El Principe

b)1) Así los principados son, o hereditarios, cuando una familia a reinado en ellos largo tiempo, o nuevos. Los nuevos, o lo son del todo, o son como miembros agregados al estado hereditario del príncipe que los adquiere, los así adquiridos se adquieren por las armas o por las ajenas, por la suerte o por la virtud.2) Es más fácil conservar un Estado hereditario, acostumbrado a una dinastía, que uno nuevo, ya que basta con no alterar el orden establecido por los príncipes anteriores, y contemporizar después con los cambios que pueden producirse. 3) Así los estados que se adquieren se agregan a uno más antiguo o son del mismo lugar, es más fácil conservarlos, sobre todo cuando no están acostumbrados a vivir libres, y para afirmarse en el poder, basta con haber borrado el camino del príncipe que los gobernaba porque siempre que se respeten sus costumbres y las ventajas que tenían permanecían ciegos. Sólo con muchísima dificultad podrá perder el principado. Las colonias no cuestan, y son más fieles y tienen menos peligro, y que los damnificados no pueden causar molestias, porque son pobres y están aislados. 4)CasiTodos los principados han sido gobernados de dos modos distintos: por un príncipe que elige de entre sus siervos, que lo son todos los ministros que lo ayudaran a gobernar, o por un príncipe asistido por nobles, que no, están acostumbrados a la gracia del señor, sino a la antigüedad de su linaje. Estos nobles tienen Estados y súbditos propios, que los reconocen por señores y los quieren. En los Estados gobernados el príncipe goza de mayor autoridad, porque en todo el territorio no se reconoce soberano nomas a él, y si se le obedece a otro, a quien además no se le tiene particular amor, sólo se lo hace por tratarse de un ministro y magistrado del príncipe. 5) Hay tres modos de conservar un Estado que, antes de ser adquiridos, estaba acostumbrado a regirse por sus propias leyes y a vivir en libertad: primero destruirlo; depuse radicarse en él; por último, dejarlo regir por sus leyes, obligando a pagar un tributo y establecer un gobierno con un corto número de personas, para que se encargue de protegerlo. Como ese gobierno sabe que nada puede sin la amistad y poder del príncipe, no hay nada que hacer por los medios para conservar el estado. Porque, si se la quiere conservar, una ciudad acostumbrada a vivir libre que hacerla gobernar por sus mismos ciudadanos. 6) Estos adquieren el principado con dificultades, pero lo conservan sin sobresaltos, las dificultades nacen en parte de las nuevas leyes y tradicionesque se ven obligados a imponer para fundar el estado y proveer la seguridad. Es preciso ver si estos creadores lo son por sí mismos, o si dependen de otros es decir, si necesitan recurrir a la súplica para realizar su obra, o si pueden imponerla por la fuerza. Hay que reconocer que estos revolucionarios tropiezan con grandes dificultades, que todos los peligros surgen en su camino y que sólo con gran valor pueden superarlos, pero vencidos los obstáculos y una vez para los que se han ido a los ojos de los que tenían envidia de sus virtudes, viven poderosos, seguros, honrados y felices.7) No es posible conducirse de otro modo cuando se tiene tanto valor y tanta ambición. El príncipe nuevo que crea necesario defenderse de enemigos, conquistar amigos, vencer por la fuerza o por el fraude, hacerse amar o temer de los habitantes, respetar y obedecer por los soldados, matar a los quepuedan perjudicarlo, reemplazar con nuevas leyes antiguas, ser severo y amable, disolver la milicias infieles, crear nuevas, conservar la amistad de reyes y príncipes de buen grado.

8) Primer caso es el que se asciende al principado por un camino de perversidades y delitos, y después, en caso a que llegue a ser príncipe por el favor de los conciudadanos, mal empleadas, aunque poco graves al principio con el tiempo antes crecen. Quien procede de otra manera, por cobardía o por mal aconseja miento, se ve siempre obligado a estar con el cuchillo en la mano, y mal cuando se pueden dar cuenta sus súbditos de cuyas ofensas continúan llenas de desconfianza.9) El principado pueden fundar y tanto el pueblo como los nobles y los nobles cuando comprueban que no pueden resistir al pueblo, lleva a cabo toda la autoridad en uno de ellos y lo hacen príncipe, pero el que llega al principado con ayuda de los nobles se mantiene con mucha dificultad que el que llega con el apoyo del pueblo, porque los que lo rodean se consideran iguales y se dificulta mandarlos y manejarlos como el príncipe lo desea. Estos principados peligran cuando quieren pasar de principado civil a principado absoluto pues estos príncipes gobiernan por sí mismos o por intermedio de sus magistrados, su permanencia es más insegura y peligrosa, porque depende de la voluntad de los ciudadanos que ocupan el cargo de magistrados los cuales pueden arrebatarle el poder y el príncipe rodeado de peligros no tiene tiempo para asumir todo el poder, pues los ciudadanos y los súbditos, acostumbrados a recibir órdenesno están dispuestos a obedecer la suyas. 10) Si un príncipe tiene un estado que se pueda sostener por sí mismo, si tiene este caso, puede recurrir a la ayuda de otros. Un príncipe que un gobierno muy fuerte y a quien el pueblo no odie, ni puede ser atacado pero si lo fuera, el atacante se vería obligado a retirarse sin gloria, porque son tan variables las cosas de este mundo que es imposible que alguien permanezca con su ejército insistida mente por un tiempo a la ciudad.11) Los principados eclesiásticos son aquellos que tienen todas las dificultades existen antes de poseerlos, pues se adquieren o por valor o por suerte, y se conservan sin uno ni el otrodado que se apoyan en antiguas instituciones religiosas que son muy fuertes y de mucha calidad, que mantiene a sus príncipes en el poder sea cual fuera el modo en que éstos procedan y vivan, estos son los únicos que tienen estados y no los defienden, súbditos y no los gobiernan, son los únicos principados seguros y felices. 12) Las tropas con que un príncipe defiende a su estado son propias, mercenarias, auxiliares o mixtas. Las mercenarias y auxiliares son inútiles y peligrosas; y el príncipe cuyo gobierno descanse en soldados mercenarios no estará nunca seguro, porque están desunidos, porque son ambiciosos desleales, valientes entre amigos, pero cobardes cuando se encuentran frente a los enemigos; porque no tienen disciplina, como tienen temor de Dios ni buena fe como los hombres. Los capitanes de mercenarios o son hombres de mérito o no los son; no se puede confiar en ellos sí lo son porque aspirarán siempre a forjar su propia grandeza, ya tratando de someter al príncipe. 13) Las tropas auxiliares son aquellas que se piden a un príncipe poderoso para que los socorra y defienda, estas tropas pueden ser útiles y buenas para sus amos, pero para quien las llama casi siempre son desagradecidos pues si

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