El Poder del mantra vivo

                     Círculo meditación para principiantes de Salud Consciente.

         Tema:  El Poder del mantra vivo.

                                                                     Swami Muktananda.

    El mantra Om Namah Shivaya, es el rey de los mantras, es muy antiguo. En el siglo VII, un gran santo Shivaíta del Sur de la India llamado Sambandar canto este verso:

   El mantra guía por el buen camino

  A todos los que se derriten de amor

 Y fluyen lágrimas al cantarlo.

  Es la esencia de los cuatro Vedas.

  Canta el nombre del Señor Shiva; di

   ¡Salve Shiva! ¡Salve Shiva!

   Baba Muktananda  señala que el mantra es el poder del sonido. El nombre de Dios no es diferente de Dios. Un aforismo del shivaísmo de Cachemira India dice:

    “El mantra es el Señor supremo”.

  Al mantra es el cuerpo sonoro de Dios, es Dios en forma de sonido. Tukaram dijo:

   “Con el nombre de Dios en tus labios, la dicha de la liberación está en tus manos”.

   Muktananda señala que el mantra puede transformar por completo nuestra condición interna. El estado interior lo crean los pensamientos y sentimientos que continuamente surgen en nosotros. Cuando proyectamos el rayo del mantra estabilizamos la mente y la enfocamos en una sola dirección, la dirección del Ser supremo.

  Los sabios han dicho que sólo el mantra puede ayudarnos a trascender nuestra confusión, nuestras fantasías y los constantes cambios de la mente con solo repetir el mantra. Cuando repetimos el mantra empieza a impregnar todos los componentes de nuestro cuerpo físico y sutil. Cualquier pensamiento o sentimiento que surja en la mente tiene un efecto inmediato sobre nuestro cuerpo; incluso los médicos reconocen que nuestros pensamientos nos pueden enfermar o ayudar a curarnos. Nuestros pensamientos pasan de la mente al prána, del prána a la corriente sanguínea y de la corriente sanguínea a todo el cuerpo.

  Cuando repetimos el mantra el nombre de Dios fluye por todo nuestro sistema sacando las toxinas de la sangre, purificando el prána, liberando la mente de las emociones negativas y haciendo que la alegría surja en el corazón. Muktananda asegura que a medida que el mantra penetra la mente, la mente misma se convierte en el Nombre de Dios, en otras palabras la mente se vuelve divina.

  Baba señala que todos los pensamientos que surgen en nuestra vida diaria se registran en nuestro interior en forma de impresiones difíciles de eliminar. Pero cuando repetimos el nombre de Dios, esos pensamientos e impresiones se borran y se graba el nombre de Dios. En cada momento nos convertimos en lo que pensamos. De la misma manera, si repetimos el mantra con amor e interés, nos absorbemos en Dios.

  Por su naturaleza misma el mantra tiene la capacidad de transformar la conciencia que tenemos de nosotros mismos como individuos, en conciencia de nosotros mismos como Dios.

  Baba Muktananda señala que el mantra es la ciencia del sonido. El mantra es la escalera por la que alcanzamos la Conciencia sin forma. El poder del mantra está más allá de nuestra imaginación. Podemos entender el significado del mantra, pero no podemos conocer su potencia. Podemos contemplar el mantra, pero no podemos medir su fuerza. El mantra dice Baba es la fuerza viva de Dios. Si repites media hora  o una hora cada día funcionarás con mayor eficacia en tu vida mundana y tu corazón se llenará de alegría. Tu energía se desarrollará muy rápido, de manera que pronto experimentarás al ser.  

  El tema del mantra es el corazón del yoga. El mantra es la joya suprema del discernimiento el mantra OMNAMAH SHIVAYA es el rey de todos los mantras. ¡De dónde viene este mantra? ¿Cuál es la fuente, el origen del mantra Om Namah Shivaya? El mantra no tiene un origen humano; es un sonido primordial, un sonido que la Diosa Paravak, (el sonido en su forma seminal), emite, que contiene el mantra virya, la Conciencia perfecta del “yo”, fuente de todos los poderes tras el mantra ; conciencia de Shiva. Este mantra contiene todos los poderes del sonido OM.

  La tradición de la India se dice que existen 70 millones de mantras. El mantra Om Namah Shivaya, se considera como el rey de todos estos mantras, es la joya suprema de todos los mantras. Es llamado el taraka mantra. Taraka significa “eso que nos lleva al otro lado (de la trasmigración de vidas y muertes), el gran mantra redentor”.

             “MANTRA ES LO QUE PROTEGE AL QUE LO REPITE”.

   Sin embargo, si un buscador quiere un mantra que lo transforme, debe obtener un mantra vivo, uno que esté lleno de poder de la Conciencia suprema. Baba señala que hay dos tipos de mantras: el mantra consciente y el mantra inerte. Un mantra consciente sólo se obtiene de un Siddhaguru, y quien, al desplegar por completo el poder de ese mantra, ha alcanzado la realización del Ser. Pues detrás del mantra está toda la fuerza de la realización del Guru e inmediatamente empieza a trabajar en el interior del aspirante. A medida en que el discípulo repite el mantra, la Shakti del Siddhaguru penetra en el aspirante y su Kundalini se despierta y se crea una nueva vida dentro de é.

Este mantra puede despertar la Kundalini Shakti en quien lo repita. Al ser un mantra vivo es la antorcha viva que nos guía en el camino. Cuando se absorbe nuestra mente en el mantra, éste lleva tu conciencia a niveles cada vez más profundos (sutiles) de nuestro Ser hasta llegar a la fuente original tanto del mantra como de la mente. Esta fuente es el Ser supremo que mora dentro de cada uno de nosotros, el Gran “Yo Soy perfecto”.

   Baba Muktananda describe cómo recibió el mantra de su Guru, Bhagaván Niyananda, narra su iniciación, el momento en que recibe el mantra de su Guru. Baba Muktananda dice:

             Bhagaván Nitynanda se sentó y comenzó a hablar en su manera aforística:

“Todos los mantras son uno.. Todos son OM. OM NAMAH SHIVAYA. OM NAMAH SHIVAYA, debe  ser Shivo´ham; Shiva, Shiva debería ser Sivo´ham. Debe repetirse interiormente. Es mucho mejor en el interior que en el exterior.

  Baba Muktananda nos relata entonces, cómo recibió iniciación con el mantra y describe como el mantra le penetró en todo su ser, como el mantra estaba vivo, como si toda la conciencia vibrara en ese momento. Esa pulsación entonces se formó en una semilla de sonido, la forma semilla del Siddhaguru.

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