El Pensamiento Educativo De John Dewey: La Escuela Y La Experiencia Vital Del Niño.

El pensamiento educativo de John Dewey: la escuela y la experiencia vital del niño.

John Dewey se opuso a la educación tradicional porque para él era un modelo que no hacía más que promover una enseñanza puramente verbal, en la cual se obligaba al niño a memorizar y repetir, el niño solo estaba destinado a escuchar y absorber reducido a una condición de pasividad

Lo que Dewey plantea es que las escuelas devén ser una institución donde los avances de la sociedad se puedan trasmitir directamente a las nuevas generaciones y no a través de métodos formalizados, sino a través de una escuela que permita al niño construir, crear e indagar activamente colectivo, ya que esto hará que los niños y jóvenes se conviertan en miembros que sean participativos y constructivos de una sociedad

A lo que se refiere Dewey en su credo pedagógico es que la educación tiene su punto de partida en los procesos psicológicos y sociales que rodean al niño, consiste en que se debe adaptar a su entorno social ya que estos procesos van tomados de la mano ya que el niño comienza su educación participando en la sociedad en que se encuentra, porque así el niño va adquiriendo capacidades y habilidades de formación es por eso que el niño cuando llega a la escuela primaria no va sin ningún conocimiento y cada uno tiene distintos conocimientos previos los cuales adquirieron,

La educación por tanto debe comenzar con un conocimiento psicológico de las capacidades, intereses y hábitos del niño, es un proceso de vida y no una preparación para la vida, por ello es que se deben propiciar actividades que lo pongan en contacto con su realidad llevando una continuidad en la educación adquirida en el hogar

La cuestión del método se puede reducir en último término a la cuestión del orden de desarrollo de las capacidades e intereses del niño. La ley para presentar y tratar las materias es la ley implícita en la propia naturaleza del niño. Siendo esto así, creo que las siguientes afirmaciones son de importancia suprema para determinar el espíritu en que debe aplicarse la educación:

El aspecto activo precede al pasivo en el desarrollo de la naturaleza del niño; la expresión tiene lugar antes que la impresión consciente; el desarrollo muscular precede al sensorial; los movimientos se producen antes que las sensaciones conscientes. Creo que el estado de conciencia es esencialmente motor e impulsivo; que los estados conscientes tienden a proyectarse en acciones.

El olvido de este principio es la causa de una gran parte de la pérdida de tiempo y de energías en el trabajo escolar. Se coloca al niño en una actitud pasiva, receptiva o absorbente. Las condiciones en que se halla son de tal género que no se le permite seguir la ley de su naturaleza; el resultado de ello son pérdidas y rozamientos.

Los intereses son los signos y síntomas de la capacidad en crecimiento. Creo que representan capacidades en germen. Consiguientemente, la observación constante y cuidadosa de los intereses es de la mayor importancia para el educador.

Estos intereses no han de ser ni fomentados ni reprimidos. Reprimir los intereses es sustituir al niño por el adulto y debilitar así la curiosidad y viveza intelectual, suprimir la iniciativa y matar el interés. Fomentar los intereses es sustituir lo permanente por lo transitorio. El interés es siempre el signo de alguna capacidad oculta; lo importante es descubrir esta capacidad. Fomentar los intereses es dejar de penetrar más allá de la superficie, y su resultado seguro es sustituir el interés general por el capricho.

El interés es un proceso de crecimiento y de expansión no puede haber un conflicto en su utilización racional y la adquisición de las capacidades y de las fuerzas morales que constituyen la disciplina.

La educación en la actualidad se encuentra basada en las teorías constructivas, las que pretenden que el niño sea quien construye su propio conocimiento, y considero que tiene relación con la teoría que expuso John Dewey, en el aspecto de que la educación debe de partir de las características e intereses del niño

es importante mencionar que en muchas ocasiones, no logra cumplirse, pues debido al tiempo que se les presta a las actividades académicas es muy corto, para ello debemos de organizar la enseñanza, de modo que no se deje de lado lo que nos menciona Dewey en su teoría.

La educación pasa por dos momentos:

Psicológico: Que es cuando el niño comienza a mostrar sus capacidades de habilidades.

Social: Es cuando ya se apropia del conocimiento y logra enfrentarse a la vida que se le presenta.

De estos dos aspectos, el psicológico es el básico, es cuando el niño realiza por su propia iniciativa independientemente del educador, el social, es la adaptación a la civilización, a la sociedad.

Nos dice también que un punto de partida y de adquisición de los conocimientos, es el lenguaje la cual representa la comunicación que se da entre todos los individuos de la sociedad

Menciona que la escuela es una institución donde el niño trabaja, es estimulado y controlado por algunos factores como lo son las diversas formas de vida de la comunidad así como permite profundizar y ampliar en cuanto a valores. Así también nos dice que el maestro es quien tiene la labor de conocer y seleccionar todas las influencias del niño que va a presentar un gran apoyo en la enseñanza

Existen algunos factores que determinan la educación de los niños, así como ciertos instrumentos dentro de los cuales destacan materiales y recursos, con los que los niños trabajan; y que le sirven de apoyo para la adquisición del aprendizaje.

Quisiera mencionar que el niño debe y tiene la capacidad de romper los esquemas que se le presentan, pues no todos le ayudan a comprender su entorno. Dewey nos menciona que la Escuela, es una institución que proporciona un proceso social, que permite trasmitir una forma de vida en comunidad y que está, presenta esquemas que el niño debe analizar.

La era de la Reforma

En este periodo se revisó a fondo el apartado político y se modernizó, se llevó a

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