplear gestos y movimientos corporales.
o Presentar argumentos.
o Emplear recursos de persuasión.
o Presentar ideas en forma coherente.
o Otorgar originalidad al discurso.
o Hablar con corrección y fluidez..
o Emplear recursos tecnológicos de apoyo.
• Actividades de control y metacognición
o Dosificar el tiempo destinado a las exposiciones
o Autorregular el discurso
o Negociar el significado
o Ofrecer canales de retroinformación
o Adecuar el mensaje al contexto y a los interlocutores
o Reflexionar sobre el proceso de preparación y producción del discurso.
Marco Teórico
La investigación científica es un proceso, término que significa dinámico, cambiante y continuo. Este proceso está compuesto por una serie de etapas, las cuales se derivan unas de otras. Por ello al llevar a cabo un estudio o investigación, no podemos omitir etapas. Según Hernández Sampieri, Fernández Collado y Baptista Lucio, quienes dudan de este requisito pueden pagar distintos precios: que la investigación resultante no sea válida o confiable o, que no cumpla con los propósitos por los cuales se realizó, por lo que deja de ser científica.
Todas las publicaciones que podemos encontrar sobre el proceso de investigación científico aplicado a diversas campos del conocimiento abarcan, prácticamente, las mismas etapas. A veces difieren en el orden en algunos casos, en la cantidad en otros a través de la agrupación o desagregación de algunas de ellas, en el modo de nombrarlas, en el énfasis puesto en cada una, pero en esencia son lo mismo.
Entonces ante la pregunta "¿Cuál es el objetivo de construir un proyecto de investigación, en el que quede claramente definido el proceso y el diseño que llevaremos adelante?", ya casi tenemos esbozada la respuesta. Como señala Borsotti, el objetivo es demostrar la importancia, pertinencia, utilidad y factibilidad de su ejecución. Con la aplicación del proceso de investigación científica se generan nuevos conocimientos, los cuáles a su vez producen nuevas ideas e interrogantes para investigar, y es así cómo avanzan la ciencia y la tecnología.
Es importante destacar que las etapas de un proceso o los componentes de un proyecto de investigación no se delinean de una vez y para siempre, aunque por cuestiones analíticas haya que presentarlos secuencialmente. La práctica nos enseña que investigar es una tarea casi "artesanal" en la que es preciso unir el pensamiento riguroso con la imaginación. Lo normal es que haya que reformular continuamente los distintos componentes para que el proyecto logre la coherencia necesaria. El carácter dinámico de la investigación no permite concebir al proceso como teniendo un principio y fin definitivos, sino mas bien como un trabajo continuo, de idas y venidas.
Toda investigación se origina en una idea, un problema o situación problemática, pero como las situaciones problemáticas son diversas y de diversa índole, no existe un esquema único para formular los proyectos sobre los cuales el investigador se propone realizar una investigación empírica sobre ellas.
Existe una gran variedad de fuentes que pueden generar ideas de investigación, entre los cuáles podemos mencionar las experiencias individuales, la lectura de libros, revistas, periódicos. Teorías ya desarrolladas, descubrimientos productos de investigaciones, conversaciones personales, observaciones de hechos, creencias e incluso presentimientos también son fuentes de ideas.
La mayoría de las ideas iniciales son vagas y requieren analizarse cuidadosamente para que sean transformadas en planteamientos más precisos y estructurados. En este momento estamos en la definición del área temática, que implica la selección de un campo de trabajo, de la especialidad o problemática donde nos situamos. Para nombrar algunas de ellas: las relaciones en la escuela, las migraciones internas, las partículas subatómicas, las enfermedades contagiosas, la inflación, etc.
La formulación del problema es el hecho más importante en la tarea del investigador porque implica una serie de decisiones previas de la mayor importancia, que generalmente se realizan de manera implícita y no siempre de manera realmente consciente por parte de aquel. En ausencia de un problema, no hay verdadera búsqueda de conocimientos, no hay creación, aunque puedan hacerse valiosos aportes pedagógicos o prácticos: si no hay algo de algún modo desconocido, o mal conocido, no hay en verdad, auténtica necesidad de investigar, de obtener nuevo conocimiento. De esta manera, "Plantear o formular el problema no es sino afinar y estructurar mas formalmente la idea de la investigación."
Las razones para efectuar las preguntas a la realidad, desde una particular visión de la sociedad, pueden ser de diversa índole:
- intelectuales: por el simple deseo de saber o conocer,
- prácticas o políticas: esto significa saber para actuar; conocer un proceso o situación para mantenerlo o para cambiarlo.
Conviene
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