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El Rendimiento Academico Investigacion


Enviado por   •  26 de Septiembre de 2013  •  6.539 Palabras (27 Páginas)  •  663 Visitas

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ONCEPTO, INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO

Rubén Edel Navarro

INTRODUCCIÓN

En la vida académica, habilidad y esfuerzo no son sinónimos; el esfuerzo no garantiza un

éxito, y la habilidad empieza a cobrar mayor importancia. Esto se debe a cierta capacidad cognitiva

que le permite al alumno hacer una elaboración mental de las implicaciones causales que tiene el

manejo de las autopercepciones de habilidad y esfuerzo. Dichas autopercepciones, si bien son

complementarias, no presentan el mismo peso para el estudiante; de acuerdo con el modelo, percibirse

como hábil (capaz) es el elemento central.

En este sentido, en el contexto escolar los profesores valoran más el esfuerzo que la habilidad.

En otras palabras, mientras un estudiante espera ser reconocido por su capacidad (lo cual resulta

importante para su estima), en el salón de clases se reconoce su esfuerzo.

De acuerdo con lo anterior se derivan tres tipos de estudiantes según Covington (1984 ):

à “Los orientados al dominio. Sujetos que tienen éxito escolar, se consideran capaces,

presentan alta motivación de logro y muestran confianza en sí mismos.

à Los que aceptan el fracaso. Sujetos derrotistas que presentan una imagen propia

deteriorada y manifiestan un sentimiento de desesperanza aprendido, es decir que han

aprendido que el control sobre el ambiente es sumamente difícil o imposible, y por lo tanto

renuncian al esfuerzo.

à Los que evitan el fracaso. Aquellos estudiantes que carecen de un firme sentido de aptitud

y autoestima y ponen poco esfuerzo en su desempeño; para “proteger” su imagen ante un

posible fracaso, recurren a estrategias como la participación mínima en el salón de clases,

retraso e la realización de una tarea, trampas en los exámenes, etc. “

En éste orden de ideas, el juego de valores habilidad-esfuerzo se torna riesgoso para los

alumnos, ya que si tienen éxito, decir que se invirtió poco o nada de esfuerzo implica brillantez, esto

es, se es muy hábil. Cuando se invierte mucho esfuerzo no se ve el verdadero nivel de habilidad, de tal

forma que esto no amenaza la estima o valor como estudiante, y en tal caso, el sentimiento de orgullo

y la satisfacción son grandes.

Lo anterior significa que en una situación de éxito, las autopercepciones de habilidad y

esfuerzo no perjudican ni dañan la estima ni el valor que el profesor otorga. Sin embargo, cuando la

situación es de fracaso, las cosas cambian. Decir que se invirtió gran esfuerzo implica poseer poca

habilidad, lo que genera un sentimiento de humillación. Así el esfuerzo empieza a convertirse en un

arma de doble filo y en una amenaza para los estudiantes, ya que éstos deben esforzarse para evitar la

desaprobación del profesor, pero no demasiado, porque en caso de fracaso, sufren un sentimiento de

humillación e inhabilidad.

Dado que una situación de fracaso pone en duda su capacidad, es decir, su autovaloración,

algunos estudiantes evitan este riesgo, y para ello emplean ciertas estrategias como la excusa y R. Edel http://www.ice.deusto.es/rinace/reice/vol1n2/Edel.pdf

manipulación del esfuerzo, con el propósito de desviar la implicación de inhabilidad (Covington y

Omelich, 1979).

Como se menciona, algunas de las estrategias pueden ser: tener una participación mínima en el

salón de clases (no se fracasa pero tampoco se sobresale), demorar la realización de una tarea (el

sujeto que estudia una noche antes del examen: en caso de fracaso, este se atribuye a la falta de tiempo

y no de capacidad), no hacer ni el intento de realizar la tarea (el fracaso produce menos pena porque

esto no es sinónimo de incapacidad), el sobreesfuerzo, el copiar en los exámenes y la preferencia de

tareas muy difíciles (si se fracasa, no estuvo bajo el control del sujeto), o muy fáciles (de tal manera

que aseguren el éxito). En otras palabras, se fracasa con ` honor ´ por la ley del mínimo esfuerzo.

El empleo desmedido de estas estrategias trae como consecuencia un deterioro en el

aprendizaje, se está propenso a fracasar y se terminará haciéndolo tarde o temprano (Covington,

1984), lo que en forma análoga nos recuerda el `efecto pigmalión´ en el proceso educativo, es decir,

una profecía de fracaso escolar que es autocumplida.

Resulta evidente, que el abordaje del rendimiento académico no podría agotarse a través del

estudio de las percepciones de los alumnos sobre las variables habilidad y esfuerzo, así como tampoco

podría ser reducida a la simple comprensión entre actitud y aptitud del estudiante. La demanda de

análisis y evaluación de otros factores permiten infiltrarnos más en el rendimiento académico como

fenómeno de estudio, es por ello que en los siguientes apartados se abordarán variables, que van desde

su conceptualización, predicción y evaluación hasta la investigación desarrollada en diferentes niveles

educativos,

...

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